30 ideas y recetas para cocinar en la cuesta de enero
Tras las fiestas, llega la cuesta de enero. Hay que agudizar el ingenio y sacar platos sabrosos controlando el gasto y ahorrando todo lo posible. Para ello te proponemos todas estas ideas y combinaciones con productos baratos que dan un resultado fantástico en la mesa. Como siempre, utilízalas como base para elaborar tus propias combinaciones, y si no tienes alguno de los ingredientes, puedes sustituirlo por otro similar. Donde pone queso de cabra, puedes usar otro queso graso, donde se necesite pera, usa manzana y así con todo porque, en realidad... ¡la cocina son fórmulas que en la mayoría de los casos permiten adaptaciones hechas con un poco de sentido común y muchas ganas de cocinar!
1. Tortillas con diferentes combinaciones
La tortilla es un formato flexible que admite muchísimos rellenos. Bien sea en el formato tipo tortilla de patatas o también en la clásica tortilla francesa con relleno en el interior. Aquí tienes algunas ideas para tortillear en enero:
Tortilla abierta de verduras con queso de cabra
Mejora tu tortilla salteando brevemente espinacas con espárragos picados (o cualquier otra combinación que te guste). Salpimenta y reserva. Bate los huevos y forma una tortilla en una sartén con aceite. Distribuye las verduras y añade trozos de queso de cabra que se fundirán con el calor de la sartén. Termina con un toque de sal y pimienta. Et voila!
Tortilla de morcilla patatera (también se puede hacer con sobrasada)
Los embutidos grasos con pimentón como la morcilla patatera extremeña, la sobrasada mallorquina o el chorizo que a todos nos gusta van de fábula con el huevo. Prepara una tortilla de patatas y añade trozos de estos embutidos antes de cuajar. Como añadido especial yo le pongo a veces unos trozos de queso de Mahón.
Tortillas en salsa
Cuando tienes una tortilla de patatas ya hecha, puedes cambiarla totalmente o incluso recuperarla si empieza a estar un poco tiesa: sírvela en una buena salsa de tomate sofrito, o en una salsa romesco, o preparar una salsa de vino blanco dorando unos ajos picados en aceite, añadiendo harina y ligándola como si fuera una bechamel pero en lugar de leche usando un poco de caldo y vino blanco.
Tortillas paisanas
Las tortillas cuyo interior prescinde de la patata y en su lugar utilizan alubias con hortalizas, en mi casa se llaman paisanas. No existe una fórmula canónica, pero unos dados de zanahoria salteados junto con pimiento rojo carnoso picado y guisantes cocidos añadidos en el último momento son junto a las alubias una mezcla muy gustosa. Salpimenta con generosidad, para que quede sabrosa y haz una tortilla con ellas. Son baratas, fáciles de hacer y ricas de verdad.
2. Sopas con legumbres
¿Quién no tiene a mano un bote con legumbres cocidas? Bien sea de alubias o de garbanzos, preparar un sofrito básico, añadir unas legumbres cocidas, un caldo y un poco de pasta te saca de muchos apuros y lo hace a un precio casi rasante. Aquí tienes algunas combinaciones para sacarle partido bueno y barato a la cuchara.
Sopa de alubias con cebolla pochada
Necesitarás un bote de alubias cocidas, caldo de verduras y una buena cantidad de cebolla cortada en juliana. En una cazuela, añade un chorro de aceite y pocha a fuego lento la cebolla condimentada con sal y pimienta. Cuando tenga un color dorado y desprenda un aroma dulzón, añade un chorro de vino de jerez y las alubias. Cubre con el caldo y cocina 5 o 6 minutos para que el sabor de la cebolla impregne el caldo. Sirve con una buena tostada con queso rallado por encima, que puedes gratinar.
Sopa de fideos con garbanzos
Necesitarás un bote de garbanzos cocidos, un puñado de fideos, unos buenos trozos de chorizo y caldo de pollo o de cocido. Saltea los garbanzos con un poco de ajo picado en una cazuela con aceite. Añade sal y pimienta y el chorizo cortado en trozos. Cuando todo esté ligeramente dorado, añade un chorro de vino rancio o de Jerez y evapora el alcohol. Cubre con el caldo y cocina 5 minutos. Añade los fideos y cocina hasta el punto en que te gusta encontrar la pasta.
