Triángulo de amor bizarro, en Escenario Santander
Dicen que Santander es una de las ciudades más bonitas de la costa cantábrica. Una ciudad que presume de haberse levantado de grandes catástrofes como la gran explosión de 1893, cuando el buque vizcaíno Cabo Machichaco atracó ilegalmente en el puerto de Santander con 51 toneladas de dinamita y ácido sulfúrico en sus bodegas. Una historia que se refleja muy bien en el tema “Matxitxako” del grupo Tulsa. El buque explotó y se llevo por delante media ciudad, con 600 muertos y más de medio millar de heridos. Cuentan las leyendas de alcahuetas que el ancla cayó a casi 5 kilómetros del puerto y que la ciudad de convirtió en un gran sardinero donde llovían peces asados del cielo, y las patas de los calamares bajaban ya fritas por la explosión. No se si será por eso, pero Santander es uno de los lugares donde puedes comer las mejores rabas que te imagines, aunque yo no dejaría pasar la oportunidad de pasear por los barrios de Corbán, Puerto Chico o El Sardinero y sentarme en una buena mesa a dar buena cuenta de un cocido montañés como mandan las ordenanzas. La ciudad también puede presumir de destilar una de las mejores bandas de rhythm & blues que tenemos en la actualidad, la de Jimmy Barnatán y por supuesto de tener una de las mejores salas de concierto de todo el país: Escenario Santander. Se trata de la principal sala de conciertos de la capital cántabra, que cuenta con un aforo de 1.000 personas y un formato polivalente capaz de transformarse en un club con las mejores propuestas alternativas, de vestirse como una sala lista para las artes escénicas, un cine o un mercado de vanguardia, e incluso una gran discoteca. Una sala espectacular que les llevará a acoger este año una de las actuaciones de la gira de The Other Side Pink Floyd Experience, 40 años después del emblemático concierto de Pink Floyd en el anfiteatro de la antigua ciudad de Pompeya, un grupo de músicos profesionales menorquines se reúnen para rendir homenaje a uno de los grupos más importantes del panorama musical de las últimas décadas, con un espectáculo audiovisual magistral. Pero mucho antes de esa cita con la psicodelia podemos disfrutar de una gran banda, mucho más cercana y divertida, Triángulo de Amor Bizarro. Los gallegos estarán actuando en Escenario Santander este próximo 15 de marzo, dentro de las actuaciones programadas por todo el país por el Budweiser Live Circuit.Triángulo de Amor Bizarro nacieron como banda en A Coruña en el año 2004, adoptando el nombre de una canción de New Order, Bizarre Love Triangle. Apenas un año después de su formación y con tan sólo dos maquetas ganaron El Proyecto Demo del Festival de Benicassim, siendo la única banda que lo ha ganado dos años seguidos. En el 2007 graban su primer disco homónimo con la discográfica Mushroom Pillow, pero no es hasta 2009 de la mano del productor Paco Loco cuando dan el gran salto a la popularidad con su segundo disco, Año Santo. El álbum es reconocido por la prensa especializada como uno de los mejores discos del año, inician una gira por México y actúan en los principales festivales nacionales en un tour que se alarga hasta finales de 2011. En 2013 publican su tercer y último disco hasta la fecha, Victoria Mística, siempre con la compañía Mushroom Pillow. Su escasa discografía está plenamente justificada por el volumen de conciertos que acumulan en sus giras, ya que estamos ante un ejemplo de banda honesta que basa su popularidad en la sinceridad de sus directos, de su feedback con el público, de su permanente contacto con los fans. Ahora están celebrando sus primeros diez años de carretera, y lo hacen con un show donde podremos degustar lo bueno y mejor de sus tres discos. Un espectáculo que está considerado hoy en día como uno de los mejores que podemos encontrar en la escena indie nacional. Disfrútalo y vive tu propia victoria mística. Más información: Triángulo de Amor Bizarro Día: Sábado 15 de marzo Dónde: Escenario Santander (Av. Constitución, 31-51. Santander) Hora: 21:00 Precio: Entrada anticipada, 10 €. En taquilla, 13 €. Texto de JL Bad