Recetas con encurtidos, mucho más que un sabroso aperitivo
En Alemania, como en muchos países del norte y el este de Europa, se vuelven locos con los pepinillos agridulces, conservados en vinagre y azúcar, los populares gurkentopf: se los comen directamente del bote, sobre todo en el desayuno, o los ponen en los bocadillos o para acompañar sus populares salchichas.
Aquí no tenemos esta devoción, pero los envinagrados tienen una larga tradición y una gran presencia todavía en nuestros comedores: son muy importantes en algunas recetas clásicas como la salsa tártara, y no faltan nunca en la despensa de los grandes cocineros no solo para hacer ensaladas, sino para cocinar toda clase de platos de carne o pescado. A pesar de que asociamos más los envinagrados con la hora del vermú, sobre todo si hablamos en un sentido más amplio de encurtidos o variantes, puesto que entonces deberíamos incluir también las insustituibles aceitunas.
El proceso
Ajos, cebollitas, pepinillos, coliflor y guindillas verdes quizás son los vegetales que encontramos con más frecuencia en las estanterías de encurtidos, pero la mayoría de verduras y hortalizas admiten este método de conservación que permite alargar la vida de los alimentos; y no solo hortalizas y verduras, también podemos conservar setas, como por ejemplo níscalos pequeños, de botón.
El encurtido no es más que un método de conservación consistente en marinar (sumergir) un alimento en una solución de sal común, normalmente con vinagre, que fermenta espontáneamente o con la ayuda de algún microorganismo inocuo, de forma que baja su pH y aumenta la acidez por poder alargar la conservación. Lo que facilita este proceso es el vinagre, que tiene un pH bajo que permite matar la mayor parte de las necrobacterias que de otra forma destruirían el alimento.
Se suelen añadir a esta marinada de sal y vinagre hierbas aromáticas y sustancias antimicrobianas, como mostaza, ajo, canela o clavos de especie. Además de azúcar, claro está, si queremos un envinagrado agridulce como nos gusta a muchos. En el caso de las aceitunas, la maceración se hace con salmuera, es decir, con agua y sal. El procedimiento de envinagrado es bien sencillo, como lo demuestra el gran Robin Food en esta receta de cebollitas en vinagre:
Además de cebollitas, también podemos conservar en casa pepinos (enteros, si encontramos pepinillos, o cortados en bastoncitos o rodajas si son grandes) y alcaparras, que se crían silvestres en toda la orilla mediterránea y son muy típicas en las Baleares, especialmente en Mallorca. En estas islas conservan con este mismo procedimiento hinojo marino, una planta que nace a orillas del mar y que, una vez encurtida, en Mallorca es muy típico comerla sobre una rebanada de pan con tomate.
Para conservar todos estos productos, el procedimiento básico es lavarlos, pelarlos si hace falta (en el caso de las cebollitas) y ponerlos en botes de vidrio, cubrir con vinagre y añadir una cucharada de sal. Tras reposar entre una semana (las alcaparras) y un mes (las cebollitas), tendremos la conserva a punto para comer directamente del bote, si somos golosos y no sabemos esperar, o para preparar unas banderillas, por ejemplo: solo hace falta ensartar con un mondadientes una cebollita, un trozo de guindilla verde, una oliva, un trozo de pimiento rojo y un pepinillo.
También podremos preparar una gilda, el pintxo más tradicional en el País Vasco, ensartando también en un mondadientes olivas, anchoas y trozos de guidilla verde encurtida (piparra). Pero ya hemos dicho que los envinagrados son buenos no solo para el aperitivo (siempre acompañados con cerveza, eso sí, porque el vinagre no combina bien con el vino), por eso aquí tienes unas cuantas recetas para sacarles el máximo provecho en la cocina:
Recetas con encurtidos
Pepinillos agridulces (Gurkentopf)
Ingredientes:
1 kg de pepinillos, 1 l de vinagre, 750 ml de agua, 300 g de azúcar, 5 hojas de laurel, 1 cucharada de eneldo, 2 cucharadas de semillas de mostaza, 2 granos de ajoy sal gruesa.
Preparación:
- Lavamos los pepinillos y los ponemos en agua con cinco o seis cucharadas de sal gruesa toda la noche. Al día siguiente enjuagamos los pepinillos y los metemos en una cazuela (cortados a lonchas o en bastones si son grandes) con el resto de ingredientes, y lo ponemos al fuego; cuando empiece a hervir esperamos dos minutos y apagamos al fuego.
