Bruixes del Burriac
Escondido en las estrechas calles del centro histórico medieval de Altafulla (Tarragona), declarado bien Cultural de Interés Nacional, se encuentra el precioso hotel gastronómico Gran Claustre, inaugurado en 2004 tras haber rehabilitado un antiguo convento que pertenecía a las monjas Teresianas. Seis años después, el hotel incorporó un nuevo espacio, el restaurante Bruixes del Burriac, comandado por el chef leridano Jaume Drudis.
Conocedor del pueblo, donde había veraneado desde la infancia, y proveniente de una familia dedicada a la restauración, Drudis no dudó en aceptar el reto de gestionar la gastronomía del hotel y del restaurante. Se había formado en algunas cocinas con estrella Michelin -se nota en la ejecución de los platos- pero entendió rápidamente qué era lo que buscaba su clientela: "Vienen a conocer la gastronomía y los productos de la zona y eso es lo que les ofrecemos", explica Drudis. Aquí no falta la buena materia prima, desde el pescado del litoral tarraconense hasta la huerta de las cercanas poblaciones de interior. El producto es cien por cien local.
Drudis añade: "Nos gusta mucho la artesanía, todo lo elaboramos nosotros y hacemos una cocina muy directa, pensada para que reconozcas lo que comes. Aquí no preparamos una merluza con forma de huevo frito". La apuesta del restaurante Bruixes del Burriac es claramente por la cocina mediterránea, con toques vanguardistas aunque con una base muy sólida de cocina clásica.
Carrer del Cup, 7
43893 Altafulla Tarragona
España