Quesos veganos, recetas para no renunciar a nada
El mundo del queso ha vivido, y todavía vive, un proceso similar al de la carne, con la réplica de algunas de sus preparaciones más emblemáticas a partir únicamente de productos de origen vegetal.
Al igual que hay carne sin ingredientes de origen animal (hamburguesas, nuggets hot-dogs...), cada vez más tenemos a nuestro alcance quesos que no se elaboran con leche de vaca, ni de oveja, ni de cabra ni de búfala, sino con aceite de coco, anacardos o almendras, por ejemplo.
Está claro que existe una demanda para todos estos productos, ya sea por convicción de aquellos que han optado por una dieta vegana como de gente que prefiere reducir el consumo de carne y otros productos de origen animal por salud o por convicciones ecológicas, pero que no desean renunciar a según qué productos.
Y es que el queso es de esas cosas de las que cuesta prescindir, por eso se ha ido ampliando el mercado con quesos plant-based que imitan las características de quesos conocidos y otros que proponen texturas y sabores genuinos.
Frutos secos y aceite de coco
Según la normativa, solo se considera oficialmente queso el que está hecho con leche y, por eso, los fabricantes ponen en las etiquetas nombres genéricos como loncheado estilo gouda, cremoso, rayado estilo mozzarella o daditos estilo tres quesos, o mucho más concretos como vrie, con uve.
Pero, ¿cómo se hace un queso vegano? Se elabora con una materia prima a la que se añaden probióticos (como la levadura), que son los encargados de la fermentación, así como especias o aromas para obtener los diferentes gustos.
La materia prima más habitual son los frutos secos, a menudo almendras o anacardos, pero también se elaboran con aceite de coco, tofu, almidón de patata, leches vegetales o derivados de la soja. Los quesos veganos aportan fibra, proteínas y grasas insaturadas, pero también pueden ser muy calóricos, sobre todo si están elaborados con frutos secos, por lo que es aconsejable consumirlos con moderación.
Hacer queso en casa
Hacer quesos veganos en casa no es difícil, algunos se elaboran simplemente mezclando los ingredientes, otros se terminan en el horno. Os ofrecemos unas cuantas recetas de equivalentes veganos de algunos de los quesos más populares.
Ingredientes:
1 taza de almendras crudas
1 taza de leche de almendras o agua
2 cucharadas de zumo de limón
2 cucharadas de aceite de coco o de oliva
2 cucharadas de levadura en polvo
1/2 cucharadita de sal
Preparación:
- Dejamos las almendras en remojo toda la noche, las pelamos y las ponemos en el vaso de la batidora con el resto de ingredientes, hasta que quede una mezcla espesa y homogénea.
- Ponemos la mezcla en una gasa o paño de algodón poroso, sobre un colador, y presionamos para que suelte todo el líquido. Atamos los cuatro extremos de la gasa formando una bola y la dejamos en la nevera, sobre el colador, toda la noche.
- Al día siguiente, sacamos la gasa y ponemos la masa en un recipiente que pueda ir al horno y la untamos con un poco de aceite. La dejamos cocer a unos 140 grados durante unos 30 minutos. Si queremos un queso más cremoso, la dejaremos menos rato.
- Dejamos enfriar antes de consumir.
- Lo podemos servir recubierto con hierbas (tomillo, romero), pimentón o semillas de sésamo.
Requesón
Ingredientes:
100 g de almendras crudas
125 ml de rejuvelac (probiótico, bebida fermentada de granos de trigo germinados)
1/4 de taza de aceite de coco líquido
1 cucharada de levadura nutricional
1 cucharada de zumo de limón
Preparación:
- Ponemos las almendras en remojo durante 10 o 12 horas y las pelamos.
- Las ponemos en el vaso de la batidora con el rejuvelac y batimos hasta obtener una crema homogénea. La ponemos en un envase de vidrio, tapada con un paño de algodón, y la dejamos fermentar en un sitio oscuro, fresco y seco durante 48 horas.
- Añadimos el aceite de coco, el zumo de limón y la levadura, batimos para que quede bien mezclado y servimos, por ejemplo, como el clásico mel i mató, con miel o jarabe de arce, o como dip .
Parmesano en polvo
Ingredientes:
1 taza de anacardos sin sal
1/4 de taza de levadura nutricional en polvo
1/4 cucharadita de ajo en polvo
1/4 cucharadita de sal (o más si se quiere más salado)
Preparación:
- Pon todos los ingredientes en el vaso de la batidora y tritura hasta que quede una textura de polvo. Reserva en el frigorífico en un bote hermético.
- Ideal para servir sobre la pasta.
Feta
Ingredientes:
150 g de almendras molidas
60 ml de zumo de limón
1/2 taza de agua
3 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo picados
Una cucharadita de sal
Preparación:
- Trituramos todos los ingredientes en la batidora hasta conseguir una pasta cremosa.
- Ponemos un trapo de algodón bien limpio sobre un colador, echamos la mezcla, cogemos las puntas del trapo y las atamos bien. Ponemos el colador sobre un bote y dejamos en la nevera doce horas para drenar la masa.
- Ponemos la mezcla resultante en un cuenco que pueda ir al horno espolvoreada con harina y la horneamos a 180º C durante unos 40 minutos, hasta que el queso esté un poco dorado y firme al tacto.
Cheddar para nachos
Ingredientes:
2 patatas pequeñas (unos 350 g)
2 zanahorias medias (unos 140 g)
75 g de aceite de oliva
Media taza de levadura nutricional
2 cucharadas de zumo de limón
1/2 cucharadita de cebolla en polvo
1/2 cucharadita de ajo en polvo
Sal
150 ml de agua de la cocción
Opcional: cayena en polvo
Preparación:
- Pelamos y cortamos en dados pequeños las patatas y las zanahorias y las ponemos a hervir en agua con sal durante 15 minutos. Colamos y reservamos el líquido de la cocción.
- Ponemos en el vaso de la batidora las patatas y zanahorias hervidas con el resto de ingredientes, trituramos hasta conseguir una masa fina y homogénea. La guardamos en un bote de cristal en la nevera.
- Este queso es ideal para servir sobre unos nachos que pondremos al horno para que derrita y serviremos con rodajas de jalapeños.