Murcia Gastronómica: que diez años no es nada

Murcia Gastronómica: que diez años no es nada
Murcia Gastronómica: que diez años no es nada
Murcia Gastronómica cumple este año una década en la que se ha consolidado como el congreso más relevante del sureste español.

Todo nació en un porche frente al Mediterráneo, en Mazarrón, Murcia. Allí le surgió a Sergio Gallego una idea cuya concreción dura ya una década. Una larguísima nómina de grandes chefs que han protagonizado la cocina española de vanguardia de la última década, muchos de ellos procedentes de aquella mítica revolución de 1976; otros, ‘hijos’ de la disrupción ferrandiana, y otros tantos, ‘huérfanos’ del cierre de El Bulli descubriendo su brillante camino, forman parte ya de la historia de Murcia Gastronómica (MG). Este encuentro anual, de cuatro días de duración, organizado por el diario ‘La Verdad’ (Grupo Vocento) y dirigido por el periodista Sergio Gallego, se ha consolidado como el congreso gastronómico más relevante del sureste español. “La idea era crear una mezcla, un híbrido entre un congreso profesional, con la presencia del sector de la restauración local, un foro de encuentro entre grandes figuras de la cocina nacional para compartir ideas, técnicas, conceptos, y una feria popular. Y creo que lo conseguimos”, señala Gallego.

A principios del próximo mes de noviembre -del 5 al 8- Murcia Gastronómica cumple su décima edición y recupera (previsiblemente aún con restricciones de aforo) la presencialidad, si bien manteniendo el formato mixto que se acabó imponiendo con la pandemia, es decir combinada con presentaciones en intervenciones telemáticas. 

Pedro Subijana en Murcia Gastronómica

Sus espacios han sido testigos de la evolución de la alta cocina española y ha vivido momentos para el recuerdo: en Murcia supo el maestro De la Osa que había recibido su segunda estrella Michelín, aquí recibió Pedro Subijana el Premio nacional al Mérito Gastronómico. Un Subijana muy vinculado a Murcia a través de su amistad con el chef murciano -ya retirado- Raimundo González Frutos desde que protagonizaron, junto con un grupo de cocineros vascos y el gran difusor de la ‘nouvelle cuisine’, el francés Paul Bocuse, el gran cambio en el panorama gastronómico nacional y local. Aquí el mejor asador de pescado del mundo, Aitor Arregi, dio una magistral charla simplemente sin más ‘menaje’ que un humilde taburete contando las historias de El Cano y Elkano, porque en el avión le habían perdido todo el producto previsto para su ponencia. Aquí, Martín Berasategui, un clásico en este congreso, se encontró las alcaparras 'baby' y acabó prestando su imagen para la empresa que las cultiva y comercializa. Aquí, los hermanos Torres descubrieron y se maravillaron con los salazones murcianos. Aquí supimos de las aventuras del alicantino Juan Moll, director de sala del Imperio Roel Robuchon y de la trayectoria del murciano Antoine (Antonio) Hernández, sumiller jefe del mismo grupo durante décadas. Y aquí el asturiano Nacho Manzano acabó conociendo a su actual sumiller en Casa Marcial, el murciano Juan Luis García.

Por sus salas de ponencias ha resonado los nombres de Berasategui, Del cerro, Kiko Moya, Fran Martínez, Paco Roncero, Quique Dacosta, Paco Morales, Mario Sandoval o Ricard Camarena, entre decenas más. Pero también ha cumplido un importantísimo papel de catalizador e impulsor de la gastronomía regional y ha visto cómo Pablo González Conejero, de Cabaña Buenavista, recibió su segunda estrella Michelin y María Gómez, de Magoga, se estrenaba en la guía roja. Y sobre todo ha sido testigo -y en cierta forma parte- de la evolución de la nueva gastronomía murciana, con un tropel de jóvenes chefs que se han lanzado a la aventura de abrir sus propios establecimientos, pese a todas las dificultades, pandemia incluida.

Martín Berasategui en Murcia Gastronómica

Su calle de las tapas -en casi todas las ediciones hubo que cerrar las puertas al reventarse el aforo-, las catas, talleres, demostraciones y conferencias, y uno de los espacios más apreciados, el minigourmet, donde los padres pueden dejar a sus hijos a cargo de cocineros especializados para poder disfrutar con libertad del congreso, son algunas de las armas del congreso que explican que -salvo el año pasado, limitado por el Covid19- haya recibido una media de 25.000 personas por edición. MG cumple este año una década, consolidado como un referente en el calendario nacional de eventos gastronómicos con nuevas ideas y actividades. Pero con los objetivos de siempre: reconocer a los mejores e impulsar la excelencia en la alta restauración.

“Lo que me hace sentir orgulloso ante esta décima edición es que MG se constituyó desde el principio como un impulso a la gastronomía regional, una herramienta de intercambio de experiencias, ideas y negocios y una herramienta de visualización de las cocinas de este rincón del sudeste español”, resume Sergio Gallego.