Mango, la fruta del amor: consejos e ideas suculentas para comerlo
Su árbol es el Magnifera indicas, emparentado con la familia del pistacho y los anarcados. Se da en el hemisferio sur, ya que es una fruta de climas templados. Existen unas 50 variedades con formas, tonalidades y pulpas muy diferentes: en forma de corazón o redondos, desde piel verdosa o violácea, hasta amarilla o rojiza, y suaves o fibrosos. Eso sí, no todas son comestibles.
El mango es actualmente el segundo cultivo subtropical que mejores resultados económicos tiene en Málaga, el primero es el aguacate. En la provincia se aglutinan 4.000 hectáreas dedicadas a esta fruta, que este año cierra su campaña con alrededor de 20 millones de kilos. Las variedades que más se cultivan en esta zona del sur de España son Keit, Kent, Tomy Atkins, Palme Rojo y Osteen, esta última es la que tiene una producción mayor. Su momento del año en esta zona es desde mitad de agosto hasta mediados de diciembre.
Algunos consejos para comerlo
El mango es también conocido como melocotón de los trópicos y algunas piezas pueden llegar a pesar hasta dos kilos, aunque con 300 gramos ya se cubren las necesidades totales de un adulto en cuanto a vitamina A y C. Es una fruta que conviene comer en su punto para sacarle todo el partido posible culinariamente hablando.
Su sabor dulce y su pulpa carnosa y jugosa lo hacen versátil para distintos platos, aunque al natural también está buenísimo, y es una buena golosina para los más pequeños. Su color no es el mejor indicador para saber si están en el punto óptimo, ya que hay variedades que permanecen verdes, aunque hayan madurado. Pero sí os daremos dos consejos para elegirlos bien en el mercado:
1. Debe desprender aroma.
2. Debe estar un poco blando al apretarlo.
El mango tiene en el centro una semilla plana de gran tamaño, así que lo mejor para cortarlo será hacerlo en paralelo a esa semilla, intentando que esta quede en el centro. Cuando hayamos cortado ambos lados, haremos unos cortes en la pulpa, sin dañar la piel. Después, sujetaremos la piel por ambos lados y le daremos la vuelta para que la pulpa quede hacia arriba y sea fácil comerlo con cuchara. Si lo que queremos es quitarle la piel para usarlo en ensalada, un pelador nos ayudará mucho en la tarea, y es bastante cómodo.
Cómo comerlo
Además de comerlo como cualquier fruta, al natural, las características del mango lo hacen un alimento perfecto para incluir en recetas saludables. Una forma muy sencilla de consumirlo como entrante es cortado en rodajas con un chorrito de aceite de oliva virgen y un poco de sal. Sorprende la mezcla de sabores. También podemos hacer aperitivos sencillos, pero no por ello menos ricos, como las brochetitas de mango, langostinos y tomate cherry. Sólo hay que combinarlos y disfrutar del sabor de este bocado que siempre gusta.
También es ideal para hacer salsas con las que acompañar carnes o pastas. Os recomendamos hacerla con jengibre fresco y curry. Para ello, necesitaremos cebolla, ajo y aceite de oliva virgen con los que hacer un sofrito. Después añadiremos el mango en trozos, sal, pimienta negra y jengibre fresco al gusto. Dejaremos cocer unos diez minutos a fuego lento. Para finalizar, lo pasaremos todo por la batidora y en ese momento añadiremos curry y cúrcuma al gusto. Hay que tener cuidado con las especias, especialmente el jengibre, ya que al día siguiente el sabor habrá subido y puede quedar muy picante. Esta salsa es un acompañamiento muy rico para un plato de pasta o para carne a la plancha, si quieres un plato bajo en calorías, pero muy sabroso.
El mango es una fruta tan apreciada que ha dado lugar a que se haya convertido en materia prima para elaborar productos derivados. Por eso, ahora podemos comerlo en forma de topping, para usarlo en ensaladas, helados o postres; en chutney, como complemento para carnes, quesos o arroces; o en mermelada, donde se conservan todas sus propiedades durante todo el año. El mercado también ha encontrado cabida para hacer con él zumo ecológico y licor. Ahora sólo nos queda disfrutarlo.