Actualmente, Cambrils es una de las localidades catalanas que merece el calificativo de “villa gastronómica”. A la tranquilidad de su entorno y las hermosas playas de que disfruta, se añade una larga lista de buenos restaurantes para hacer de esta población de la Costa Dorada un lugar ideal para unas vacaciones o una escapada relajante.
Pero en el aspecto culinario no siempre fue así. Hace 60 años, los abuelos del actual propietario, Joan Gómez, abrieron el restaurante Miramar posiblemente sin imaginarse que se iban a convertir en los pioneros de la gastronomía en Cambrils. Desde entonces, el local ha mantenido la misma línea de cocina marinera y ambiente familiar que ha cautivado a sus clientes. Una vocación de familia que quedaba patente el pasado año en la convocatoria para la celebración del sexagésimo aniversario: “Han pasado 60 años desde que se inició esta historia, ¡la nuestra!, la de una familia que ha trabajado siempre con ilusión”, nos explica Joan Gómez, que se ocupa de la sala mientras su mujer, Jovita Dolç, se encarga de dirigir la cocina.
El Miramar goza de una ubicación privilegiada, en pleno paseo marítimo y frente al puerto deportivo, justo al lado de la Torre del Port, un edificio del siglo XVII. Cuenta con dos comedores, uno interior, en el que llama poderosamente la atención un magnífico acuario y el otro en la planta superior, así como con dos terrazas, ideales para disfrutar al mismo tiempo de vistas, comida y del buen clima de la zona.
Su cocina se basa en los productos frescos, de kilómetro 0. Cambrils sigue contando con numerosas barcas de pesca, cuyos productos recién obtenidos del Mediterráneo llegan cada día a la Cofradía de Pescadores. De allí, o de otras lonjas cercanas de la Costa Dorada, proceden pescados y mariscos de primera calidad, que se complementan con productos de agricultores de proximidad y ecológicos. “Nuestra filosofía es trabajar con absoluto respeto hacia el producto y que sea de proximidad. No escatimamos en la calidad y lo manipulamos con el máximo mimo, para que los sabores originales no se vean alterados”, expone Jovita.
La carta mezcla platos tradicionales con nuevas creaciones y está sujeta a cambios debidos a la temporalidad de los productos utilizados. Cuenta con entrantes como la ensalada de bogavante, el carpaccio de atún “Balfegó” con olivada, el tartar de pescado y marisco, ostras del Delta, almejas vivas, a la plancha o marinera, caracoles de mar al vapor o a la sal o, en temporada, angulas al ajillo.
El surtido de mariscos es excelente. Entre otros, gambas a la plancha, cigalitas salteadas, “espardenyes” al ajillo, bogavante o langosta, que pueden pedirse a la plancha, hervidos o al estilo “Gatell”. Entre los pescados, siempre salvajes, lenguado, lubina, rodaballo, rape o atún. También paella de marisco o de bogavante, arroz negro o a la cazuela con langosta o fideos “rossos” con bogavante.
Luego están los clásicos de siempre, parrillada de marisco y pescado, zarzuela, caldereta de langosta o bogavante con patatas, suquet de pescado y marisco o, por encargo, bullabesa. Y para quienes, pese a estar junto al mar, prefieren un plato de carne, excelente solomillo de ternera o entrecot de Nebraska, entre otras opciones, a la brasa.
Los amantes del dulce encontrarán en el Miramar toda una meca. Repostería artesanal en la que destaca el sacher de chocolate negro o blanco, el brownie de nueces y avellanas, el flan de coco o el queso con frutas rojas y frutos secos.
Disponen también de dos menús, el Miramar, de 45 € por persona y el Gastronómico, ideal para saborear la deliciosa variedad de su cocina, por 73 €.
Con cualquiera de las opciones, carta o menú, una comida o cena en Miramar permite disfrutar de la auténtica cocina marinera con la más alta calidad y un trato profesional y cercano. “Para nosotros el cliente lo es todo, estamos a su servicio y esperamos que salga por la puerta habiendo disfrutado al máximo”, concluye Jovita Dolç.
Passeig de les Palmeres, 30
43850 Cambrils Tarragona
España