Sopa de verduras con salchichas y alubias
Necesitarás salchichas y un bote de alubias, junto con un buen sofrito de tomate y caldo. Pon en la cazuela las salchichas a dorar con aceite. En cuanto cojan color, añade el tomate junto con un buen chorro de vino blanco. Evapora el alcohol, añade el caldo, rectifica de sal y deja cocinar 5 minutos para que las salchichas se hidraten. Añade las alubias, cocina un poco más y sirve con perejil picado por encima.
Sopa de legumbres con pollo y tomillo
Necesitarás un bote de legumbres cocidas (alubias, garbanzos, incluso lentejas) y tres o cuatro piezas de pollo. Lo ideal para mí es el contra muslo deshuesado. Dora el pollo en la cazuela junto con una buena cantidad de tomillo y ajo picado, cuando está dorado desglasa con un chorro de vino de Jerez, evapora el alcohol, córtalo en trozos y vuelve a ponerlo en la cazuela. Añade caldo de pollo y cocina 5 minutos el conjunto para que el caldo saque aromas del pollo dorado. Añade las legumbres y cocina 5 minutos más. Sirve con tomillo fresco picado por encima.
Sopa rápida de pescado con lentejas
Necesitarás un bote de lentejas, unos cuantos mejillones sin concha (que pueden ser congelados, estamos en la cuesta de enero), pescadilla o pescado blanco, unas cucharadas de salsa romesco o salsa de tomate y caldo de pescado. En la cazuela con aceite dora la pescadilla desespinada junto con un par de dientes de ajo. Añade los mejillones y la salsa romesco, integra un minuto al fuego (puedes también añadir un chorrazo de vino o coñac si lo tienes a mano) y añade el caldo de pescado. Añade también las lentejas, cocina un poco porque el pescado se hace enseguida y rectifica de sal y pimienta antes de servir.
3. Cremas con base de legumbres
¿Que no te apetece sopa? Puedes probar también con el formato crema. Las legumbres tienen un alto contenido en almidones que al triturar aportan una textura suave a las cremas.
Crema de coliflor con alubias y queso azul
Necesitarás media coliflor, un bote de alubias, caldo y unos dientes de ajo. En una cazuela con un chorro de aceite, dora la coliflor cortada en ramilletes y un par de dientes de ajo. Usa fuego medio para que el ajo no se queme. Cuando todo esté un poco dorado, añade las alubias y el caldo, cocina hasta que la coliflor esté blanda y tritura el conjunto añadiendo sal, pimienta molida y unos dados de queso azul a tu gusto al final. Recuerda reservar un poco del caldo para poder añadir si te está quedando muy espeso al final.
Crema rápida de lentejas con curry
Necesitarás unas cebollas, curry en polvo, caldo de pollo o de verduras y un bote de lentejas. Dora la cebolla picada en una cazuela con aceite, añade el curry al gusto cuando esté dorada. Añade también las lentejas y cubre con caldo. Cocina cinco o diez minutos y tritura. Pasa por el colador y rectifica de sal antes de servir.
Crema de rúcula, garbanzos y curry
Para esta variante, parecida a la anterior de lentejas, necesitarás un bote de garbanzos y un poco de creme freiche o crema agria como complemento opcional. Dora la cebolla como antes, añade el curry y luego los garbanzos. Cocina, tritura, pasa por el colador y rectifica de sal. Sirve con hojas de rúcula y nos cuantos garbanzos salteados por encima. Recuerda reservar un poco del caldo para poder añadir si te está quedando muy espeso al final.
Crema de alubias con champiñones
Necesitarás un bote de alubias cocidas, un buen puñado de champiñones, ajos, cebolla y caldo. En una cazuela con aceite, dora cebolla picada menuda y ajos laminados. Cuando cogen color, siempre a fuego lento, añade un chorro de vino de Jerez y evapora el alcohol. Añade los champiñones y dora a fuego más intenso, en cuando sueltan su agua introduce las alubias y cubre con caldo. Cuece cinco minutos, tritura, cuela y rectifica de sal y pimienta.
