Tartar de fresas con pesto dulce, juego de texturas y aromas
En cocina existen dos grandes maneras de combinar ingredientes: el juego del contraste y su contrario, que consiste en combinar por afinidad. En este caso, utilizamos la segunda opción para mezclar con éxito elementos ácidos como son el fresón y la manzana. Cada uno aporta a nuestro postre una textura distinta. Si la primera es tierna y húmeda, la segunda es crocante y ofrece resistencia al mordisco.
Teniendo resuelta la base, la utilización de elementos aromáticos será la que confiera la personalidad final al conjunto. Acentuamos el punto cítrico del fresón con los aceites esenciales de la piel de naranja, y el penetrante aroma de la albahaca sorprende al ser un ingrediente comúnmente asociado a la cocina salada. En este caso junto a los piñones y el aceite jugamos con el concepto de un pesto dulce.
Esta receta es una base ideal para jugar con variaciones y dejar volar la curiosidad (podemos sustituir los piñones por otros frutos secos que nos gusten más, utilizar otras frutas de base como por ejemplo la pera con uva, buscar el límite de la acidez jugando a añadir pinceladas de vinagres de calidad o zumos de lima, utilizar aromáticos como el tomillo limón,… un mundo de posibilidades). Y se prepara en cinco minutos. Es lo más.