El poder estético de los alimentos: salud y cosmética
Más allá del placer que produce una experiencia gastronómica en sí, la alimentación tiene otros efectos en nuestro organismo, a priori invisibles. Pero lo cierto es que qué comemos, nuestros hábitos alimenticios, tiene su reflejo en nuestro aspecto exterior, en nuestro físico. Piel, uñas y cabello reflejan si mantenemos una alimentación saludable o no. Y aquí es dónde la tendencia cada vez mayor al back to basics (como en muchos otros ámbitos) tiene su protagonismo en amplio espectro foodie.
Productos naturales, de los de toda la vida, reinventados en su preparación, combinación y presentación, nos proporcionan placer al degustarlos y, menos inmediatos, otros beneficios que se acabarán reflejando en nuestro físico. No se pretende en estas líneas hacer un vade mecum de gastronomía. Ni mucho menos. Simplemente de hacer un pequeño análisis de cómo se puede beneficiar nuestro organismo mientras disfrutamos comiendo. Y en una segunda parte, cómo la aplicación externa de algunos de ellos (en tratamientos o cremas) puede tener resultados hasta sorprendentes.
Dicho esto, arranca el ranking de los ‘alimentos ricos en’ con los preciados antioxidantes. La flor de la eterna juventud. Están en el té, el tomate, el aguacate y los arándanos, entre otros muchos alimentos de la naturaleza. ¿Qué hacen? Combatir el envejecimiento. Y ojo, porque lo que viene a continuación es NO APTO para adictos a la comida basura. Ya lo siento. Porque los antioxidantes los da la tierra.
En los tomates, protegen contra los rayos ultravioleta. Son las moléculas que le dan el color rojo a la verdura y se llama licopeno. Su poder es neutralizar los radicales libres que produce la exposición al sol. Su ingesta ayuda a combatir las arrugas y la aparición de pequeñas manchas. Y todo eso mientras se disfruta un gazpacho o un salmorejo. Los que hay en el aguacate son vitamina E, y tienen el mismo poder que el tomate: protege contra los radicales libres del sol.
Además, el aguacate es rico en ácidos grasos monoinsaturados, que aportan hidratación a las pieles secas. Cosmética natural que se consume en ensaladas, guacamole, y combinado en tostas con salmón o bacalao. Pero si hay un alimento que puede presumir de antioxidantes, ése es el arándano. Tan pequeño y tan apetitoso: solo, en macedonias, ensaladas, tartas y salsas, como que no quiere la cosa, te está haciendo un lifting.
Además de frenar el envejecimiento, la vitamina C es un gran aliado en la prevención de gripes y catarros. Y es un habitual en frutas: kiwis, naranjas y fresas pueden ser los mejores amigos a la hora fabricar colágeno, sustancia que determina la tonicidad y resistencia de la piel. Por su puesto mejor de temporada, pero justo en la que estamos ahora se presentan apetecibles en mil y una propuestas: ensaladas, zumos, salsas, batidos, helados, infusiones…
Todo depende de la creatividad de cada uno. En el segundo puesto en el ranking, están los alimentos ‘ricos en’ keratina, elemento determinante en el envejecimiento de pelo y uñas. ¿Y dónde hay keratina? Pues en los huevos, que además contienen una destacable cantidad de vitamina B8 en la yema, que contribuye a tener unas uñas más resistentes. Su poder será más potente, por supuesto, cuando más natural. Esto es: por muchas recetas deliciosas que haya, las más saludables serán las que incluyan el huevo pasado por agua o apenas cuajado.
También hay keratina en carnes como pollo y pavo, que además presumen de ser las más ligeras de todas. Y encima, permiten un enorme abanico de posibilidades en lo que a preparación se refiere: guisos, empanadas, rolls, pasteles…
Frutas y vegetales de color naranja, como el mango, la calabaza o la batata están también en este apartado, al igual que las verduras de hoja verde, como el brócoli. Un aliado contra el envejecimiento cutáneo y capilar es el germen de trigo (presente en cereales, pan, harinas y galletas, entre otros alimentos). Rico en antioxidantes varios, contiene también vitamina B, elemento determinante en el desarrollo y vigor del pelo.
