Burning, nuestro clásico del rock and roll, en Escenario Santander
Escenario Santander es un complejo cultural de lujo que contiene aulas especialmente preparadas para dar clases de instrumentos o bien ensayar con grupo completo, un estudio de grabación, zona infantil donde dejar a la gente menuda si asistes a cualquier actividad con los peques y el Escenario Club, una sala habilitada para unas 250 personas por donde han pasado grandes nombres de la música nacional e internacional. Algunas de las propuestas que nos tienen preparadas para el resto de este año pasan por nombres como The Posies, La Banda Trapera del Rio, Muchachito y Loquillo para el próximo mes de mayo; la banda finlandesa Him estarán en junio, los americanos Luna en octubre y Kiko veneno y Juan Perro juntos, en noviembre.
El sábado 1 de abril estarán actuando Burning dentro de su gira “Corre Conmigo Tour 2017”, del que todavía le quedan algunas paradas como Alicante, Pamplona, Bilbao, Murcia, Granada y Getafe, antes de detenerse momentaneamente. Si no has asistido a un concierto de Burning, te contaré que se trata de toda una comunión de rock and roll, cargada con la liturgia que permite sentir este género musical de forma visceral y contagiosa. No hay medias tintas, desde que se encienden las luces a que se apagan, es ir a matar, entrar a muerte y a darlo todo, a no dejar títere con cabeza. Hay muy pocas bandas que hoy en día puedan hacer eso y hacerlo bien, se necesita actitud, background y algo más que sentirlo, se trata de vivir el rock and roll, de ser parte de él, como lo fueron gente como Chuck Berry, The Who, Dr. Feelgood o actualmente Little Richards, Jerry Lee Lewis y los Rolling Stones, rock and roll en la vena, sin contemplaciones; como debe de ser. Pues bien, Burning representa el espítiru del rock and roll, algo que no se puede entender si no te sientes parte de él, es nuestro último gran clásico, el exponente que todavía perdura y sigue peleando día a día contra viento y marea.
Porque aquí tenemos bandas más pop legendarias, algunas más heavies que todavía dan guerra, quedan supervivientes del punk junto con otros que parecen haber resucitado, pero clásicos de rock and roll sólo nos queda Burning y que sea por muchos años.
Burning comenzaron en el 74, cuando el franquismo agonizaba y la calle era un hervidero con ganas de libertad. En pleno barrio de La Elipa de Madrid se juntan cuatro jóvenes con pintas de macarras para emular a bandas como Rolling Stones o Deep Purple, cuando los de Jagger y los de Gillan estaban mal vistos y te podían aplicar la ley de vagos y maleantes sólo por llevar el pelo largo y cantar “Satisfaction” o “Highway Star”.
La banda la forman Quique Pérez (bajo), Johnny Cifuentes (piano), Pepe Risi (guitarra) y Toño Martín (voz) y crean Burning en un día caluroso; de entrada cantan en inglés y editan dos singles, “I´m burning” y “Like a Shot”, rapidamente se pasan al castellano aunque a primeras se topan con un gran problema; la censura española de 1975 les prohibe editar su primer álbum “Sólo para mujeres”. Varios años más tarde, una vez Risi cumple con su servicio militar vuelven al ataque y publican “Madrid” en 1978, obra maestra del rock and roll de nuestro país y disco de cabecera de cualquier rockero que se precie de serlo.
Burning nos ha regalado la colección de canciones más intensa, macarra, canalla y politicamente incorrecta que se ha podido grabar en nuestro país. Temas que han pasado al imaginario colectivo y forman partre de la banda sonora de nuestras vidas. Temas como “Madrid”, “Jim Dinamita”, “Miéntelas” “Lujuria”, “Mueve tus caderas”, “Un poquito nada más”, “Puedes sentirlo”, “Las chicas del drugstore”, “No es extraño que tu estés loca por mi”, “Esto es un atraco nena”, “Una noche sin ti”, “Dieron las diez” o “No pares de gritar” entre otras han traspasado la autoria de Burning y nos pertenecen; las hemos mamado en el cine, en la tele, en los bares, en los clubs, en sus conciertos, ninguna otra banda nacional de rock and roll nos ha dado tanto placer y tanta diversión.
Todo eso siendo un grupo maldito, castigado por la censura, ignorado por los medios de comunicación, una banda que no gozó de un éxito comercial reconocido, que nunca lleno estadios, pero obtuvo el reconocimiento de su público, la gente de rock y de la prensa especializada y minoritaria. Con el paso del tiempo ha estado reivindicada por la nueva generación del rock nacional, bandas como M-Clan, Pereza, Quique González y compañeros de viaje como Los Enemigos, Los Rebeldes, Loquillo, Rosendo y muchos más, los reivindican como lo que son, los “jefes”, los “maestros”.
Burning ahora es Johnny Cifuentes, la vida castigo a la banda primero llevándose al carismático cantante, Toño Martín, el vocalista más macarra de esta piel de toro; años más tarde vino a por Pepe Risi, uno de los compositores más lúcidos del rock en castellano y alma de Burning, pero Johnny ha sabido seguir adelante, superando las trabas y respetando el legado de la formación. Ahora se rodea de músicos más jóvenes que le impulsan y le apoyan para convertirse en el showman, cuando él era el que se escondía detrás de las teclas, músicos que saben que el público viene a verle a él, a Johnny, y a escuchar a sus clásicos de toda la vida; Kacho Casal (batería), Carlos Guardado (bajo, coros), Eduardo Pinilla (guitarra), Nico Álvarez (guitarra, coros) y Maykol Slingluff (saxo) forman la banda que lo arropa.
En Escenario Santander estará acompañado por Hendrik Röver & Los Míticos Gt’s, formación que reúne a Hendrik Röver, líder de Los DelTonos y Toño Baños y Goyo Chiquito de The Chicktones. Están presentando su segundo disco llamado “Fetén/Fatal”, un trabajo de 18 canciones de power rock auténtico, jugando en casa, lo que asegura una fiesta por todo lo alto como antesala de la ceremonia del rock’n’roll.
Burning salen a tocar y los recuerdos se funde en la piel como un tatuaje imborrable:
- Dan las seis sintonizo a los Stones
- recuerdos del pelo largo
- viejos blues, queridísimo Eric Burdom...