8 alimentos que no pueden faltar en tu despensa de primavera
Consumir frutas y verduras de temporada significa que vamos a tomarlos en su mejor momento nutritivo, pues será cuando se encuentren en su mayor plenitud para aportarnos todos los beneficios con los que cuentan. Hay que tener en cuenta también que si consumimos las frutas y verduras en la temporada correspondiente nos beneficiaremos de un mejor aroma y sabor y de propiedades que se adaptan de forma más natural a lo que necesitamos en todo momento. Por ejemplo, venimos de meses de frío en los que las frutas y verduras son más calóricas, sin embargo, los alimentos de temporada en primavera y verano son más hidratantes y nos ayudan a refrescarnos.
Dicho esto, es momento de renovar alimentos y formas de preparación y, al igual que hacemos con nuestro armario, es la hora de revisar la despensa, así que apúntate al rojo, al verde y al naranja, porque son los colores que más vas a ver y a comer en los próximos meses y con los que vamos a combatir la astenia primaveral.
Fresas
Roja, crujiente, con aroma… la fresa es una de las primeras frutas de primavera que llega al mercado. Aunque puedes encontrarlas durante todo el año, es ahora cuando están en plena temporada, lo que permiten que sean muy aromáticas y sabrosas. Son ricas en minerales como el magnesio y el hierro, además de un potente antioxidante. Aunque todas las fresas puedan parecernos iguales, existen distintas variedades: Reina de los Valles (predominante en el mercado español), Camarosa, Pájaro y Selva son algunas de ellas. Es una fruta que se puede consumir en cualquier momento del día, con la que se pueden hacer conservas y que se usa, sobre todo, en repostería y ensaladas.
Aguacate
El aguacate se ha convertido en una de las estrellas de la cesta de la compra desde hace apenas una década. Existen distintas variedades, aunque la más introducida en nuestra cocina es el Hass, el de la piel rugosa. Sus propiedades nutricionales son muy valoradas, ya que es un alimento muy completo, con un alto contenido en proteína, en grasas monoinsaturadas y otros compuestos, que lo hacen muy beneficioso para el corazón. Para saber si lo estamos comprando en su punto óptimo, es aconsejable apretarlo levemente para sentir si la pulpa está un poco blanda. Esto indicará que es su mejor momento de consumo. Sus propiedades gastronómicas hacen de él un ingrediente muy versátil en ensaladas, batidos, salsas, sopas y postres.
Espárrago verde
No hay nada más primaveral en la cocina que un revuelto de espárragos verdes. Si a su sabor sumamos su perfil nutricional, el espárrago verde se convierte en algo así como un ‘superhéroe’ en esta despensa de temporada, una verdura puramente mediterránea que es una gran fuente de vitamina C para nuestro organismo. Además, sirven para desintoxicar nuestro cuerpo y están recomendados en dietas de adelgazamiento, pues el 80 por ciento de su composición es agua y tienen un alto contenido en fibra. Toman su color porque crecen a la luz del sol y al aire libre. Esta es la diferencia con los blancos, que se sacan de la tierra cuando aún no han salido a la superficie.
Nísperos
De piel y color anaranjado, el níspero alberga en su interior semillas grandes. Es una de las primeras frutas con hueso que nos da la primavera. Debe comerse madura para saborear su dulzor, pues de lo contrario será amarga y astringente. Para nuestra dieta, aporta vitamina E, selenio y vitamina C. Además, podemos contar con él como fuente de carotenos y vitamina A, con lo que ayudaremos a cuidar nuestra piel y nuestros ojos, y es muy poco calórica. Sus propiedades tonificantes le han dado el apodo de “fruta de la belleza”. Sus usos suelen estar relacionados con las conservas, repostería y su consumo al natural, aunque en los últimos años han salido al mercado otros productos como licores y destilados.
Alcachofa
Antigrasa, depurativa, amiga de nuestro hígado y digestiva. ¿Se le puede pedir más a una verdura? Así es la alcachofa, uno de los cultivos más antiguos del mundo con cuyas flores se pueden hacer hasta quesos gracias a sus fermentos naturales. Las alcachofas tienen tantos amantes como detractores, ya que su sabor amargo no contenta a todo el mundo, pero bien preparada es una auténtica delicatessen. Con su corazón se pueden hacer estupendos platos llenos de sabor: desde un salteado, hasta pasarlas por el horno, añadirles huevo, jamón o trufa. Las opciones son ilimitadas. Si a eso sumamos que es una verdura estupenda para mantener a raya el colesterol, sólo nos queda consumirla siempre que podamos.
Frambuesas
La frambuesa es una fruta con un alto poder antioxidante que nos protege y equilibra, ya que tiene fitonutrientes que ayudan a desinflamar nuestras células y a disminuir nuestro estrés oxidativo. También ayuda a mejorar los síntomas de las alergias y el asma. Aunque la variedad más conocida y más consumida en el mundo es la de color rojo, igualmente podemos encontrarlas amarillas, azules o negras. Su consumo está recomendado para cuidar de nuestros ojos y del cerebro y ayudan a mantener estable el azúcar en sangre, por lo que están recomendadas para personas diabéticas. Sus usos en la cocina son variados, pero principalmente para repostería, salsas y conservas.
Guisante
Aunque se pueden disfrutar de ellos en cualquier época del año, los guisantes son una legumbre de primavera. Sí, una legumbre. Más allá de la creencia de que el guisante es una verdura, se trata de una semilla (como la soja o el garbanzo) muy apreciada por quien gusta de la buena mesa. Son ricos en vitaminas, antioxidantes, fibra y minerales. Su composición tiene un 80 por ciento de agua y destacan su aporte en vitamina C, ácido fólico y vitaminas del grupo B. Para consumirlos, tenemos muchas formas: al vapor, cocidos, en sopa, purés, ensaladas e, incluso, se hace un pan estupendo con harina de guisante seco. Lo importante es no cocinarlos demasiado para que sus propiedades queden lo más intactas posible.
Brócoli
Algunos lo aman y otros lo detestan, pero lo cierto es que el brócoli debería ser parte de nuestra dieta semanal por su calidad y nutrientes. Es un importante alimento detox, y hay estudios que recomiendan no cocinarlo en el microondas para conservar todas sus propiedades. Además, ayuda a mantener los huesos fuertes y una estupenda salud ocular. Por supuesto, es una alta fuente de fibra, y su vitamina C y su betacaroteno hacen que desarrollemos defensas para mantener nuestro sistema inmunitario fuerte. En la cocina puedes prepararlo salteado o al vapor para que mantenga sus propiedades. Lo ideal es hacerlo en cocciones de no más de cinco minutos.