El chocolate no es sólo para el postre, lo sabían los antiguos aztecas y lo saben los actuales mexicanos, que lo ponen en su plato nacional, el mole, igual que para nosotros se ha convertido en un clásico para añadirlo a la picada y en platos como la langosta, el pollo o laperdiz con chocolate.
/ Chocolate
La mala fama precede a productos tan apreciados como la cerveza, el chocolate, los frutos secos o incluso la pasta. Cuando no se les acusa de ser poco sanos para el organismo les cae el sanbenito de que engordan. Nada más lejos de la realidad... si son ingeridos con moderación. De hecho, los deportistas de élite los incluyen a menudo en sus dietas para adquirir la dosis de energía necesaria para poder asumir las duras jornadas de entrenamiento.
Con la llegada del imparable invierno, el antojo de tomarse un chocolate a la taza bien calentito parece tan tentador... Entonces, ¿por qué nos resistimos? En la mayoría de los casos la respuesta suele ser siempre la misma: por las calorías. Es cierto que el chocolate tiene azúcar, pero como nos cuenta la nutricionista Magda Carlas en este vídeo-post, el cacao también tiene calcio, magnesio, hierro y es antioxidante.
Así que, ¿por qué resistirse tanto a la tentación?