Can Terra reúne a ibicencos y turistas prácticamente a cualquier momento del día: desde primera hora de la mañana, para tomar el primer café acompañado de un pintxo, una tostada o una pieza de bollería, y hasta bien entrada la madrugada. Para beber una cerveza a cualquier hora, comer, cenar o tomar unas copas en uno de los mejores ambientes de la isla. Can Terra es uno de esos lugares 100% versátiles, donde los ibicencos acuden en busca de rostros conocidos y el trato siempre amistoso del personal.
Reunirse con amigos en la barra de Can Terra tras la jornada de trabajo es algo muy habitual entre quienes viven en Ibiza. La cosa suele comenzar con unas cañas o vinos maridados con unos ricos pintxos, que no tardan en seducir a nuestra vista y apetito. Y es que Can Terra cuenta con una selección de pintxos especiales que varían cada día, de manera que, por muy asiduos que seamos a su barra, siempre encontrarán el modo de sorprendernos. Si nos apetece comer algo más contundente, lo ideal es solicitar una mesa a los camareros, ya que encontrar una libre no suele ser tarea fácil, y no se aceptan reservas.
Ya en la mesa, podemos degustar una deliciosa propuesta gastronómica que destaca por ser una de las cocinas más canallas y desenfadas, donde la calidad del producto y los guiños al norte son la esencia de sus propuestas. Dados de buey, pimientos del padrón, revuelto de setas de temporada, secreto ibérico de bellota laminado sobre cama de puré de patata y cebolla caramelizada, langostinos a la plancha flambeados con tequila y ralladura de lima, lomo de atún rojo fresco con mayonesa de wasabi… son algunos de los platos que podemos disfrutar en Can Terra: una sabrosa selección pensada para picar y compartir entre amigos.
Can Terra ha llevado a Ibiza un modelo de negocio ya establecido en Bilbao y que resume gran parte de la cultura gastronómica vasca. “Allí todos los bares de pintxos son ambientes sociales donde la gente se mueve por zonas”, explica Kike Martínez, propietario de Can Terra, y añade: “disfrutamos de ver que nuestros clientes no solo vienen a degustar nuestra cocina sino que también vienen a pasar un buen rato entre su gente”.
Junto a su mujer, Irene, quien Kike asegura que es una parte fundamental del proyecto, y dos de sus mejores amigos, Jonathan y Jaime, Kike ha podido cumplir su gran sueño: trasladar un pedacito de la cultura de barra de bar euskaldun a la isla de Ibiza. Tras la acogida obtenida, fueron un paso más allá: el año pasado se inauguró Can Terra Palma en Mallorca, y hace algunos meses lo hizo también Can Terra Aire, un amplio local con el que Kike y su equipo se han atrevido a trasladar el delicioso mundo de los pintxos al aeropuerto de Ibiza.
Avinguda d'Ignasi Wallis, 14
07800 Ibiza Balears
España