Dani Malavia, chef de Fraula: Producto local, inspiración global y una estrella como recompensa
Dani Malavia, chef del restaurante Fraula en Valencia, es un apasionado de la gastronomía que forjó su carrera con dedicación y aprendizaje en algunos de los mejores restaurantes de España. Estudió en la Escuela de Hostelería Cecheste y comenzó su andadura profesional en el Alto de Colón con Quique Barella. Continuó adquiriendo experiencia en Kaimus y Saiti bajo la guía de Vicente Patiño. En 2014 se incorporó al restaurante El Poblet de Quique Dacosta en Valencia, un lugar que marcó un punto de inflexión en su trayectoria profesional y personal, ya que allí conoció a Roseta Félix, su compañera de vida y trabajo.
Posteriormente, Dani buscó nuevos retos en el tres estrellas Michelin de Quique Dacosta en Dénia, donde estuvo durante dos años, y luego en el restaurante de Ricard Camarena. Roseta, por su parte, trabajó en el Celler de Can Roca en Girona durante cuatro años, tras haber descubierto su pasión por la hostelería luego de estudiar oftalmología. Ambos conforman un tándem perfecto que ha llevado a Fraula a alcanzar la excelencia gastronómica y consolidarse como uno de los mejores restaurantes en Valencia.
Especialidad culinaria
Fraula se define por ofrecer una cocina sincera basada en el producto de cercanía y de temporada. Su propuesta mezcla la esencia mediterránea con guiños a cocinas internacionales como la mexicana, peruana o asiática. Dani y Roseta encuentran inspiración en los mercados, viajes y visitas a otros restaurantes, siempre siguiendo una metodología propia. En los últimos años, Fraula ha puesto especial énfasis en el trabajo con vegetales, reflejando una evolución hacia platos más estéticos y refinados, pero sin perder intensidad en los sabores ni la narrativa que acompaña cada elaboración.
Platos emblemáticos
Uno de los platos más destacados del restaurante es la ‘textura de espárragos blancos’. Durante la temporada, los espárragos se conservan para crear un plato compuesto por un tartar de gamba de la Lonja de Valencia, aliñado con una salsa de espárrago y galanga, coronado con un helado de espárrago blanco.
En el apartado de postres, destaca el ‘mole de fiesta’, una creación con chocolate, chile, frutos secos y mezcal, que se sirve en sala con una burbuja de humo, generando una experiencia única para los comensales. Los postres, ideados por Roseta, complementan perfectamente el menú, cerrando la experiencia con la misma calidad y creatividad que caracteriza al resto de los platos.
Y es que Roseta ha conseguido que esta parte del menú sea igual de destacada que el resto de la propuesta gastronómica, marcando la diferencia con creaciones que complementan perfectamente la experiencia. “Hay muchos restaurantes, incluso de alto nivel, que acaban los menús con postres que te dejan indiferente y no están al nivel del resto de los platos. Ahora parece que Roseta y yo ya hemos empatado, pero antes siempre solían elogiar más el trabajo de Roseta, porque era como acabar por todo lo alto. Eso sí, yo estaba encantado cuando antes de lo que más se hablaba era de los postres”, asegura Dani. La colaboración entre ambos es clave: “Cuando ella idea un postre, yo intento poner mi granito de arena. Formamos un buen tándem”, agrega. Esta sinergia queda reflejada en todo el proceso creativo, desde la conceptualización de los platos hasta su presentación final.
La experiencia del restaurante también destaca por su conexión entre cocina y sala, un enfoque que se consolidó cuando Dani y Roseta comenzaron a participar activamente en el servicio debido a la partida de su sumiller. “No encontrábamos a nadie que supliera su carisma y el trato que tenía con los clientes, así que salimos a sala. Al cliente le gusta vernos allí, se siente muy a gusto. La conexión cocina-sala se hace así más patente. Nos parece un punto diferenciador y positivo”, explica Dani. Este contacto cercano también refleja la confianza plena que tienen en su equipo de cocina.
Reconocimientos
Fraula es uno de los restaurantes con estrella Michelin en Valencia desde el 2023, un momento crucial para Dani y Roseta que, además de generar gran expectación, transformó la dinámica del restaurante permitiéndoles alcanzar una mayor estabilidad económica y operativa. La reciente revalidación de la estrella fue, según Dani y Roseta, “menos estresante pero igualmente emocionante”. Un hecho que, sin lugar a duda, sigue consolidando el prestigio del restaurante.
Dani atribuye su éxito al trabajo constante y a la capacidad de desconectar en momentos clave. La estrella Michelin les ha permitido cerrar tres días a la semana, que aprovechan para viajar y buscar nuevas inspiraciones. Con un futuro que se imagina lleno de metas alcanzables, como un local más amplio o incluso la apertura de una heladería o un asador de pescados, el equipo de Fraula sigue enfocado en mejorar y consolidar su propuesta gastronómica.