Santiago de Compostela: guía para visitantes durante el año Xacobeo
No hay muchas ciudades que, como Santiago de Compostela, sean Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por partida doble. Compostela lo es por su casco histórico, pero también como destino del Camino de Santiago, que fue también reconocido en su momento como Primer Itinerario Cultural Europeo.
Estos galardones, como el Europa Nostra de rehabilitación de conjuntos históricos, dejan claro que la ciudad tiene mucho que ofrecer, al menos en el terreno de lo monumental, pero es que junto a esa oferta, perfecta para amantes de los cascos históricos, la arquitectura y los museos, Santiago tiene un panorama gastronómico, musical y de ocio particularmente interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que la ciudad no llega a los 100.000 habitantes.
Este hecho, que se mantiene de año en año, se ve incrementado de una forma muy importante durante los años santos Xacobeos, que se celebran a lo largo de un ciclo irregular, cada 6, 5, 6 y 11 años antes de volver a empezar. Y 2021 es, tras más de una década de espera, uno de ellos.
Se trata de un ciclo un tanto enrevesado, pero eso no es importante. Desde el año 1993, en el que se decidió complementar las celebraciones religiosas con actos culturales, turísticos y de ocio, cada vez que un año santo se aproxima las autoridades turísticas empiezan a difundir su programación con meses de antelación, así que es difícil perdérselo.
Desde aquel Xacobeo de finales del siglo pasado, el año santo se ha ido enriqueciendo, sumando a su programa conciertos, ciclos de música clásica y de teatro, festivales cinematográficos, exposiciones, espectáculos en la calle y un largo etcétera de actividades pensadas para todo tipo de público.
De este modo, Santiago se ha convertido en un centro turístico atractivo y diverso, capaz de ir más allá de lo monumental y de lo religioso, lo que la convirtió en el año 2000 en la segunda ciudad española en ser declarada Capital Europea de la Cultura, sólo por detrás de Madrid.
Por este motivo, cada Xacobeo cientos de miles de peregrinos y de turistas eligen Santiago de Compostela como su destino. Algunos lo hacen llamados por la parte espiritual de las celebraciones, otros atraídos por los monumentos o por la agenda cultural. Hay quien visita la ciudad debido su gastronomía o por su situación estratégica, perfecta para moverse por Galicia y por los distintos caminos de Santiago. Todos, al final, encuentran aquí un lugar con un encanto especial cargado de motivos para volver.
¿Qué hay de especial en la ciudad durante un año Xacobeo?
Es el momento para cruzar la Puerta Santa de la catedral, que se abre únicamente durante los Xacobeos y que es uno de los preceptos que todo peregrino debe cumplir. Otro signo de que estamos en año santo es la luz que corona la Berenguela, la espectacular torre barroca de la catedral, que a lo largo de estos meses se convierte en un faro para peregrinos llegados de todo el mundo y que sólo se apagará al anochecer del 31 de diciembre.
Una vez dentro de la catedral, la tradición manda visitar la tumba del Apóstol. La catedral se construyó a su alrededor, así que hoy en día hay que bajar unas escaleras estrechas y empinadas para asomarse a ella, justo debajo del altar mayor.
Gastronomía
Otro de los grandes atractivos de Santiago es su oferta gastronómica. Empezando por el mercado de abastos, situado en pleno casco histórico, en el que se encuentran a diario pescados y mariscos de las Rías Baixas y de la Costa da Morte, carnes del interior de Galicia, quesos artesanos y los famosos panes compostelanos.
A partir de este kilómetro cero gastronómico es posible llevar a cabo una ruta por tiendas y colmados en los que encontrar empanadas de primera calidad, chocolates artesanos y elaboraciones reposteras de lo más tentador ¿No sabes por dónde empezar? Pues anota: quizás puedes acercarte a Catrineta, una pequeña conservera con estética de hace más de un siglo, visitar luego panaderías artesanas como Pan da Moa o La Bulanxerí (sí, escrito así), probar los dulces artesanos de la Confitería El Coral y hacer luego una parada, precisamente al pie de la torre del reloj de la catedral, en La Zapatería de Compostela para descubrir sus especialidades.
