9 buenas razones para incluir el cacao en tu dieta
El cacao, considerado hoy en día un superalimento, es un regalo de la naturaleza que esconde numerosos beneficios para nuestra salud. Por eso, hay que diferenciar muy bien entre éste y el chocolate porque, a pesar de ser este último el producto más conocido hecho con cacao, nada tiene que ver con él. Mientras el chocolate es una mezcla de ingredientes, muchos de ellos refinados como el azúcar y los derivados lácteos, el cacao es un polvo bajo en grasa con una alta concentración de antioxidantes, más que la de cualquier alimento conocido. De hecho, se estima que tiene, por ejemplo, 14 veces más antioxidantes que el vino tinto y 21 veces más que el tan aclamado té verde.
Fue uno de los tesoros más preciados para la civilizaciones aztecas y mayas que empezaron a cultivarlo hace más de 2500 años debido a sus importantes propiedades. Lo consideraban una medicina y era recetado como un poderoso relajante pero también como reconstituyente. De hecho, simbolizaba para ellos longevidad y vigor físico.
Cuenta la historia que los primeros árboles crecían de forma natural en las selvas tropicales del Amazonas y del Orinoco y que Cristóbal Colón recibió cacao como parte de la oferta de bienvenida cuando descubrió América. Eso sí, fue Hernán Cortés, uno de los conquistadores españoles más famosos, quien envió el primer cargamento de cacao a España en 1524.
El cacao pertenece al género Theobroma, que en griego se traduce como ‘alimento de los dioses’. Se trata de una semilla encerrada en un fruto con forma de mazorca que puede alcanzar una longitud de 15 a 25 centímetros y siempre contiene entre 30 y 40 semillas. Se utiliza para preparar desde postres a aperitivos y salsas, pasando por todo tipo de chocolates. Eso sí, cuanto más crudo mejor ya que de esta manera mantiene intactas sus propiedades.
Además, de por su gran concentración de antioxidantes, es muy rico en magnesio, uno de los minerales con más déficit. También en calcio, fósforo, cobre, magnesio y, en menor medida, en selenio, potasio y zinc.
Son muchos los estudios que se han realizado en torno a sus beneficios, entre los que cabe destacar los siguientes:
1. Ayuda a mejorar la resistencia a la insulina.
2. Regula la presión arterial y estimula la producción de óxido nítrico que relaja los vasos sanguíneos.
3. Disminuye los niveles de colesterol malo (LDL) e incrementa el bueno (HDL).
4. Es un aliado contra la obesidad al modelar el metabolismo de lípidos e incrementar la termogénesis o producción de calor en el tejido adiposo.
5. Incide en nuestra salud cardiovascular por su efecto antiagregante de las plaquetas, ayuda también a la prevención de la arteriosclerosis y trombosis.
6. Alivia el estrés gracias a la teobromina que estimula el sistema nervioso central.
7. Mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje, además de tener una incidencia positiva en la prevención de la enfermedad del alzheimer.
8. Sus químicos son neurotransmisores que estimulan las endorfinas del cerebro encargadas del bienestar, la euforia, el placer y la excitación.
9. Incrementa la hidratación y elasticidad de la piel. Estimula su circulación y contribuye a la foto protección endógena.
Por todo esto, te recomendamos incluir el cacao puro en polvo en tu día a día.
Agrégalo en zumos, cereales o postres. No obstante, y a pesar de sus mil excelencias, recuerda que no debes abusar de él ya que puede llegar a ser adictivo al contener un excitante similar a la cafeína.