Na Petra

Se encuentra en primera línea del mar, y tiene la terraza como uno de los principales atractivos, con la zona costera de Santanyí y las barcas como reclamo. Pero su cocina no ofrece los típicos platos habituales en un lugar marinero -como suelen ser las sartenes y las frituras de la marca, sino que dejan de lado el aburrimiento para ir más allá y ofrecer una cuidada carta de propuestas.

Abierto el mes de mayo de 2017, se ha optado por una propuesta culinaria para compartir, en la que priorizan "que el comensal se sienta como en casa, sin encorsetarla con formalismos innecesarios, pero sin descuidar la atención", explica Vanessa Valente, jefe de sala del restaurante. Así, el cocinero Guillermo Suñer prepara platos que entran por la vista; pero que juegan con los sentidos del comensal, como la mousse de foie, que se presenta simulando una naranja y que se acompaña de trocitos de pistacho y membrillo; una mezcla de matices que se unta sobre el pan de cristal que acompaña el plato.

Otra de las propuestas que llama la atención por cómo contrasta sabores salados y dulces es el brazo de me deshuesado, que previamente se ha preparado al baño maría, con roner a 68 grados durante 24 horas, que se combina con una torta de pasas, un acompañamiento de bulgur, una 'demi-glace' de naranja y un toque de hierbabuena. 

También hay propuestas más sencillas, pero igualmente exquisitas como el tataki de atún ligeramente pasado por la plancha, que se acompaña con una suave crema de almendra y un granizado de uva; además de postres que acaban de redondear la comida, pero con un toque diferente a lo habitual, como la crumble de manzana con galleta de almendra que se sirve con un helado de especies. 

Todo esto y más, siempre con la calidad por bandera, se puede saborear tranquilamente en la terraza exterior frente al mar, o bien, en la sala o en la terraza interior. Hay que decir que, además de cuidar la cocina, en Na Petra tienen especial mención a la parte barista, desde la cafetería hasta la coctelería. De hecho, hay un jardín de pateras con hierbas aromáticas que se emplean en sus elaboraciones, una buena selección de cafés e infusiones, y una interesante carta de cócteles -incluso con vodka y ginebra creadas por ellos mismos como comenta la barman Erika Barilotti, una excelente consejera que también elabora sus jarabes e infusiones para conseguir unos cócteles de autor equilibrados y sabrosos. 

En pocas palabras, en Na Petra encontrarás un ambiente confortable, un espacio para personas que buscan algo más que una velada delante del mar. Una experiencia diferente, con clase, un punto atrevida, pero siempre sabrosa y de calidad.