Cosas que no debes hacer para disfrutar de la ruta
La ruta "De tapes per Barcelona" es una muy buena excusa para disfrutar de la oferta gastronómica más callejera y gamberra de la ciudad. ¿Un quinto y una buena tapa por 2,40 €? Planazo. Por múltiples motivos (prisa absurda, ansias desmedidas, germánico sentido del deber…) yo no he aprovechado la experiencia. Y eso que me ha hecho gozar la mousse de escalivada del Amélie, la delicia de bacalao de la Vermutería Lou y la coca de redondo de La Llavor dels Orígens. ¿Imaginas lo que habría sido si me hubiera aplicado? En fin, a ti plín. La buena noticia: ya me equivoco yo por ti y no me debes nada. Lo que viene a continuación son algunos consejos para arruinar este maratón de estómago y gaznate. Evítalos. O síguelos a pies juntillas, que estás en tu derecho a equivocarte, claro que sí. 1º- No consultes el mapa antes de salir: Da igual que una buena gente lo haya colgado aquí y aquí. No importa en absoluto que el segundo enlace contenga los horarios de apertura de los locales. Tú échate a las calles como si fueran a quitarlas. Si después llegas a un local y lo encuentras cerrado, culpa al gobierno, a los banqueros o a una conspiración extraterrestre que tú, no, para nada, tú nunca tienes la culpa. 2º - Ve con estrés: A ver, si estás por la labor de abordar una ruta con 66 tapas y 66 cañas es muy poco probable que pertenezcas a esa mitad de mi generación que se ha calzado unas zapatillas deportivas para correr maratones. Reconócelo, eres un libidinoso, un epicúreo y, sobre todo, un tragón. Tómatelo con calma. No aproveches los 40 minutos que tienes para comer entre semana. Llegará la hora de salir de la oficina o, incluso, llegará el fin de semana. Por si no te has dado cuenta, los Mayas se equivocaron y el meteorito del otro día pasó de largo. 3º - Haz la ruta a solas: Cabe la posibilidad de que seas un lobo solitario. O que todo el mundo te haya dado la espalda por alguna siniestra razón. Oye, todos pasamos malas rachas. Pero si no es así, si eres una persona normal, con amigos, pareja, familia o tribu de cualquier tipo, recuerda: el ser humano es un animal gregario. Y conste que no soy de los que cree que comer solo puede sumirte en una espiral de depresión y nihilismo. Pero salir de tapas solo… eso sí. 4º - Evita el transporte público: Aunque lo tuyo sea el Bicing… ¡alma de cántaro! ¿Cómo se te ocurre enfilar una ruta cervecera al volante? Tampoco te vaya a dar por caminar, no hace falta. La ruta abarca de Santa Eulàlia a Virrei Amat y tenemos una excelente red de transporte público que, hete aquí la novedad, ¡no está en huelga! 5º - Tómate la última: Y, encima, hazlo en un local fuera de circuito. No sé qué extraño motivo me impulso a entrar en ese bar ignoto después de haberme zampado tres generosas tapas con sus tres buenas cervezas. ¿Era necesario? No. Aunque en ese momento lo pareciera no lo era en absoluto. El caso es que me di cuenta al cabo de unas horas. Y, para entonces, ya era tarde. Texto de Jordi Luque Fotos de Juan Valera