Pins 46 es el último en llegar al pequeño grupo de restaurantes de la familia Caules Arguimbau, que cuenta también con el restaurante pizzería Roma, y cuyo buque insignia es el casi mítico Café Balear. En Pins 46 han apostado por una cocina sencilla, directa, con una excelente relación calidad/precio, en la que destacan las cosas “Para picar”, recuperando las tapas que hacían en el Café Balear en sus inicios.
A las clásicas de toda la vida, como el calamar a la romana, las gambas de Ciutadella, los mejillones al vapor, las albóndigas con salsa de tomate, o la sepia a la plancha, se suman las nuevas tapas o platillos, tan de moda hoy en día, como las patatas bravas, el carpaccio, de atún o de ternera, o los huevos rotos y patatas, con gambas o con jamón ibérico. Casi todas las tapas se sirven con media ración o ración entera.
Pero además de este interesante apartado para el picoteo y el vermut, en la carta se ofrecen también algunas ensaladas y platos de pasta como entrantes, cuatro propuestas de pescado y otros cuatro platos de carne. En el exterior del local tienen una pizarra en la que ponen las sugerencias del día, en función del producto que les haya llegado de su propia embarcación, o que hayan encontrado en el mercado ese mismo día.
En nuestra visita a Pins 46, empezamos con una de estas sugerencias del día, las croquetas de gamba blanca de Ciutadella con alioli de wasabi y perlas de aceite de oliva, excelentes, con auténtico sabor a gamba y con un interesante contraste con el alioli de wasabi. Continuamos con uno de los entrantes, los piquillos con Idiazábal y tomate casero confitado, una auténtica sorpresa, por lo acertado de la combinación, una explosión de sabor a cada bocado. No podían faltar unos huevos rotos con patatas y gamba de la isla, uno de estos platos que se han puesto de moda en los últimos años y que resultan muy vistosos y sabrosos, ideales para compartir.
Del apartado de pescados, y para darle un toque exótico oriental al menú, pedimos un tataki de atún con emulsión de soja, miel y wasabi, con puré de mango, uno de los platos principales del apartado de pescados. Y acabamos con un plato contundente, fuera de carta, el cochinillo cocinado a baja temperatura con su propio jugo y un parmentier de patata, que nos encantó. Nos lo recomendó especialmente Francesc Caules, encargado del restaurante, que nos dijo que estaba teniendo un exitazo. El toque dulce final lo dimos con una tarta de queso de Menorca con frutos rojos, de su extensa y variada carta de postres.
El local, y sus distintos espacios, invitan a relajarte y compartir mesa y mantel con amigos, compañeros o familiares, explorando una carta llena de tentaciones, que puedes tomar en la barra o zona de bar para picar algo o tomarte un vermut, o lo que sea; en alguno de los rincones con mesas de comedor, en el patio interior que es una gozada sobretodo las noches de verano o en la terraza exterior desde donde ver el ambiente de una de las plazas más populares de Ciutadella.
Plaça dels Pins, 46
07760 Ciutadella Balears
España