De la misma forma, un bacalao a la bilbaína, una merluza a la sidra, una lubina a la espalda o una dorada a la sal preservan la flexibilidad y vitalidad del pelo. ¿Por qué? Porque los pescados son ricos en aminoácidos azufrados. Por otra parte, comer equilibradamente es importante para aportarle a las raíces todos los elementos necesarios para la fabricación y crecimiento del pelo.
Y por fin el alimento de la discordia: el chocolate. Tan adorado como temido (las dichosas calorías), el chocolate es el antidepresivo natural por excelencia, al tiempo que alimenta al cerebro y estimula la libido. Y lo mejor de todo, está delicioso.
La comida y la bebida en el salón de belleza
No es nada nuevo. Ni mucho menos. El de Cleopatra y sus baños en leche de burra mezclada con miel es el más manido y acertado de los ejemplos. Así que nadie debe extrañarse de la existencia de tratamientos con habituales de la gastronomía como el vino, el chocolate, aceites varios, el limón, la papaya o el aceite. Y empezando por el final, ahí van algunos ejemplos.
En el resort Asia Gardens de Alicante oferta entre sus tratamientos el ‘Precious rice’, el ‘Doucer Papaye’ y el ‘Lemongrass essential’. El primero de ellos tiene como materia prima, obvio, el arroz. El motivo, explican desde el resort, es que “el arroz cuenta con poderes suavizantes, nutritivos y calmantes gracias a su alto contenido en proteínas y aminoácidos”. Y añaden: “Las geishas ya lo utilizaban en sus rituales de belleza por su gran poder aclarante".
Respecto al Doucer Papaye, el protagonista es la papaya. Nativa de los climas tropicales alrededor del mundo, la papaya nutre la piel maltratada gracias a sus vitaminas antioxidantes A y C. También posee propiedades exfoliantes debido a que contiene una enzima llamada papaína, que elimina las células muertas de la piel áspera y pálida, dándole un tono mucho más luminoso.
Finalmente, el Lemongrass essential recurre al limón, bajo el argumento de que “combate la celulitis cuando ésta está relacionada con la retención de líquidos, tiene un gran poder dermoprotector, desodorante, tónico y equilibrador de las pieles grasas, su aroma azucarado y agradablemente ácido es refrescante y eficaz en periodos de cansancio”.
De sobra conocidos son los tratamientos de chocolaterapia y vinoterapia, como los que usan aceites varios. En el caso de la vinoterapia, se explica porque los frutos de las vides aportan resveratrol, una antioxidante que fabrican las propias uvas para protegerse de los radicales libres y que, por tanto, contribuyen a hidratar y reafirmar la piel, además de fomentar la regeneración celular.
La gastronomía en el tocador
Y de los beneficios del contacto natural con el alimento, a los que puede proporcionar convertido en cosmético. Según explican desde el servicio de venta on line, Showroomprive, el interés hacia los cosméticos con ingredientes alimentarios se ha incrementado notablemente en los últimos meses. De ahí que los distintos fabricantes de cosmética apuesten por introducir ‘comida’ en sus cremas, tónicos y leches limpiadoras.
El caviar es uno de los productos estrella. Desde el servicio de venta on line señalan que cuenta con vitamina A, B2, B5, B12 y E, aminoácidos, proteínas y minerales, entre otros. En este sentido, la aplicación del caviar en terapias cosméticas se asocia a la regeneración de la piel y su nutrición.
Por su parte, el higo chumbo, el laurel y el aceite de oliva destacan por sus propiedades hidratantes y se emplean (geles de baño, lociones hidratantes, panes de jabón, champús, etc). Y todo ello sin citar las propiedades del té, los yogures o la miel. Pero ya se sabe, no es vade mecum.