Crema de zanahoria, garbanzos y jengibre
Necesitarás unas zanahorias cortadas en dados, una cebolla, un diente de ajo y jengibre rallado, además del bote de garbanzos cocidos y algo de caldo. En la cazuela con aceite, cocina la cebolla, el ajo picado y la zanahoria hasta que están blandas pero no estén doradas, añade el jengibre y cocina dos o tres minutos más. Incorpora los garbanzos, cubre con caldo y cuece lentamente unos diez minutos. Tritura, pasa por el colador para que la textura quede fina y rectifica de sal y pimienta. Recuerda reservar un poco del caldo para poder añadir si te está quedando muy espeso al final.
4. Recetas con pistos y samfainas
Preparar un pisto es una tarea que lleva un poquito de tiempo pero luego te da un juego fantástico para estirar cualquier receta de forma barata y sabrosa. La base vegetal exige cebolla, pimiento y tomate, y el pisto canónico es un plato ideal para la temporada del verano, pero el resto de verduras puede variar en función de lo que tengas en casa y adaptarlo también a la cuesta de enero.
Pescado a la plancha con base de pisto o samfaina
Para el pisto, pocha a fuego lento en una cazuela con aceite dados generosos de cebolla, pimiento rojo, calabacín y berenjena (opcional). Añade tomillo u otra hierba aromática a media cocción, así como pimienta y sal. También un buen chorro de vino rancio o de vino tipo Jerez. Deja confitar lentamente, cuanto más tardes… más rico quedará. Pasa unas escalopas de pescado blanco por la plancha con un poco de aceite, salpimenta y sírvelas encima del pisto.
Pisto con jamón y garbanzos
El pisto base que hemos preparado con amor es ideal para combinarlo con unos garbanzos cocidos y unos dados de jamón. Simplemente ponlo todo junto en una cazuela, pero añade el jamón en tacos al final para que no queden demasiado cocidos y salados.
Huevos rellenos con pisto
Cuece unos huevos durante 10 minutos en agua hirviendo y refréscalos en agua fría. Pela los huevos duros, córtalos en dos mitades y retira la yema, que mezclas con el pisto y vuelves a rellenar el hueco. Sírvelos en una bandeja, opcionalmente los puedes gratinar en el último momento con un poco de pan rallado y queso.
Samfaina sobre alubias cocidas
Este plato tradicional de la cocina catalana no tiene más complicación y es delicioso. Utiliza un bote de alubias cocidas como base, las puedes saltear un poco en aceite con sal y pimienta para darles un poco de punch extra. Ponlas en la base del plato y cubre con un pisto o samfaina... ¡y a triunfar!
Empanadillas de pisto
Rellena unas obleas de empanadilla con el pisto, añadiendo trocitos de huevo duro picado por en medio y cocínalas en el horno en lugar de freír. Quedarán más ligeras y agradables. Son un bocado barato y fácil de preparar.
5. Platos ricos y baratos basados en pasta
La pasta es otro elemento barato que permite crear una base a la que añadir algún otro elemento que le dé sabor y profundidad al plato. Desde luego, el tomate sofrito es el gran clásico pero si le das un poco a la imaginación puedes conseguir platos ricos y baratos saliéndote de esa combinación.
Lasaña de salchichas y albahaca
Dora un par de cebollas cortadas en juliana y en ellas saltea unas salchichas cortadas en trozos en una cazuela y añade un buen sofrito de tomate. Aromatiza con albahaca fresca picada o con tomillo y reserva el relleno. Cuece las láminas de lasaña y monta la misma en una fuente de horno intercalando la pasta con las salchichas. Añade queso rallado, mantequilla y a gratinar.
Macarrones con los restos del cocido
A ver, esta idea es tan sencilla que incluso dudo que haga falta explicarla mucho… cuando te sobre cocido, estofado o cualquier otro guiso. Esta es precisamente la base tradicional de la salsa boloñesa y no la carne picada. Desmiga los restos, mézclalos con una buena salsa de tomate sofrita y ale, a la pasta y a disfrutar.
Espaguetis con ajo, mantequilla y limón
Prepara una salsa con mantequilla fundida en la que doras suavemente ajos y le añades ralladura de limón. Adereza con sal y pimienta molida. Cuando la tengas, añádela a tu pasta recién cocida y cómetelo antes de que se enfríe, que es cuando está de recopón.