Otra alternativa es el tapeo, que en Santiago es algo que se toma muy en serio. Aquí lo más habitual es que te sirvan una tapa de cortesía con tu consumición y luego, si quieres, puedes continuar con la oferta de tapas y raciones de la casa.
Algunos de los muchísimos lugares recomendables son Benboa, con su oferta marinera o el Bar Coruña, si lo que buscas es un local de esos de toda la vida, un clásico especialmente popular entre los estudiantes, que lleva décadas manteniendo su fama gracias a especialidades como el jamón asado, los bocadillos de calamares o sus históricas empanadillas. Explora barrios como San Clemente o los alrededores de la Praza Roxa para tapear como un compostelano más.
Si quieres seguir empapándote del Xacobeo gastronómico una gran opción es Comovino, que conjuga la barra de vinos con un comedor para quien quiera ir más allá del tapeo y probar especialidades locales puestas al día. Al anochecer, quizás sea una buena idea explorar el norte del casco histórico, cuajado de tabernas, bares de vinos y coctelerías en los que alargar la jornada. Una buena opción para empezar es Xarmenta, estratégicamente situado y con una oferta de tapeo sin complicaciones.
Y desde aquí vuelta hacia el mercado, uno de los puntos calientes de la ciudad, alrededor del cual se arremolinan restaurantes tradicionales, taperías, pulperías, locales de copas y hasta barras gastronómicas de autor.
Festivales y conciertos
En un plano más festivo, Compostela vive una sucesión de convocatorias atractivas a lo largo de todo el año. A festivales cinematográficos como Cineuropa, Curtocircuito y Amal, ya clásicos, se suman convocatorias como O Son do Camiño, un festival de música pop y rock que este año se celebra, por motivos de seguridad, en pequeño formato y bajo el nombre de O Son do Camiño Perseidas.
Por el escenario de O Son do Camiño han pasado artistas como David Guetta, Black Eyed Peas, Iggy Pop, Lenny Kravitz, The Killers o Franz Ferdinand convirtiendo a la ciudad en lugar de peregrinación también para los aficionados a la música.
Sorpresas culturales
Santiago de Compostela siempre tiene espacio para alguna sorpresa más. Y más aún a lo largo de un año Xacobeo. Un buen ejemplo es la Casa do Cabido, una sala de exposiciones que no tiene más de 3 metros de ancho.
El edificio se construyó hace más de 300 años frente a la catedral, y el resultado es esta casa de pasillos y escaleras angostas que suele acoger exposiciones y que -esta es una pista que quizás no venga en tu guía de la ciudad- ofrece desde los balcones de su planta superior algunas de las mejores vistas de la catedral.
Una visita a la ciudad no está completa sin un paseo por su Alameda, en la que suelen celebrarse exposiciones y conciertos al aire libre, especialmente durante los años Xacobeos. El que en su momento fue el coto de caza de una ilustre familia compostelana es hoy un parque romántico con espectaculares perspectivas de la ciudad histórica y de los montes de los alrededores.
De aquí, para terminar, de vuelta al casco histórico comprando al pasar castañas asadas en los puestos con forma de tren que aparecen aquí y allá entre octubre y enero. O para sentarse tras la ventana del Café Literarios, asomada a la plaza, y dejar pasar el tiempo entre charlas y cafés. Si además ese día llueve, eso es lo que en Santiago se conoce como compostelanear, dejar pasar las horas mirando al temporal desde el otro lado.
Y para acabar, como hicieron durante siglos generaciones de peregrinos, visita el torno de las monjas de clausura de San Paio de Antealtares para comprar las galletas de claras que ofrecían como desayuno a los viajeros. O su tarta de Santiago. Algunos expertos dicen que esta receta se cocinó por primera vez entre estos muros hace cientos de años.