Cómo hacer pan casero con harinas alternativas: trigo sarraceno, espelta y más
Desde hace unos años, las harinas alternativas están ganando terreno en nuestra cocina. Les sobran motivos para hacerlo, ya que aportan más nutrientes que la harina convencional, es decir, la de trigo refinada.
Al estar menos procesadas, la mayoría conserva su fibra, vitaminas, minerales y proteínas. Al optar por estas variedades, reducimos la ingesta de carbohidratos refinados y podemos mejorar la calidad nutricional de los alimentos horneados. Dependiendo del tipo de harina, además, se reduce el índice glucémico, lo que ayuda a bajar de peso y prevenir la diabetes tipo 2.
Harinas saludables
Hoy en día, existen muchas harinas con gran cantidad de nutrientes, con las que podemos elaborar panes, galletas, pasteles y otros productos de repostería. Algunas de las más utilizadas son la harina de avena, especialmente rica en fibra, la de almendra y la de espelta.
Otras variedades de harina son la de garbanzos, arroz integral, trigo sarraceno y teff. Esta última, menos conocida, tiene como base el teff, un grano típico de Etiopía, con propiedades antioxidantes y digestivas, y sin gluten.

Pan de espelta
La espelta es un cereal muy nutritivo, fácil de digerir, que contiene un alto porcentaje de proteínas, vitaminas y minerales, como hierro y magnesio.
Por ello, el pan de espelta es una excelente opción para quienes buscan alternativas más saludables al pan tradicional. ¡Aprende a elaborarlo!
Ingredientes:
- 500 g de harina de espelta
15 g de levadura fresca
Agua
Sal
Aceite de oliva
Elaboración:
Disolvemos la levadura en agua tibia.
Mezclamos en un bol grande la harina de espelta con una pizca de sal.
Hacemos un hueco en el centro de la harina y añadimos la mezcla de agua, aceite de oliva y levadura.
Mezclamos bien con las manos hasta formar una masa suave y elástica. La colocamos en un bol ligeramente enharinado, la cubrimos con un paño limpio y húmedo y dejamos que repose en un lugar cálido hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Luego, le damos forma al pan (redondo o alargado), lo colocamos en una bandeja de horno, lo tapamos nuevamente y lo dejamos en reposo de 30 a 45 minutos, hasta que aumente un poco más de tamaño.
Precalentamos el horno a 220 grados y horneamos el pan media hora. Después, lo sacamos del horno y dejamos que enfríe sobre una rejilla antes de cortarlo.

Pan de avena
La avena es un cereal muy completo, rico en fibra, proteínas y grasas saludables. Su harina aporta una textura suave y un sabor ligeramente dulce, ideal para panes nutritivos y saciantes.
Ingredientes:
500 g de harina de avena
10 g de levadura seca
300 ml de agua tibia
1 cucharadita de sal
1 cucharada de miel
2 cucharadas de aceite de oliva
Elaboración:
Disolvemos la levadura y la miel en el agua tibia y dejamos reposar unos minutos.
En un bol grande, mezclamos la harina de avena con la sal. Añadimos la mezcla de agua, levadura y miel, junto con el aceite de oliva.
Amasamos hasta obtener una masa homogénea y la dejamos reposar en un bol cubierto con un paño hasta que duplique su tamaño.
Formamos el pan y lo colocamos en una bandeja de horno. Dejamos reposar 30 minutos más.
Precalentamos el horno a 200 grados y horneamos durante 35-40 minutos. Dejamos enfriar antes de cortar.

Pan de trigo sarraceno
El trigo sarraceno no es un cereal, pero su harina es una excelente opción para panes sin gluten, con un sabor terroso y textura densa.
Ingredientes:
400 g de harina de trigo sarraceno
100 g de harina de arroz (opcional, para una textura más ligera)
10 g de levadura seca
350 ml de agua tibia
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar
2 cucharadas de aceite de oliva
Elaboración:
Disolvemos la levadura y el azúcar en el agua tibia y dejamos reposar unos minutos.
En un bol grande, mezclamos la harina de trigo sarraceno con la harina de arroz y la sal.
Añadimos la mezcla de agua y levadura, junto con el aceite, y mezclamos bien hasta obtener una masa pegajosa.
Dejamos reposar en un bol cubierto con un paño hasta que doble su tamaño.
Precalentamos el horno a 200 grados. Vertemos la masa en un molde engrasado y horneamos durante 40 minutos.
Dejamos enfriar antes de desmoldar y servir.

Otras recetas con trigo sarraceno
El trigo sarraceno o alforfón es una fuente de proteínas, antioxidantes y fibra. Este grano es muy beneficioso para el corazón y apto para celíacos, al no contener gluten. Te proponemos que lo incorpores a tu alimentación con estas dos recetas:
Ensalada de trigo sarraceno con tomate y queso
Ingredientes:
- 200 g de trigo sarraceno
Tomates cherry
Mozzarella
1 calabacín pequeño
Zumo de limón
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Elaboración:
Empezamos cocinando el trigo sarraceno. Para ello, lo colocamos en un bol y lo podemos bajo un grifo de agua fría. Luego, hervimos el trigo sarraceno en una olla con agua unos 20 minutos, hasta que quede tierno, pero con consistencia. Reservamos.
Cortamos el calabacín en cuartos, los tomates cherri por la mitad y la mozzarella en cubos y los dejamos en un bol.
A continuación, preparamos el aliño, mezclando bien en un cuenco el aceite de oliva, el zumo de limón, una pizca de sal y pimienta.
Por último, podemos en un bol grande las verduras frescas, el trigo sarraceno, y revolvemos bien. Añadimos el aliño por encima y servimos.

Bizcocho de trigo sarraceno, almendras y calabaza
Ingredientes:
- 300 g de harina de sarraceno
5 dátiles
120 ml de leche de almendras
130 g de calabaza cocida
2 cucharaditas de levadura
Aceite de oliva
Sal
Canela
Vainilla
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180 grados.
Mientras, mezclamos en un bol grande la harina de sarraceno, la levadura, la sal, la canela y la vainilla.
A continuación, mezclamos en otro bol los dátiles, la calabaza cocida, el aceite y la leche, y lo batimos. Incorporamos todos estos ingredientes al otro bol y mezclamos bien todo.
Vertemos la masa en un molde para bizcocho bien engrasado y horneamos unos 45 minutos. Sacamos del horno, lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego ya podemos disfrutarlo, solo o con una infusión o café.
