Carles Flavià vuelve con 'El estado del malestar'
El viernes 27 de diciembre, a las 23 horas, Carles Flavià vuelve a la sala Luz de Gas 2 de Barcelona, con su espectáculo El estado del malestar 2, que seguirá representándose todos los viernes en el mismo lugar y a la misma hora. Hace unos años, concretamente en 1999, Carles Flavià puso en escena la primera versión de El estado del malestar, cuyo humor ácido que ponía de relieve las contradicciones, medias verdades e ironías de la realidad cotidiana tuvo gran acogida, con representaciones por toda la geografía española. Ahora llega la segunda versión de este hilarante monólogo en el que Carles, con su lenguaje particular caracterizado por presentar batalla contra el comportamiento establecido y las formas políticamente correctas, en una acertada mezcla de humor inteligente y de la lucidez propia de la cultura popular, ofrece de nuevo su particular visión del momento que vive nuestro país. Carles nos cuenta: “El monólogo va acompañado de cinco canciones que ilustran temas y están pensadas para que el público las cante conmigo, acompañado por una pianista y una pantalla, como en un karaoke”. Sobre el tema de esas canciones añade: “Básicamente hay dos temas, el primero trata de la identidad catalana y sus raíces históricas, hay que llegar hasta Roma y hablar en latín, de este modo no habría problemas lingüísticos”. Y respecto al segundo tema, asombrémonos, ¡resulta que ha encontrado la solución a la crisis! Ésta se ha producido porqué vivimos demasiado, lo que genera excesivos gastos y nos lleva a la conclusión de que, para solucionarla, tenemos que ir pasando a mejor vida. En sus palabras “la culpa de la crisis no la tienen los políticos, ni los bancos, la culpa es de los médicos que alargan la vida de una manera inhumana. En España hay más de 13.000 personas con más de cien años y, en Japón, 54.000. La solución es ‘vayan saliendo, señores’, como en las discotecas a la hora del cierre”. A partir de aquí, ocurrencia tras ocurrencia, las risas del público son el mejor antídoto para olvidar la crisis, ni que sea por un rato. La suma de dos ironías, la del destino y la mucho más ácida pero también más hilarante de Carles Flavià, crean un nexo de unión entre su monólogo canalla e irreverente y los espectadores, que acaban compartiendo su plan aunque no tenga ni pies ni cabeza. Y es que, puestos a tener que morirse, ¡más vale hacerlo riendo! A la pregunta de a quién va dirigido su nuevo espectáculo, Flavià responde: “Lo recomiendo a todos aquellos que deseen reír y no sean de los que ríen con cualquier chorrada”. Y añade: “no sólo hablo de crisis, también de la pareja, de los turistas, del Vaticano, etc… es una obra para gente a la que le guste comer ostras, jabugo, gambas y bacalao” Definir a Carles Flavià no es fácil. Tal vez actor, provocador y showman sean los adjetivos que más le cuadran. Aunque, para los que le han visto actuar en alguno de sus monólogos, un calificativo merece el primer lugar: monologuista. Porqué además de la calidad, ironía y humor de sus palabras, lo que más le caracteriza es esa capacidad de conectar con el público y “llenar” el escenario que poseen los maestros en ese difícil arte de enfrentarse, totalmente solo, a una platea llena de gente. Nacido en Barcelona en 1945, se graduó en Filosofía por el Instituto Católico de París y en Teología por la Facultad de San Paciano de Barcelona, antes de convertirse en sacerdote. A finales de los 70 comienza a relacionarse con el mundo del espectáculo y conoce a Serrat y a Sisa. En 1982, como manager de la Orquesta Platería, realiza numerosas actuaciones en mítines del PSOE, durante la campaña que culminó con la victoria de este partido en las elecciones generales. Las dudas sobre su vocación religiosa le llevaron a colgar la sotana y a convertirse en una presencia constante en el ambiente nocturno de Barcelona. En 1966, su amistad con el mítico humorista Pepe Rubianes le impulsa a escribir el libro Rubianes, payaso (conversaciones a platea vacía). A partir de ese momento su carrera en el mundo del espectáculo es prolífica, con espectáculos como “Epístoles de Carles Flavià”, que tuvo una segunda parte en “Más Epístolas de Carles Flavià”. En 1999 estrenó la primera versión de “El Estado del Malestar” y posteriormente ha participado en “5hombres.com”, en un monólogo dentro del montaje del espectáculo musical “Imagine”, producido por Norma Duval o en “El Evangelio según Carles Flavià”, dirigido por Manel Fuentes, entre otros. Además, es conocido por sus numerosas apariciones en televisión y radio como polemista en tertulias como la de Javier Sardá en el desaparecido Crónicas Marcianas o en el programa de Manel Fuentes en Rac1. También participa con sus monólogos en El Club de la Comedia de Canal+. Con más de quince años de existencia, no se entiende ninguna crónica actual de la noche barcelonesa sin que figure, en un lugar destacado, la sala Luz de Gas. En el local que anteriormente había albergado al teatro cabaret Belle Epoque se inauguró, en 1995, esta sala de fiestas que ha acogido a personajes de la talla de Mick Jagger, Kevin Costner o Hugh Grant. Desde entonces, programación de música en directo casi todas las noches de la semana en uno de los locales más bonitos de la Ciudad Condal con un decoración estilo “antiguo teatro”. Tras las actuaciones, que abarcan todos los estilos desde el soul al jazz, la sala se convierte en discoteca con música actual, pop y variada. Para dar cabida a otro tipo de espectáculos ajenos a la música, la anexa sala 2 acoge actuaciones como la de Carles Flavià en “El estado del malestar 2”. Más información: Sala Luz de Gas, 2 Muntaner, 246 Barcelona Tel.: 932 097 711 Texto de Anna Tomàs