Pastelería Mora

Pastelería Mora es la segunda empresa más antigua de España. No en vano han pasado por ella 14 generaciones. ¡Ahí es nada! En la actualidad está regentada por Teo Mora Donat, descendiente directo del primer Mora que cogió las riendas del negocio en 1759. Pero como decíamos, esta circunstancia tan longeva no es lo único que la hace especial.  

Esta pastelería, capaz de deleitar los paladares más distinguidos, cuenta con un amplio catálogo de productos, todos artesanales: tartas tradicionales y modernas, bombonería, bollería, mazapanes, turrones, panettones... Pero, sin lugar a duda, la joya de la corona son sus famosas especialidades.   

Nueces al fondant, elaboradas con yema artesana y cubiertas con azúcar fondant; nueces glaseadas, mazapán de almendra marcona y bañadas en almíbar crujiente; pasteles de yema, mazapán de almendra marcona relleno de una yema ligera y untosa; pasteles de calabazate, mazapán de almendra marcona relleno de dulce de calabazate y especiado con ralladura de limón; y pastel de boniato, mazapán de almendra marcona con un relleno de dulce de boniato. Estamos con toda seguridad ante su producto más significativo cuya receta tiene un bagaje de más de 260 años. Todas estas especialidades se elaboran con la mejor materia prima, sin colorantes ni conservantes, trabajando y mimando cada pieza como si fuera única. 

Son muchos los paladares que se han dejado seducir por los dulces de la familia Mora, llegando incluso a servirse en la boda de Rita Haywort con el hijo de Aga Khan. Pero si hay un punto de inflexión en la evolución de esta empresa fue conseguir el título de ‘Proveedor de la Casa Real’. Corría el año 1877 cuando Teodoro Mora Delgado de Molina se desplazó a Madrid con la finalidad de obsequiar al rey Alfonso XII con algunos de sus dulces. El monarca, francamente impresionado por las delicias que acababa de degustar, le expidió el tan distinguido título.  

Para Teo Mora la clave del éxito está en el equilibrio conseguido entre tradición familiar y modernidad. De hecho, el obrador cuenta con nuevas líneas de producto como sus ya famosas palmiers. Palmeritas, de receta 100% artesana, con deliciosos rellenos a base de frutas, pralinés y chocolates. Además se elaboran mediante un innovador proceso con el que se consigue un hojaldre crujiente y de sabor intenso. ¡Parecen recién horneadas durante dos semanas!

Razones no faltan para que esta larga tradición confitera siga endulzando corazones y paladares durante muchísimos años más.