- Sacamos los pepinos y los ponemos en botes de cristal esterilizados, cubrimos con líquido hasta el borde y tapamos.
- Se pueden comer a partir del día siguiente.
Salsa tártara
La salsa tártara, de origen francés, es ideal por acompañar el pescado, especialmente el pescado hervido, pero también va bien con platos fríos a base de pollo, pavo u otras carnes frías. La base de la salsa es una mayonesa a la cual se añaden pepinillos y alcaparras en vinagre, cebolla, perejil y huevo duro, todo bien picado, y opcionalmente, mostaza.
La proporción seria de 200 g de mayonesa, 1 huevo duro, 25 g de alcaparras, 25 g de pepinillos, 50 g de cebolla, perejil picado y 1 cucharadita de mostaza. Yo os propongo hacerla solo con envinagrados, es decir, pepinillos, alcaparras y cebollitas en vinagre, y usarla, por ejemplo, por untar una tostada y cubrirla con salmón ahumado.
Ensalada de berenjenas y verduras en conserva
Ingredientes (para 4 personas):
2 berenjenas, 2 dientes de ajo, albahaca fresca, 1 dl. de aceite de oliva, tomates secos rehidratados en aceite y hierbas, cebollitas, pepinillos y taperones en vinagre, olivas negras y vinagre de Módena.
Preparación:
- Mezclamos en un bol el aceite de oliva con los granos de ajo y las hojas de albahaca, todo bien picado.
- Cortamos las berenjenas en lonchas no muy gruesas, las salamos y las pintamos con un pincel con la mezcla de aceite, ajo y albahaca. Las cocinamos a la plancha y, una vez frías, las cortamos en dos o tres tiras y las ponemos en un bol ancho. Añadimos tomates secos rehidratados con aceite y cortados a tiras, pepinos y cebollitas en vinagre cortadas a cuartos, taperones (alcaparras gordas) y olivas negras. Aliñamos el conjunto con el aceite de conservar los tomates y un poco de vinagre de Módena.
Pasta con tomate, anchoas, alcaparras y olivas
Ingredientes (para 4 personas):
300 g de pasta (margaritas tricolores), 2 tomates de aliñar o 12 cherry, 8 anchoas conservadas en aceite - alcaparras y pepinillos en vinagres, olivas negras, albahaca u orégano, aceite de oliva, sal y vinagre
Preparación:
- Hervimos la pasta en abundante agua con sal y la enfriamos bajo el grifo.
- Cortamos los tomates a dados o por la mitad si son cherrys, las anchoas y los pepinos.
- En un bol mezclamos la pasta con el resto de ingredientes, aliñamos con el aceite de la conserva de anchoas y unas gotas de vinagre. Espolvoreamos orégano o albahaca y servimos frío.
Ensalada de patata y salmón con salsa tártara
Ingredientes (para 4 personas):
4 patatas grandes, 250 g de salmón fresco, 6 cucharadas soperas de salsa mayonesa, 1 cucharada de mostaza, 6 pepinillos en vinagre medianos y 6 cebollitas en vinagre - una cucharada de alcaparras en vinagre.
Preparación:
- Hervimos las patatas con piel en abundante agua con sal hasta que pinchándolas con un mondadientes las encontramos cocidas; si tenemos prisa la forma más rápida es cocerlas al microondas, entre cinco y diez minutos, según el tamaño. Una vez cocidas, se dejan enfriar y, mientras tanto, se cuece el salmón al microondas: todavía va más rápido, un par o tres de minutos, o hasta cuando empezamos a oír pequeñas explosiones que indican que el pescado ya está hecho. También lo dejamos enfriar.
- Mientras tanto, preparamos la salsa tártara: picamos los envinagrados y los ponemos en un bol, con perejil también picado. Añadimos la mayonesa, preferiblemente una mayonesa suave, y una cucharadita de mostaza, y lo mezclamos bien.
- Cortamos las patatas a dados y las mezclamos con el salmón cortado también a dados o simplemente desgajado en láminas, lo salpimentamos y mezclamos con la salsa. Ya está a punto para comer, mejor si ha reposado un rato en la nevera.