Sabrosas alternativas a las harinas de trigo y maíz
Harina de mijo, quinoa, tapioca, coco… Cada vez es más fácil encontrar recetas de pan o repostería elaboradas con harinas poco corrientes; es decir, las que no son ni de trigo ni de maíz. Hay varios motivos para evitar las harinas más típicas. Si no digerimos bien el pan, por ejemplo, puede que cambiar el pan habitual por uno hecho con harina de espelta nos permita disfrutar de un buen bocadillo. Si queremos evitar los productos refinados, tendremos más posibilidades hacerlo si no consumimos harina de maíz o trigo. O puede que simplemente queramos probar recetas hechas con harinas menos populares.
Este bizcocho de chocolate y calabacín de De tal harina tal pan, por ejemplo, está hecho con harinas de amaranto, chía (originarias de Sudamérica y poco conocidas en España), almendra y arroz. Mezclar las harinas poco comunes “para conseguir un buen equilibrio entre sabor y textura” es uno de los consejos que da Yolanda Fuentes, la bloguera que está detrás de De tal harina tal pan. Yolanda empezó una dieta que le obligaba a eliminar algunos ingredientes, entre ellos el trigo y el maíz. “La dieta me fue muy bien y como me encanta el pan empecé a experimentar con recetas específicas de pan y repostería sin trigo. Ahora sólo utilizo harinas de otros cereales”.
Otra de sus recetas es el pan de soda, que no lleva lácteos, trigo, aceite ni azúcar. Y de tapioca. Para sustituir estos ingredientes Yolanda le puso una mezcla de harina de arroz, de mijo marrón (muy recomendado para celíacos), de garbanzo y de tapioca (una especia originaria de Brasil). También le añadió semillas de lino, moka de sal, soda, leche de arroz y zumo de limón. Yolanda explica que el sabor del pan depende del cereal que se utilice y de la técnica. “El mijo tiene un aroma muy agradable, pero debe combinarse con otras harinas de sabor más neutro para que la textura resultante sea agradable al paladar. En general los cereales con un sabor más intenso y particular son el trigo sarraceno, el mijo, la quinoa y el arroz basmati”, explica.
Otra bloguera, Claudia Morales de Loving life, apuesta por cocinar con “harinas sin gluten pero que sean nutritivas, como la harina de quinoa, de coco, de almendras o de avena”. Ella lo hace porque le gusta probar nuevas recetas y porque nota que su digestión “funciona mejor cuando no como trigo y otros cereales”. Por ejemplo, este pan de pita sin gluten lleva harina de tapioca, harina de coco y ghee, una mantequilla clarificada que se utiliza sobre todo en la cocina india y paquistaní.
Claudia explica que este pan tiene un sabor parecido al de harina de trigo pero un poco más dulce: “La mayor diferencia está en la textura, ya que este pan es más consistente y con poca cantidad quedas más satisfecho”. Una de las recetas de repostería sin harina de trigo más sencillas de Loving life es la de sus muffins vegetarianos de harina de avena, un cereal muy recomendable para quienes necesiten aumentar sus niveles de energía. En lugar de leche, mantequilla y azúcar, estos muffins llevan miel y leche de almendras.
Otra receta de pan es la que propone Carolina Vander Stelt, del blog En guete!. Se trata de un pan de espelta con müesli muy rápido de hacer que lleva harina de espelta y semillas de lino y maravilla. Ella recomienda tomarlo para desayunar con miel, mermelada casera o mantequilla. “En mi cocina trato de utilizar harinas integrales”, explica Carolina. “Mi preferida es la de centeno, pero considero que la de espelta es más versátil y liviana. Nunca uso harina de maíz y la de trigo la uso para darle fuerza a la masa”, añade.
Texto de Alba Serrano