Makkila: te contamos cómo son las cenas con música en directo del restaurante madrileño de moda

Las noches en Makkila son de las que se recuerdan bien. Y no se olvidan por la fiesta, el ambiente y lo bien que se sale de allí; con ganas de lanzarse a las calles de Madrid. El año pasado ya escribimos de todo aquello. “Salir a la madrileña, con una cerveza, un picoteo informal pero sustancioso y buena música, nunca estuvo más al día”, decíamos. 

El grupo hostelero se ha erigido como gran modelo de espacios -estratégicamente colocados en Serrano, Alonso Martínez y Fuencarral- donde dejarse ver y ser visto. Sin dejar de lado una gastronomía de inspiración cañí, pero con leves toques asiáticos. Un punto -la fusión- que hace que todo sea mucho más refrescante, adictivo y, si se quiere, sorprendente.  

El restaurante de Núñez de Balboa es especial porque aprovecha un esquinazo de la calle Ortega y Gasset. Todo acristalado y que cuenta, además, con una zona exterior y cubierta. El interior se compone de dos plantas, en el que la segunda es más un mirador que otra cosa, pero que consta de mesas y gusta mucho. La fiesta, casi siempre, empieza ahí. En el diseño de los diferentes lugares, con un salón acogedor y amplio, no puede faltar el dorado, sin ser excesivo; la madera, clara y bien combinada y, como no, las plantas de grandes dimensiones, los espejos y la luz tenue.  

Música en directo con clásicos actuales 

Son conocidas sus noches con hits electrónicos, comandadas por productores y pinchadiscos como River, Bengro, Mick Martz o Ardiya. Ahora, en esta entrada de año, donde parece que estamos recuperando el sabor y los usos de antes de la pandemia, se proponen no solo hacernos bailar a partir del jueves. Sino aportar contenido y buena atmósfera a los miércoles. 

Para ello han colaborado con Estrella Damm -la reserva de la noche incluye dos cervezas-. Y donde la música en directo levanta la velada, armoniza y da ese puntito de más, que siempre le pedimos a un miércoles, cuando el finde cada vez está más cerca. Se interpretan versiones de clásicos instantáneos de las últimas tres décadas; hay guiños a El Canto del Loco, Leiva u Hombres G, pero también hueco para estilos como el flamenco, el jazz, la rumba, el bolero o la bossa nova.  

El próximo miércoles (16 de febrero) estará Lukas Puente, un argentino que ama el flamenco. En sus actuaciones se puede escuchar a Alejandro Sánz, a Camarón o a Ketama, con una guitarra y poco más. La voz rasgada, que es una de sus características más visibles, hace que las interpretaciones ganen en pasión. Y para el último del mes (23 de febrero): Entre coche y andén, el alterego de Angel Vargas. El polifacético farandulero, como le gusta definirse, revisa clásicos y no tan clásicos con intensidad y fuego. Lleva más de una década en los escenarios.

Gastronomía con sabores sorprendentes 

Y todo ello con lo que ya es marca de la casa. Una oferta gastronómica que convence y apuesta por sabores reconocibles, con un leve punch para levantar todo. ¿Algunas ideas? Las alcachofas confitadas y el tzatziki de pistachos, la icónica salsa griega; los nigiris de ensaladilla rusa y chanquetes fritos, una mezcla de sabores adictiva; las zamburiñas al sweet chilly con cebolleta, levemente picantes y cítricas; o una de sus últimas invenciones, las croquetas de carbonara y queso idiazabal, cremosas y potentes. 

En definitiva, si lo que quieres es salir un miércoles, con amigos o sorprender a tu pareja, la opción de Makkila destaca por tres factores que son ganadores: ambiente (musical y de gente), gastronómico (con un recetario que impacta) y un ticket medio que no debería superar los 30 euros si nos portamos bien. Win win.