Entrepanes Díaz

Cuando uno traspasa el umbral de Entrepanes Díaz, la pizarra con la extensa lista de entrepanes ya nos hace la boca agua. Bienvenidos al paraíso para los amantes de la cocina de autor aplicada al bocadillo. Un arte para los que lo saben apreciar. En este pequeño y acogedor local del Eixample barcelonés triunfan los bocadillos de cochinillo, de kokotxa o de calamares pero sus tapas, pensadas para compartir, bien valen una visita.

Entrepanes Díaz nació de la mano de Kim Díaz en febrero de 2015. Propietario de Bar Mut y de la coctelería Mutis, optó por abrir este pequeño espacio que convirtió en un bar del Madrid de los años ’50 gracias al decorador Antxón Gómez (director de Arte de Almodóvar que, por cierto, tiene uno de los mejores entrepanes dedicados a su nombre). Sofás y taburetes forrados de ese maravilloso y vintage sky rojo, fotografías de la familia de Díaz en la pared mezcladas con imágenes ya míticas como la de llegada de los Beatles con montera, una lámpara de billar sobre la barra... y de fondo, clásicos de la música española que uno no deja de tararear. Suenan Hombres G, Sabina o Jeanette. 

Aquí, el ambiente divertido y festivo es una de las señas de identidad de la casa, gracias sobre todo a sus camareros, todos ellos con una larga trayectoria a sus espaldas, con esa profesionalidad que a día de hoy sorprende en Barcelona. Pajarita y tirantes, no digo más. Al frente de la sala, el carismático Jorge. Imposible no entablar risas y conversación con él. Dejaros aconsejar.

Entre tanto bocata, las recomendaciones pasan por su top 5. El bautizado como Antxón combina en su justa medida la chistorra con huevo cocido a baja temperatura y patata hilada. Compite codo con codo con el bocata de calamares, inhabitual en Barcelona, y que aquí merece una visita. Original y sabrosísimo, el bocadillo de kokotxas maridado con algas de mar: sencillamente sensacional. Completan la lista el de roast beaf con chimichurri y el de rabo de buey con parmesano.

Tortilla sin cuajar, txuletón, corvina, sardinas, pulpo... en la cocina capitaneada por el chef Víctor Lema todo puede ser susceptible de convertirse en un crujiente entrepán. Pero en la carta, que se renueva cada tres meses, se ofrecen también deliciosas tapas ideadas para compartir. Con reconocibles aires del sur, se ofrecen cazón, tortitas de camarón o ensaladilla de la Castí - tal y como la cocina una amiga de Kim en Cádiz -.

La oferta gastronómica se completa con tacos y platos que van variando según temporada, como los tallarines con rabo de buey y parmesano, el rollo de pato confitado con salsa de ostras o el arroz de gambas y pulpo. Y para terminar, postres caseros entre los que destaca el tiramisú, con abundante mascarpone y servido en una maceta.