Pasta con hortalizas asadas
Hornea hortalizas con un chorro de aceite, emulando que las haces a la brasa, es decir, procurando que la piel quede bien dorada, casi chamuscada. Riégalas con un buen chorro de vino de Jerez y añade abundantes hierbas aromáticas a media cocción. Deja templar cuando estén horneadas y pícalas a trozos grandes que salteas en una sartén (añade aceite si hace falta) junto con pasta corta cocida al dente. Rectifica de sal y pimienta.
Ensalada de pasta con pera y nueces
Pela y corta las peras en dados grandes. También unos trozos de queso azul y unas nueces peladas. Cuece pasta corta al dente y mezcla el conjunto en un bol, aliñando con una vinagreta de limón, sal, pimienta y aceite.
Ensalada de pasta con aguacate y bimi
Cuece el bimi (si puedes al vapor, si no, en un poco de agua con sal) dejándolo ligeramente crocante. Corta en trozos y mezcla con trozos de aguacate y con pasta recién cocida. Prepara una vinagreta de lima, sal, pimienta y aceite.
6. Arroces sencillos y baratos
Hacer un arroz toma un poco de tiempo, pero no es complicado. El truco para no complicarnos la vida puede estar en hacerlos cremosos, es decir, no buscar hacer un arroz tipo paella sino en que quede una textura cremosa similar a un risotto, o incluso caldosos, que exige mucha menos precisión en el control de la proporción entre líquido y arroz
Arroz cremoso de clorofila con menta
Tritura una buena cantidad de hojas de perejil, albahaca y menta en un poco de caldo de pollo o vegetal. Ha de quedar como un puré de color clorofila. En una cazuela, pon un chorro de aceite con cebolla picada menuda y cocínala a fuego muy lento sin que tome color. Añade un chorro de vino blanco, evapora el alcohol y añade el arroz cuando la cebolla esté blanda. Tuesta un minuto la superficie del arroz y cubre con aproximadamente el doble de volumen de arroz con caldo de pollo o caldo vegetal. Cuando lleves media cocción, aproximadamente unos 8 minutos, añade el puré de clorofila y rectifica de sal. Termina la cocción y sirve antes de que se enfríe.
Arroz cremoso al pesto de avellanas
Las avellanas son mucho más baratas que los piñones, así que prepara un pesto de avellanas triturando hojas de albahaca con un poco de parmesano rallado, avellanas tostadas y unas cucharadas de aceite. Prepara un arroz cremoso pochando en aceite la cebolla picada y un poco de ajo, mojando con un chorro de vino y tostando el arroz antes de añadir el caldo (doble y un poco más de volumen del arroz, guarda un poco por si necesitas añadir más caldo). Prepara el arroz en blanco cuidando de que quede bien de punto de sal y sirve como base con unas buenas cucharadas de pesto por encima que le darán color y diversión al tenerlo que ir mezclando.
Arroz cremoso de espinacas, anchoas, rúcula y tomatitos asados
Asa unos tomatitos cherry en el horno o en la air fryer. Con unos 8 o 10 minutos a calor intenso quedarán asados. Cuece las espinacas durante dos minutos en agua con sal, escurre y reserva. Pica las anchoas y reserva. Prepara un arroz cremoso como en el anterior pesto de avellanas, pero en el último momento sirve con unas hojas de rúcula, las espinacas, las anchoas bien picadas y los tomatitos con un chorro de aceite de oliva virgen en el último momento.
Risotto de remolacha y pimientos asados
Puedes utilizar un bote de pimientos del piquillo asados. En el caldo de pollo, cocina la remolacha cortada en bastones hasta que estén blandos y reserva caliente. Prepara una cazuela con aceite donde doras a fuego suave cebolla picada y ajos laminados. Añade el arroz y tuesta el exterior durante un par de minutos, cubre con el caldo que la remolacha habrá teñido y que irás añadiendo cuando el arroz lo necesite, removiendo de vez en cuando. Rectifica de sal y pimienta y añade una nuez de mantequilla al final junto con un poco de parmesano rallado y los pimientos asados en tiras por encima.
Falso arroz de brócoli salteado
Ralla los ramilletes de brócoli o pícalos en tu robot (también se puede hacer con coliflor) de manera que quede una especie de granitos de arroz pero de verdura. Saltéalos en una sartén o wok con un poco de aceite de oliva virgen extra y unos daditos muy pequeños de zanahoria. Añade un chorro de salsa de soja, unas setas (pueden ser perfectamente champiñones troceados) y unos huevos cocidos troceados.