Estos son los mejores boquerones en vinagre de Madrid
CompartirCasa Emilio
Casi setenta años lleva este popular bar del barrio de Prosperidad ofreciendo unos boquerones en vinagre que son de los mejores de Madrid. Tal cual, sin aceite ni perejil. Con una ración de patatas fritas y un vermut de grifo o una caña de cerveza, son el aperitivo perfecto. El local, que apenas ha cambiado desde su apertura en los años cuarenta, no tiene cocina, así que el resto de su oferta se centra en embutidos (entre los que sobresale un buen chorizo leonés) y en latas de conserva, sobre todo las de anchoas para hacer el tradicional "matrimonio" con los boquerones.
López de Hoyos, 98
El Cantábrico
El Cantábrico es el mejor ejemplo de marisquería popular. Lleva más de sesenta años ofreciendo en sus antiguos mostradores de cinc todos los productos del mar, especialmente gambas, que consumen en grandes cantidades los numerosos clientes y que se pagan a precios asequibles. Aunque no hace falta darse al marisco: los boquerones en vinagre son de los mejores que se pueden tomar en Madrid, perfectamente acompañados por unas buenas patatas fritas.
Padilla, 39
El Boquerón
Por fuera es uno más de los bares de barrio que abundan en Lavapiés. Dentro, un cuidado zócalo de azulejos y la barra tradicional de aluminio aportan un encanto especial al pequeño local, decorado con fotos y cuadros de caballos. Su oferta principal es el marisco fresco, especialmente las gambas a la plancha o cocidas, a precios sin competencia en Madrid. Con ellas, los boquerones en vinagre son las estrellas de la casa.
Valencia, 14
Casa Macareno
Una neotasca que recupera el espíritu de las antiguas tabernas madrileñas. Situada en el barrio de Malasaña, conserva el espíritu, la estética y en buena parte el recetario de aquellas. Coloridos azulejos y mesas de mármol como escenario donde probar, entre otras cosas, platos “clásicos de taberna”, entre ellos uno muy buenos boquerones en vinagre que se sirven acompañados de encurtidos y patatas chips caseras.
San Vicente Ferrer, 44
Ricla
Esta es una de las tascas con más encanto de Madrid. Inaugurada en 1867, conserva todo el sabor de las antiguas tabernas castizas con sus paredes en tonos verdes y rojizos, su barra de estaño, los grifos de latón o las tinajas de vinos de Valdepeñas. Un sitio para disfrutar con tapas y raciones de siempre, especialmente con sus callos a la madrileña y con sus boquerones en vinagre.
Cuchilleros, 6
Casa Santoña
Esta casa tiene merecida fama por sus anchoas artesanales, que por sí solas justifican la visita, sobre todo las que denominan de clase extra, con un tamaño y una calidad excepcionales, simplemente aderezadas con un chorro de bien aceite de oliva. Pero sus boquerones en vinagre no desmerecen. Pruébenlos con las anchoas en el llamado “matrimonio”.
Avenida de Nazaret, 10
La Dolores
Enfrente mismo de la iglesia del Cristo de Medinaceli, esta centenaria taberna castiza mantiene su tradicional y llamativa fachada de azulejos y su mostrador de mármol en el que se sirven bebidas y tapas. Su principal especialidad son los canapés, de los que se ofrece un surtido muy variado. Pero no hay que perderse sus gildas y, sobre todo, sus boquerones en vinagre.
Plaza de Jesús, 4
Rosell
A espaldas de la estación de Atocha, esta taberna castiza, fundada allá por el año 1920, ha sabido mantenerse fiel al espíritu con el que se creó. Azulejos de Talavera en la fachada, como manda la tradición, y en el interior una completa oferta para el aperitivo que tiene como protagonistas a los bacalaos, tanto al horno como rebozado o con alioli. Y con ellos unos estupendos boquerones en vinagre.
General Lacy, 14
Fide
Si quieren comer buen marisco y hacerlo de una manera informal, en Fide tienen una dirección muy recomendable. A esta cervecería tradicional de la calle Ponzano, con una barra bastante incómoda y siempre muy concurrida, se va a disfrutar de un buen producto marino. Sus boquerones en vinagre merecen mucho la pena.
Ponzano, 8
La Charla
Una cervecería moderna que pertenece a un conocido grupo de restaurantes madrileños. En su carta, se alternan tapas tradicionales con otras revisadas, como las patatas bravas con salsa kimuchi. Entre las primeras, las croquetas, la ensaladilla , por encima del resto, unos buenos boquerones en vinagre.
Santa Engracia, 76
