Leka, la vuelta al mundo en un completo menú de tapas
En Leka, el local se adapta maravillosamente a la filosofía culinaria: hechuras contemporáneas, sala luminosa y cocina a la vista. Durante este mes de marzo, y dentro de la propuesta gastronómica 'Menús de Tapas' de Barcelona, ofrecen un menú de tapas que recorre con brillantez las metrópolis que han influido a la tripulación en su vida y formación culinaria: Tokio, México DF, Caracas, Lima, Nueva York y Donostia. Combinación diversa que alterna vigorosamente texturas, temperaturas y sabores. ¡El mundo en seis bocados desde el barrio del Poblenou!
MICHELADA (México DF)
Este trago punzante da una bienvenida explosiva al comensal. Interesante top en el que el berberecho al natural (fantástico el aporte yodado) junto al guacamole (cremoso, suave) preparan las papilas para el golpe de sabor contundente y punzante de la michelada: cerveza con sal, tabasco, salsa inglesa y un sorprendente matiz particular: en el Leka le añaden también un poco de salsa de ostras. Te deja las papilas en orden de combate. No apto para estómagos delicados.
TIRADITO DE CORBINA Y AJÍ AMARILLO (Lima)
El tiradito es el primo hermano del afamado ceviche. Aunque en este caso el pescado se corta en tiras, la preparación y condimentación es análoga. Este plato (la imagen que abre el artículo) devuelve la paz al paladar de una forma muy fresca y original. Además de estar pensado para comer directamente con las manos, incorpora algunos granos de maíz choclo (enorme, blanco, tierno) y de boniato asado (ahumado, cremoso) que aportan un interesante matiz dulce al conjunto que resulta muy equilibrado y suave. Sensacional.
TEQUEÑOS CON SALSA PAPELÓN (Caracas)
Los tequeños son cilindros anchos y algo rechonchos. Hechos con masa crujiente (frita) que se rellena de queso latino. Este queso es una variedad sudamericana de queso fresco con gran consistencia y más salado que sus equivalentes peninsulares. No llega a derretirse completamente a pesar de la fritura con lo que la textura final es elástica y tierna, muy sabrosa. Para contrastar con el sabor salado los sirven con salsa papelón, a base de azúcar de caña. La idea es ir mojando los tequeños sin compasión: finger food divertido y resultón.
POLLO YAKITORI (Tokio)
Las alitas de pollo se cocinan a la brasa para que adquieran un matiz ahumado tal y como estipula la tradición japonesa. Ensartadas en las brochetas de bambú, se condimentan con una salsa a base de mirin y soja. Una de las claves del asunto nos la cuenta Jonathan Dominguez, el chef: "confitamos previamente las alitas en manteca de cerdo, eso sirve para potenciar el sabor". Correctas, aunque no fueron nuestra tapa favorita.
MITJANA CON PIQUILLOS (Donostia)
El tema se pone muy serio con este bocado de cocción perfecta, con los tres colores que marca la academia culinaria: dorado exterior, algunos milímetros de rosada cocción bajo la superficie y un corazón rojizo para deleite del comensal carnívoro. La carne, procedente de Burgos, resulta extraordinariamente tierna y sabrosa. También la condimentación es precisa y exacta: suma sin enmascarar. Para refrescar el mordisco, piquillos aliñados con menta y cilantro: potencia frigorífica garantizada. Un conjunto sensacional.
NY 74th STREET COOKIE (Nueva York)
Hay que ser valiente y estar muy seguro del resultado final para proponer como postre una galleta. Y en este caso -incluso aunque yours truly no es especialmente devoto del formato galletero- es un acierto absoluto. Esta galleta basada en la receta de una afamada casa de Manhattan es crujiente, tierna, sabrosa (cuando en el paladar coincide alguna de las escamas de sal el resultado es un escándalo) enorme y digna de repetición compulsiva. Sabor intenso a mantequilla y azúcar ligeramente caramelizado. Nos quisimos llevar una caja para casa, pero no hubo manera: las guardan todas para hacer disfrutar in situ al personal.
Precio del menú (que incluye dos bebidas): 25 euros.