Croak’s

Los hermanos Isern Vilà apuestan por una cocina global en un local que destaca sobre todo por su calidez. Fundadores de una marca de helados que les llevó a abrir más de cien franquicias en todo el mundo, han hecho valer de sus vivencias y experiencia a la hora de dar forma a un nuevo negocio, con locales en Girona y Roses, que apuesta por la comida rápida de calidad en un ambiente relajado. Buena muestra de ello es la cuidadosa selección musical que suena a todas horas, la iluminación cambiante y una decoración con claro predominio de las plantas y la madera que, según Carmel Isern, dotan al local de un "componente emocional" difícil de encontrar en otros negocios de cocina rápida.

Además, este fast food apuesta por los productos de proximidad: las hamburguesas son de carne de vacas de la Albera, los embutidos y los ingredientes de las ensaladas son de productores cercanos y los zumos de fruta se preparan al momento.

Entre los platos estrella destacan los bocadillos de 50 centímetros, aquí bautizados con el nombre de flautas. Sirven hasta una cuarentena para todos los gustos (de hamburguesa, de lomo con pimiento asado y queso, de pollo crujiente, lechuga y mayonesa; de chistorra, de calamares a la romana; de atún, huevo duro, aceitunas rellenas y anchoas ...) pero uno de los más vendidos es la flauta 1869, con bacon, queso y dátiles, en homenaje al local que hace 20 años Carmel abrió en L'Escala y en el que se ha inspirado en parte el Croak’s . Si se considera que 50 centímetros son demasiado, existe la opción de pedir media flauta.

Las hamburguesas de 200 gramos acompañadas de patatas fritas artesanas son otra opción muy completa. Hay propuestas muy originales como la Limback, que lleva tomate, cebolla confitada, queso emmental y huevo poché, o La Dorme, con lechuga, queso, cebolla, tomate, bacon y huevo frito.

La gran variedad de tapas también ofrece al cliente la opción de compartir: desde las croquetas de pollo que elaboran cada día a las patatas cuatro quesos hechas al momento pasando por los huevos estrellados con jamón de jabugo, el pulpo a la gallega, las anchoas de la Escala con pan con tomate, las albóndigas caseras, la chistorra de Navarra ... Y así hasta una treintena de elaboraciones que sirven en formato ración.

Completan la carta una amplia selección de sándwiches (como el de pollo empanado, lechuga, mayonesa y huevo), focaccias (de tortilla francesa o de anchoas, pimiento asado, lechuga, tomate y aceitunas), pizzas (mediterránea, 4 quesos o prosciutto) y los wraps, rollos de pan blando con pollo o salmón ahumado.

El establecimiento ofrece también opciones más ligeras con un amplio surtido de ensaladas para elegir: de tomate y mozzarella, de ventresca de atún, la César, la de arroz con salmón ahumado, la de pasta o la de queso de cabra. Son un buen complemento los zumos de frutas naturales o los llamados detox, con propiedades depurativas.

Al margen de la comida, Croak’s ofrece una amplia variedad de cócteles como la sangría de cava, el mojito de fresa o la caipirinha en formato individual o de litro y medio, servidos en grandes y vistosas jarras aptas para compartir.

Quimo, un pastelero artesano de Peralada, es el autor de los postres del local, entre los que destacan el pastel de zanahoria o clásicos como el lemon pie, la tarta tatin con helado de vainilla o el coulant de chocolate.

«Queremos ser como el Zara de la gastronomía. Dar dignidad a un producto de calidad a buen precio", concluye Isern para resumir la filosofía del Croak’s, basada en una cocina sencilla, global y acompañada de un buen trato al cliente. El precio medio del establecimiento, frecuentado por público de todas las edades y también familias, ronda los 15 euros.