Una del mediodía, una pareja oriental y un grupo de italianos contemplan boquiabiertos desde sus taburetes el espectáculo más apetitoso cuando uno se dispone a “picar algo”: cómo cortan el jamón de bellota a mano con ese estilo inconfundible que ha hecho famoso este producto internacionalmente.
Sobre la mesa tienen ya unas cañas, olivas rellenas manualmente de anchoa y unas raciones de bravas y croquetas que captan la atención de los transeúntes. ¡Señores, esto sí que es un vermut!