10 comidas sabrosas e icónicas de Portugal
Con abundantes influencias de la cocina española, árabe y de las colonias, la cocina portuguesa adquiere una amplia mezcla de sabores, aromas y texturas. La pesca es una parte importante de la historia de Portugal, pues la ubicación del país hace que su gastronomía se base en los alimentos marinos. Aún así, se cataloga dentro de la cocina mediterránea porque sus platos suelen contar habitualmente con el pan, el vino (Oporto es una gran capital vinícola) o el aceite como los principales ingredientes de las recetas.
Bacalao con nata
Existe un dicho portugués que dice que hay 365 maneras de cocinar el bacalao, una para cada día del año. Dentro de sus múltiples variantes, el bacalao al horno y cubierto de patatas, cebollas y nata es una de las recetas más antiguas y tradicionales, aunque también hay otras deliciosas formas de cocinarlo, dependiendo de la región o simplemente de los ingredientes que se quieren emplear. El bacalao al Lagareiro, asado al horno con aros de cebolla, aceite de oliva y ajo y el de Gomes de Sá, salteado con patatas y huevos cocidos, son otras opciones llenas de sabor.
Francesinha
Contundente y calórico. Así es la versión sofisticada del sándwich francés. La francesinha es un manjar emblemático de Oporto que se ha convertido en un clásico moderno: diversas capas de carne, jamón, huevo y a veces también tocino. Todo esto cubierto por queso fundido, y, de guinda, salsa de tomate y chile picante. La idea original fue del francés Croque Monsieur. Los portugueses adaptaron el plato a su cultura y sabor, de ahí su nombre.
Cocido a la portuguesa
Para muchos es el plato tradicional por excelencia de Portugal. Existen muchas maneras de confeccionarlo, que varían dependiendo de la región. Aún así, normalmente se usa carne de vacuno, cerdo, pollo, chorizos, frijoles, garbanzos, patatas, nabo, zanahoria y arroz. Un plato sabroso de larga preparación y que se cocina para ocasiones especiales.
Bifanas
Ideales para comerlos junto con una cerveza, los bocadillos de carne de cerdo marinada en vino, ajo y laurel son un snack rápido que encontraréis fácilmente en los bares portugueses. Las bifanas, económicas y adictivas, te ayudarán a recuperar la energía necesaria para continuar con el día.
Pulpo à Lagareiro
El pulpo es uno de los ingredientes más apreciados en la cocina portuguesa. Es por eso que frecuentemente se elaboran platos que lo incluyen, sobretodo de cara las celebraciones y los días más especiales. Se sirve con patatas, cebolla, un buen chorretón de aceite de oliva y una pizca de perejil. Un exquisito entrante para ir abriendo boca.
Alheiras
Otro de los platos más típicos de Portugal son las Alheiras, unos chorizos ahumados que se preparan en forma de herradura y cuyos componentes imprescindibles son la carne de pollo, la carne de cerdo, el pan, el aceite de oliva, el ajo y un toque picante de paprika. Se suelen servir con arroz o patatas fritas, aunque también pueden ser acompañados por verduras cocidas o salteadas. La variedad más reconocida se produce en la población de Mirandela, al norte del país.
Caldo verde
No todo son calorías en la comida portuguesa. En sus menús se encuentran una gran cantidad de sopas de una gran variedad de hortalizas, desde la crema de verduras hasta el caldo de pollo y el gazpacho. Esta en concreto se elabora con patatas, col gallega, cebollas, ajo, aceite y unas cuantas rodajas de chorizo. Lo habitual es comerla como primer plato, aunque a veces también se consume como aperitivo.
Cataplana
Una gran cantidad de ingredientes se suman en un plato hecho con pollo y lo mejor de la huerta: cebolla, pimiento verde y cilantro, aunque también se le añade un toque de mar, con langostinos, cigalas, almejas y camarones. El nombre del saludable y colorido plato proviene del tipo de cazuela que se usa para su cocción, con una tapa pensada para hacer la comida al vapor.
Feijoadas
Los frijoles son el alimento base de las Feijoadas, un clásico brasileño con gran popularidad en Portugal. Muchos estudiosos coinciden en decir que el plato tuvo su orígen cuando, después de los festines que se daban los dueños de las plantaciones, los esclavos recogían las sobras para mezclaras con frijoles negros. La comida se elabora con carne de cerdo o de ternera, entre las que puede haber salchichas, embutidos o panceta, y se suele acompañar de arroz blanco y naranja.
Pastel de Belém
Los portugueses son muy aficionados a los postres. Desde pasteles, tartas y mousses hasta pudines y riquísimas mezclas de huevo con azúcar. Cada región tiene su propia especialidad, aunque hay algunos dulces que, con algunas variantes, se encuentran por toda su geografía. Es el caso del producto de repostería más famoso de Portugal: unas tortitas de hojaldre rellenas de crema que se hacen con yema de huevo, azúcar y leche. La delicia se ideó en Belém (Lisboa) y su preparación se ha expandido internacionalmente.