6 restaurantes de Mallorca donde disfrutar del mejor 'pa amb oli'

3 Noviembre, 2023
Anna Carrascal
Con orígenes agrícolas y pesqueros, el 'pa amb oli' se ha convertido en uno de los platos más aclamados en Mallorca con sus versiones tradicionales o con las más renovadas, atrayendo a todo tipo de paladares. Os invitamos a recorrer la isla para probar los 'pans amb oli' más originales.

El manjar centenario del pa amb oli se ha convertido en la elección gourmet para los gastrónomos gracias a la reinvención de las recetas más antiguas por parte de los chefs isleños. Su definición no es más que “pan con aceite” aunque no son válidos cualquiera de éstos a la hora de prepararlo; hay que utilizar el pan moreno mallorquín (o pan de payés) y un buen reguero de AOVE para continuar saboreando el tradicional gusto de este plato. No hay que olvidar el toque más mediterráneo: restregar un tomate de ramellet y una pizca de sal. Si bien, la receta va mucho más allá, y es tan importante la base como el topping. Este último, y en sus orígenes, eran carnes (sobre todo embutidos), huevos, pescados y queso (especialmente, y por cercanía, mahonés), pero ahora sabores sorprendentes e ingredientes de alta cocina pueden completar un pa amb oli.

Bon Vent Café & Bar

Bon Vent

Si hay un lugar donde comerse un pa amb oli con vistas al mar es el Bon Vent, en Can Pastilla. Platos frescos y sabrosos en un ambiente informal, con una carta de tapeo, nachos archiconocidos, y pans amb oli que tampoco se quedan atrás: de salmón, de bacalao ahumado, el Mediterráneo con mozzarella y tomate, de sobrasada y queso de cabra… Una opción ideal para completar un día de playa de la mejor manera posible.

Ca S’Hereu

Ca S'Hereu

Nos adentramos al centro de la isla para desplazarnos a uno de los pueblos más bonitos y con más cultura vitivinícola, Binissalem. Aquí encontramos Ca S’Hereu, un restaurante donde los pans amb oli originales y distintos son aclamados en sus cenas. Sin duda, el de sepia con cebolla tierna o el de pluma ibérica con cebolla caramelizada y huevo de codorniz son opciones atrayentes sin perder la identidad de la tradición mallorquina.

Soda Pop

Soda Pop

Con una singular decoración y encanto, el Soda Pop es el lugar para disfrutar de unos llonguets y de una gran variedad de pans amb oli. Desde recetas clásicas como la de sobrasada, queso de cabra y miel hasta sabores reinventados gourmet que han ido ganando terreno en su carta como el pa amb oli especial de pollo braseado, el de mayonesa de curry vegana y heura o el de salmón y aguacate con verduras y especias. Todos ellos se sirven en tostadas de gran tamaño y se acompañan de olivas, guindilla y, por supuesto, hinojo marino casero.

Atípic Café

Otro top que encontramos en los extramuros de Palma, en el barrio de Son Rapinya, es el Atípic Café. Se trata de una excelente opción cuando andamos con antojo de pa amb oli. Su oferta gastronómica es sencilla pero rica: tapas y sugerencias semanales como cordon bleu, e incluso recetas tradicionales como el bacalao gratinado con allioli. Sus pans amb oli se han ganado la fama en la zona y es que, además de ofrecer opciones como la de los marinados con salmón y bacalao ahumado, anchoas y boquerones, en Atípic uno “puede montárselo” como quiera: queso mahonés, jamón ibérico, sobrasada, camaiot… Opciones clásicas de siempre al gusto de cada uno.

S’Hostal

S'Hostal

Para los mallorquines, existe un lugar de peregrinaje a la hora de comer un pa amb oli de verdad, y es, sin duda, S’Hostal. Su cocina es honesta y de toda la vida donde los productos locales son los protagonistas y donde se sirve nada más que este maravilloso plato. ¿Nuestra recomendación?. El variado, para poder probar un poco de cada embutido artesano comprado en el mismo Montuïri: jamón serrano, queso mahonés y camaiot, siempre acompañado de olivas y guindilla. Sin lugar a dudas, visita obligada si se quiere comer uno de los mejores pans amb oli de la isla.

Puig de Santa Magdalena

Puig de Santa Magdalena

Parada obligada para los que buscan uno de esos lugares con un charme especial. El Puig de Santa Magdalena, en Inca, es uno de esos restaurantes que hay que visitar, y es que las vistas panorámicas de la Serra de Tramuntana hacen que te encuentres en un marco incomparable. El restaurante enamora por su calidez y trato familiar. Su carta es exquisita, resaltando recetas tradicionales mallorquinas, paellas y las carnes maduradas premium. Sus pans amb oli se preparan de la forma más gourmet destacando el Es Puig, pensado para dos personas: jamón ibérico, queso mahonés, solomillo de ternera, sepia a la plancha y verduras de temporada. Un variado que vale la pena probar a los pies del calor de su chimenea en invierno o en su idílica terraza en verano.