Una cocina informal, pero de mucha calidad, divertida, pero muy trabajada; con el pescado y los arroces como protagonistas y pensada para compartir en un lugar tan idílico como la playa de Sa Tuna de Begur. Estos son algunos de los rasgos que definen el restaurante Sa Tuna que desde hace solo tres meses dirige Rosa Maria Jubany, miembro de una destacada saga de restauradores y que también está al frente de la Masia del Solà en Monistrol de Calders.
Frente al Mediterráneo
El restaurante, situado en primera línea de mar, se encuentra en uno de los rincones más bonitos de la Costa Brava. No es extraño que cuando les visitamos, un día lluvioso y en temporada baja, tuvieran la terraza llena de turistas. La visita a esta pintoresca y resguardada cala rodeada de pinos y de caminos de ronda que la comunican con las playas de Sa Riera y Pals vale mucho la pena.
Rosa Maria Jubany, que desde el año 1992 dirige su establecimiento de Monistrol de Calders junto a su marido el chef Diego Guzmán, le ha dado un lavado de cara al Sa Tuna, que está decorado con mucho gusto e inspirado en las tonalidades que rodean el restaurante: el comedor adopta los colores del mar, de las piedras y de la arena y el blanco de la luz que entra por una gran cristalera movible que separa el interior y exterior.
Platos estrellas de nuestro mar
Tan ideal como el lugar es la cocina, capitaneada por Esteve Garcia, un joven chef con muchas nociones en los fogones, que con solo 27 años ha recorrido mundo: desde Singapur y Brasil a Andorra, y ha trabajado codo a codo con grandes maestros de la cocina como Carles Gaig o el mismo Nandu Jubany.
Uno de los platos estrella de la carta, pensada para compartir es el arroz “a la llauna” Sa Tuna del Señorito con sepia, rape y gambas de Palamós que acaban con cinco minutos en el horno. Delicioso. Desearían que no se acabara nunca. Con el mismo estilo, hacen el arroz negro con langostinos y alioli e igualmente ofrecen arroces melosos como el cremoso de gambas de Palamós o el caldoso del Empordà y también paella de pescado y marisco o de verduras, con cebolla, setas y pimiento.
El pescado, a la brasa o al horno, es el otro gran protagonista de la carta. Pescado que procede del cabo de Begur y que adquieren en la lonja de Palamós. Dependiendo de las capturas, un día hay cabracho, otro mero o pescado de roca. Un detalle que se agradece y que a la vez sirve para comprobar que el pescado es fresco es que al cliente le muestran en la mesa la pieza en crudo antes de que se la cocinen.
Siguiendo con el apartado de los peces, para picar existe la opción de probar almejas, berberechos, mejillones, anchoas de la Escala, buñuelos de bacalao, pulpo con “papas aliñás” y pimentón o unas sublimes gambas de Palamós con sal gruesa. El apartado de tapas es muy amplio en la carta y se completa con elaboraciones que van desde la clásica ensaladilla o croquetas caseras (de gamba, jamón y pollo asado y setas) a otras especialidades como los huevos estrellados y jamón ibérico o un tártar de atún picante sobre arroz japonés. Las tapas llegan al cliente también en formato ensalada como la de langostinos con tocino confitado; la de queso de cabra con bacon, pasas y piñones; o la de berenjena asada con sobrasada y láminas de parmesano e incluso se proponen "juegos" al cliente con patatas bravas que no parecen bravas, sopas diferentes como la de tomate con guacamole o una peculiar versión del pastel de queso
Una experiencia redonda
A pesar de ser un local eminentemente marítimo, el Sa Tuna no se olvida de la carne: filete de ternera fileteado a la brasa y txuletón de vaca gallega reposado 60 días para saciar las ansias de los más carnívoros.
Entre los postres, además de la reversión de la tarta de queso, destaca el sorbete de mojito con espuma de limón, muy refrescante en verano, o la tartaleta de pasta filo con manzana al horno y queso fresco.
Aparte de la carta, el restaurante ofrece, para un mínimo de dos personas, un menú que por 55 euros incluye siete tapas, marisco con ajo y guindilla, arroz del Señorito y tres postres. El espacio tiene capacidad para 120 comensales y la intención de Rosa Maria Jubany es abrir todo el año excepto los meses de enero y febrero. En la parte superior del restaurante hay un pequeño hotel con cinco habitaciones dobles desde las que los clientes disfrutan de unas espectaculares vistas de la playa de Sa Tuna.
Paseo del Ancla, 14
Playa de Sa Tuna
Begur
España