Urepel

Urepel, el renacer de un clásico gastronómico de San Sebastián
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7 Marzo, 2017
Aitor Azurki
Tras permanecer varios años cerrado, el histórico Urepel de la Parte Vieja donostiarra ha reabierto sus puertas con más fuerza si cabe de la mano de la hostelera María Eugenia Bozal. Una nueva etapa con la gastronomía vasca por bandera basada en producto de temporada con toques modernos. Todo el calor y color del viejo Urepel con el saber y sabor de esta experimentada mujer que rige desde hace doce años el famoso restaurante donostiarra La Muralla.

“Si antes me encantaba Urepel, ahora que encima sabemos que sois vosotros, los de La Muralla, todavía venimos más contentos”. Son palabras de la clientela en boca de su propietaria, la donostiarra María Eugenia Bozal, que en este primer año de nueva trayectoria del restaurante ha conseguido evocar los más bellos sentimientos que se pueden despertar desde una mesa. “Lo más bonito que nos ha dicho una persona que ha disfrutado comiendo y que le encantaba el Urepel de antes es: ‘Creo que el mejor elogio que te puedo hacer es que Urepel no se parece en nada al anterior Urepel’. Eso es increíble”, añade emocionado el jefe de cocina, Christian Lijó, joven bragado en fogones como los de Kaia-Kaipe o Lanciego.

No en vano, ha transcurrido un año desde que el 10 de diciembre de 2015 Urepel reabrió sus puertas, “y la sorpresa ha sido inmensa; hemos visto que la gente de San Sebastián y el País Vasco no solo nos ha acogido fantásticamente bien, sino que también nos ha felicitado por abrir el Urepel: este local engloba muchos recuerdos, bonitos momentos de toda una ciudad”, explica ella agradecida.  

Un comienzo insuperable para una mujer que empezó su andadura hostelera de la mano de su hermano Iñigo Bozal, propietario del famoso restaurante donostiarra La Fábrica. Hoy en día María Eugenia lidera con personalidad propia el célebre restaurante La Muralla desde hace más de doce años. “En Urepel hemos planteado una carta de base tradicional vasca con productos locales y, por supuesto, siempre con nuestro estilo de cocina de toques de modernidad e innovación; calidad a un precio adecuado”, apunta.

Urepel dispone, concretamente, de un menú con un precio fijo de 29 euros entre semana y 39 euros el fin de semana, donde se puede disfrutar de un entrante, un principal y un postre. Asimismo, oferta un menú degustación entre semana de 36 euros y 45 euros el fin de semana, que consta de siete platos, entre los cuales destacan el famoso cordero asado a baja temperatura, la merluza con almejas o el ravioli de txipirones en su tinta.

Cocina adecuada a su clientela

En este año de nueva andadura Urepel ha ido realizando poco a poco pequeños cambios culinarios para ajustarse exactamente a los gustos de la clientela, porque, al final, “ellos son nuestros jefes. Nosotros estamos para darle lo que deseen; únicamente queremos disfrutar viendo a la gente a gusto”, se sincera el chef. Bozal destaca, además, la “humildad” del cocinero y “su capacidad de escuchar” a los comensales.

De hecho, en verano, platos tan sencillos como las anchoas de Hondarribia o las ensaladas de tomate de Getaria, por ejemplo, han sido todo un éxito. “Al final, lo más sencillo, es lo que más gusta”, apuntan; es por ello que también ofertan una serie de ‘Platos Caprichosos’: “Son platos muy puntuales, de productos de temporada con diversos precios. Las kokotxas con almejas, por ejemplo, o la insignia del anterior Urepel, que eran los ‘callos y morros, juntos pero no revueltos’, la txuleta de medio kilo con patatas rústicas y piquillos o el clásico cochinillo pío navarro con terrina de patata, col y crema de reineta”. 

No se pueden pasar por alto, por supuesto, sus menús especiales para grupos. Y para los más pequeños ofrecen también un menú infantil. “Hay clientes que incluso nos han pedido un monográfico de caza;  y se lo hemos preparado”, relatan, ya que la suya, además, es una cocina que se adapta siempre a toda clase de necesidades alimenticias especiales.

Personal joven y cualificado

Bozal ha apostado desde el principio por un equipo joven y experimentado, con un 50% de hombres y un 50% de mujeres. “Atendemos en castellano, francés, euskera e inglés y se está, además, dando más formación”, apunta. Un servicio profesional, amable y agradable que se brinda en sus dos comedores con una capacidad total para ochenta comensales.

El primero de ellos se halla en la parte superior, con preciadas vistas al palacio de congresos Kursaal y a la desembocadura del río Urumea. Posee una capacidad para un total de 35 personas. El segundo de los comedores, en cambio, se encuentra en la parte inferior del restaurante, con 45 cubiertos.

Aunque, sin duda, dos de sus ‘txokos’ más solicitados son su salón privado para catorce personas y la denominada ‘Mesa de la bodega’, una nueva zona del comedor muy acogedora por su ubicación así como espacio para seis comensales.

Por si esto fuera poco, las paredes se hallan decoradas con una colección de obras de arte originales y cedida por la familia Urrutikoetxea. “Además, hemos mantenido la esencia del Urepel, con elementos del antiguo restaurante, pero le hemos dado unos toques de luminosidad y actualidad de la mano de Arkibide Decoradoras”, explica la propietaria.  

Respecto a su clientela, ambos subrayan que es muy diversa, desde gente del mundo del deporte, del arte, de la educación o de la política… de toda Gipuzkoa, e incluso antiguos clientes de toda España, que repiten. “Es una clientela elegante y exigente; los reservados están muy cotizados; hemos tenido incluso premios Novel”, subrayan ambos encantados con el recibimiento que toda la clientela le ha brindado a Urepel, un clásico gastronómico que ha despertado con nuevos bríos guardando todo su espíritu anterior. 

/ Otros Vasca.

Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas

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