Cómo los muffins y cupcakes destronaron a la magdalena
"Ahora que había aprendido a decir pinículas va y le dicen Flims". Si no recuerdo mal, es un chiste de La Cubana, pero tiene una profundidad total. Si uno cambia el tema fílmico por el gastronómico se podría volver a escribir: "Ahora que había aprendido a decir magdalenas va y le dicen cupcakes". ¿Les cambiamos el nombre a las cosas porque nos aburrimos de escuchar siempre lo mismo? ¿Un cupcake es una magdalena camuflada bajo un peluquín de glasa? Y un muffin, ¿qué es? Las galletas y las cookies, ¿son lo mismo? Los cronuts, ¿existen de verdad? ¿Qué nos está pasando? En fin, como en Gastronosfera nos preocupamos por tu paz mental, hemos preparado este post con voluntad clarificadora.
Y aquí unas deliciosas y tradicionales magdalenas con pepitas de chocolate. La magdalena, el muffin y el cupcake parecen de la misma familia pero no lo son. Bueno, los dos primeros sí podrían tener ciertos lazos y, de hecho, en las revistas del corazón gastronómico les han emparentado. Pero el cupcake...
Las magdalenas provienen de Francia y tienen la particularidad de ser muy esponjosas. La masa se bate mucho para incorporar aire y se añade bastante levadura. Son dulces con mesura, pueden ir cubiertas de azúcar y terminan en forma de pezón. Se hacen con aceite de oliva. Y, bueno, ya sabes qué sabor tienen, ¿quién no ha comido magdalenas?
Deliciosos (y salados) muffins caseros de calabacín. Los muffins, por el contrario, vienen del otro lado del Canal de la Mancha, quiero decir, de Inglaterra. Se hacen con mantequilla y son más mazacotes que las magdalenas. Tienen una ventaja: pueden ser salados. Uhm ... manchego y jamón de bellota, por ejemplo.
¿Bonitos, verdad? Pero, ¿esto se come? Los cupcakes, no tienen nada que ver. Los cupcakes son pasteles de tamaño de un vaso o una copa pequeña. Son pasteles en miniatura, vienen de Estados Unidos y son muy cursis. Tan cursis que a veces son bonitos, pero no. Evítalos, huye, corre. Resuelto este Triángulo de las Bermudas de la repostería, vamos a temas más sutiles. ¿Qué es una galleta? ¿Y una cookie? Vamos hombre… ¿no son lo mismo? Una simple observación te mostrará que no, que son más diferentes de lo que crees. La galleta es una especie de pastel muy seco, crujiente, no muy grande, en forma de disco. Se elabora con harina, mantequilla, azúcar y huevos. Puede incorporar elementos aromáticos o frutos secos, también chocolate, etc.
¿Quién puede resistirse a unas cookies con pepitas de chocolate? Cookie es un tipo de galleta y, aunque la traducción al castellano es "galleta", no es exactamente una galleta, sino un tipo específico de galleta de origen anglosajón, de forma irregular, mucho mayor que la anterior. Incorporan mucho más azúcar y una cantidad de mantequilla que podría obstruir incluso las arterias más limpias. Normalmente son de chocolate, pasas o avellanas y, ahora viene lo mejor, no tiene por qué ser crujiente, de hecho, a mí me vuelven loco las más blandas que se pegan a las muelas, como si la masa estuviera un poco cruda. Madre del Amor Hermoso. Ayyy… Ohhhhh… Mmmmmmh… Ya está. ¿Ya? Sí.
Cronut, o cuando un donut conoció a un croissant. O vicecersa.Bueno, y para terminar, los cronuts: que si querías caldo, dos tazas. Y es que el cronut es la fusión de un croissant y un donut. Es decir, la masa del primero frita en aceite de girasol, que es como se "cuecen" los segundos. Es un alimento fantástico, muy nutritivo, que incorpora lo mejor de la mantequilla y de la fritura por inmersión.
Además, las coberturas de chocolate o azúcar, los rellenos, las perlitas de colores imposibles o la margarina hidrogenada que incluirán las versiones industriales, les acaban de dar el toque "saludable" (¿se evidencia la ironía?). La moda surgió en Nueva York el pasado mes de mayo y no puede ser otra cosa que el plan definitivo para acabar con la humanidad después del fracaso de los xuxos que, cuidado, no son tan diferentes. Avisados quedáis.