A Roig Viu
Con Arturo Roig a la cabeza del negocio y Jordi Tornero como jefe de cocina, este espacio gastronómico apuesta por una cocina de mercado con acento en el producto de calidad.
Arturo Roig, de chef privado a emprendedor
La pasión, profesionalidad y las ganas de hacer las cosas bien son las que siempre te impulsan a tomar decisiones que con el paso del tiempo se convierten en acertadas. Arturo Roig es buena prueba de ello. Tras su formación como cocinero en Barcelona, llegó su prueba de fuego con la apertura de Paixixi en Ontinyent (Valencia). Una apuesta arriesgada, teniendo en cuenta su juventud y la profesión anterior de su padre, dedicado siempre al mundo textil. No obstante, este proyecto fue un rotundo éxito ya que se convirtió en aire renovado para la hostelería de la zona. De ahí, su espíritu inquieto le llevó a recorrer medio mundo como chef privado de grandes personalidades hasta tiempos de pandemia, cuando decidió volver a casa y montar un delivery de sushi. Fue en ese momento cuando empezó a trabajar con Jordi Tornero, su mano derecha y actual jefe de cocina en el restaurante A Roig Viu en Albaida (Valencia).
Carrer del Real, 39, Albaida
46860 Albaida Valencia
España
Menú de A Roig Viu: cocina de mercado y de producto
Una apuesta gastronómica basada en una cocina de mercado, sin artificios, donde el producto es el auténtico protagonista. Idea muy acertada para la zona de la Vall de Albaida donde no sobran los restaurantes de este estilo. Cocina de carácter tradicional a la que simplemente se aplican técnicas actuales y las ya aprendidas en sus años de formación. De ahí, por ejemplo, sus afamados torreznos de diferentes texturas, cocidos en primer lugar para luego darles un toque de parrilla que aporta un toque crujiente y de lo más sabroso. Estos se acompañan de lechuga y cebolla que cultivan en su propio huerto ecológico porque su intención no es otra que ofrecer sostenibilidad y productos frescos y de temporada.
Podríamos asegurar que el 90% de su propuesta es cocina a la parrilla, rejilla hecha a medida en Guetaria (Guipúzcoa). Esta es la encargada de dar un toque personal y diferente a cada creación. Carnes de máxima calidad, especialmente vaca rubia gallega, pescados de la lonja de Gandía y verduras y hortalizas que el propio Arturo es el encargado de cultivar. Así, A Roig Viu no podría entenderse sin las brasas, unas brasas elaboradas con madera de olivo, naranjo y carrasca. De ahí su corvina a la parrilla con un punto justo de cocinado y que se acompañada de un escabeche suave de zanahoria o el solomillo de vaca rubia gallega con un particular aroma natural de brasa.
Todo al detalle, pensado y trabajado con un único objetivo: que el comensal disfrute con todas y cada una de las propuestas que salen de su cocina abierta. Cuentan con dos menús en el servicio de comidas donde se incluyen sugerencias del chef según temporada. En esta ocasión, pudimos probar las deliciosas alcachofas a la brasa con burrata fresca, aceituna Kalamata y albahaca. Por la noche, todo a la carta. Hay que probar la oreja de cerdo a la plancha con un toque de mantequilla, crujiente y sabrosa a partes iguales.
Una red para proyectos locales
Otro de los puntos importantes en la filosofía del restaurante es dar cabida a pequeños proyectos de productores locales que elaboran productos como el aceite de El Teular d’Atzeneta de Albaida, el pan de masa madre de un horno de la localidad alicantina de Ibi o el cacao del collaret de Casa Climent de La Granja. Un potente discurso que Arturo articula y cuenta en sala al comensal. Nadie mejor que él sabe el producto con el que cuentan. Además, junto con Jordi, también diseña la carta. Siguiendo con la filosofía antes mencionada, en su bodega se puede encontrar vinos de proyectos singulares de la zona, de pequeñas producciones y muy bien seleccionados. Para los más clásicos, también cuentan con referencias nacionales e internacionales de renombre.
Junto a todo esto, se agradece encontrarse con un estupendo espacio dotado de tres ambientes diferenciados donde predomina la luz natural, la madera y una decoración capitaneada por tonos rojos (roig en valenciano). De ahí el guiño que el nombre del local hace, tanto al apellido de su dueño, como al rojo que desprenden las brasas de su parrilla. Estamos convencidos de que este nuevo proyecto de Arturo ha llegado para quedarse y que, además, de aquí saldrán muchos otros ya que, a la mente inquieta de este joven emprendedor, no le faltan ideas.