Lo tenía fácil, porque su hermana mayor ya formaba parte del barrio donde se instaló hace unos meses para aportar más glamour si cabe, al panorama gastro y de copas que se cuece en el barrio de las Salesas. Bárbara Ann llegó anunciando “Dinners, cocktails & Rock and Roll” compartiendo zona con Lady Madonna (Orellana, 6), la musa de los Beatles que llegó dos años antes, abriendo desde muy temprano para servir los primeros desayunos del día.
Ahora la protagonista de uno de los clásicos de los míticos Beach Boys, (la versión que hizo la banda californiana en 1965 del tema de Fred Fassert) quizás menos seria, más divertida y sobre todo más rockera, pone nombre desde antes del verano a lo que se ha convertido en pocos meses en uno de los locales más visitados del Madrid noctámbulo, decorado por Madrid in Love, el mismo estudio que vistió a su hermana y vecina.
En este caso, la decoración de este espacio dividido en dos zonas, que durante años ocupó el bar Chatarra, incluye ahora con bastante acento british, grandes cuadros, azulejos brillantes, un largo Chester en capitoné, sillas de diseño, paredes enteladas en piel de leopardo, mesas bajas años 50 y el negro y el dorado como colores predominantes. Bajo una gran lámpara, la foto de Bowie y el neón de ‘Let’s dance’ que preside el local.
Aquí nada es convencional, desde la carta de cócteles para tomar a cualquier hora a partir de su apertura a las 5 y media de la tarde hasta una carta de picoteo en forma de relámpago (un homenaje más a Bowie) para acompañar; cortita pero con cierta sofisticación. La de cócteles (entre 8 y 10 €) incluye clásicos de siempre como el Daiquiri, el Cosmopolitan o un rico Pisco Sour y combinados de autor en forma de novedades que pretenden sorprender como El Güera (cedido por Dani Burgos, propietario de La Casa del Pez, uno de los locales de referencia para los madrileños amantes de la coctelería) a base de mezcal, vodka y sirope de mango o el Gin Fizz (cedido por José Antonio Gulo). Entre sus especiales, el Tropical Blondie (tequila reposado, puré de mango, maracuyá, piña, lima, sirope de vainilla y campari) , el Ron and Roll (Ron spicy, mango, zumo de lima, limón, puré de mango, galanga, leche de coco y bitter chocolate) o el Mahawamsa (ginebra, coco, mandarina, sirope de chocolate blanco, lima y chutney de mango).
La carta de platos, elaborada por el chef Pepe Roch, también asesor gastronómico de El Escondite de Villanueva y Casa Macareno, incluye elaboraciones ligeras y pensadas para compartir como las Anchoas de Santoña con tomate ibérico, piparras, pergamena y aceite arbequina (Bruce Springsteen siempre visita el norte de España por ellas), un Falso a banda de carabineros y chipirones (Exquisito y delicado como las baladas de Guns N´Roses), los Tacos de cochinita pibil con guacamango y mahonesa de chipotle (como aquellos que Santana compartió con Hendrix), los Mejillones tailandeses al estilo tomkha kai (Bob Marley se preguntó si era amor lo que sentía al probarlos), el Ceviche de corvina y salmón salvaje con boniato y palomitas (sencillo y exquisito como le gusta a Mick Jagger) o la clásica ensaladilla, la que Jhon Lennon y Yoko Ono compartirían en el aperitivo, según se apunta en su carta. A esto, se suma una Pana Cotta de fruta de la pasión con fresas glaseadas o un Rock & Roll taboo de chocolate, como guinda. Es decir, cocina viajera a precios asequibles. El ticket medio es de 25 a 30 euros.
Bárbara Ann se acompaña de un staff que son más artistas que camareros o más camareros que artistas. Depende del momento. La informalidad del uniforme (unos monos blancos bastantes más cómodos que el de Elvis) no impide un servicio amable y atento y tampoco la sorpresa de las improvisaciones musicales a capella y jam sessions de jueves a sábado a partir de las 9.
Lo mejor de esta nueva reina de la noche madrileña es que, además de ser la protagonista de este local de moda, es una anfitriona para todas las edades. Son esos mismos días cuando la noche se anima y se alarga hasta más allá de las tres de la madrugada e inevitablemente uno acaba levantándose de la mesa copa en mano, para bailar a ritmo de cualquiera de las bandas sonoras elegidas para divertir, tenga los años que tenga. Al fin y al cabo, ella es una versión de los sesenta. Y esto es un refugio afterwork, punto de encuentro y diversión para los amantes del rock atemporal.
C/ Santa Teresa, 8. Teléfono: 918 195 561 / 918 267 891
Barbara Ann Dinners, cocktails y rock and roll
Santa Teresa, 8
28004 Madrid Madrid
España