'Carvalho gastronómico: saber o no saber', de Manuel Vázquez Montalbán
Sigamos hablando de libros. De grandes libros. Por longitud, sustancia y profunda influencia, Manuel Vázquez Montalbán podría contar él solito con una serie entera de artículos dedicados a su obra gastronómico-literaria. Cultivó la mejor literatura novelesca trufada de cocina, así como la literatura gastronómica de ensayo e historia - en ocasiones fronteriza con una mirada antropológica de lo local-. Y rizando el rizo, supo condensar ambos mundos en su imprescindible serie Carvalho Gastronómico.
Saber o no saber es un manual-diccionario de título genial, que juega con la ambigüedad de lo conocido y lo saboreado. En él, Vázquez Montalbán desgrana alfabéticamente perlas concentradas de reflexión y sabiduría sazonadas con innumerables citas extraídas de las diferentes novelas del detective Carvalho. Escondida en forma de alter ego saboreamos enterita una filosofía de lo comido y de lo que queda por comer. Genialidad en píldoras. Me confieso culpable de admiración, su señoría. Espóseme. Manuel Vázquez Montalbán por PIFAL (Fuente)
El autor
Manuel Vazquez Montalbán es uno de los máximos referentes periodísticos de la segunda mitad del Siglo XX. Encaja por no decir que define la figura en riesgo de desaparición del intelectual español fuertemente comprometido y no sectario. Vázquez Montalbán era de izquierdas, pero su cultura e inteligencia le convirtió en una figura respetada por todos. Excepto quizá por los que su propia ideología imponga la falta de respeto al discrepante.
Nacido en la Barcelona de 1939, sus palabras son una crónica escrita sobre una ciudad que ya casi no es. El Raval, barrio que fue el principal lumpen condal durante el siglos alberga su casa natal. Curiosa y afortunadamente un restaurante (Arume) ocupa la planta baja de la finca. El Raval fue su hábitat natural y se cuenta que incluso cuando compró casa en Vallvidrera bajaba cada día a pasearlo y degustar en locales como Can Lluís o la recientemente re-abierta Casa Leopoldo.
Se nos fue demasiado temprano, porque aún le quedaba mucho para influir. Pero no influir a la moderna, desde la epidermis fotográfica digital. En su caso, influir profundamente. Desde la reflexión y la belleza de las ideas. Lo confieso, reincidente de admiración, su señoría. Espóseme.
Cinco cosas buenas del libro
1.Porque Vázquez Montalbán fue el gran destructor de la tonta idea que comer bien era un acto criticable, sólo ejercido por ricachones decadentes.
2.Porque al estar organizado en formato diccionario + glosario de personalidades su lectura puede ser no secuencial y centrarnos en aquello que más nos apetezca o llame nuestra atención
3.Porque su prosa es casi tan magnífica como su rigor intelectual. O igual de magnífica, tampoco es que eso importe mucho...
4.Porque describe una sociedad que ya no existe pero que de tan próxima, muchos hemos vivido.
5.Porque incluso en formato perlas condensadas, la cínica ternura de Vázquez Montalbán y su personaje se te meten hasta la médula y un poco más allá.
Foto de MVM en el comedor del Restaurante Casa Leopoldo. Foto Lluís Rey.
Cinco fragmentos
1- La cocina, hipocresía cultural.
La cocina es una metáfora ejemplar de la hipocresía de la cultura, porque se basa en un asesinato previo, sea de una alcachofa o de un jabalí, asesinato enmascarado gracias a la cultura, gracias al a práctica culinaria. Si el comensal muerto de hambre arrebatara la vida de un animal o de una planta y comiera los cadáveres crudos, sería señalado con el dedo como un monstruo capaz de bestialidades estremecedoras. Pero si trocea el cadáver, lo marina, lo adereza, lo guisa y se lo come, su crimen se convierte en cultura y merece memoria.
2- Actitud ante la comida del detective Carvalho.
Carvalho (...) se acabó el bacalao ajo arriero, la tortilla de patatas y cebolla que improvisó Biscuter, y además exigió un bocadillo de sardinas en escabeche que Biscuter hacía excelentemente, dando primacía al orégano sobre el laurel. Llamó a Charo para confirmarle el fin de semana.
- Espero que no te pases el fin de semana borracho.
- Me lo pasaré como pase por los cojones.Colgó y compensó los remordimientos comiéndose los plátanos al ron que Biscuter le había preparado (Novela: Los mares del sur).
3- Contra el gusto burgués
Un ochenta y nueve por ciento de la burguesía de esta ciudad cena espinacas rehogadas y una pescadilla que se muerde la cola.
-Es sano.
- Si tomaran las espinacas con pasas y piñones y en lugar de la pescadilla una doradita con hierbas, envuelta en papel de estaño y hecha al horno, sería una cena igualmente sana, no mucho más cara y más imaginativa.
-Y lo más curioso es que hablas en serio.
4- Sobre inapetentes
Carvalho a la viuda de Bettancourt: "Las viudas que no comen no resucitan al marido y además se mueren ellas. La gran ventaja de ser viuda es que el muerto es el otro."
5- Carvalho es así
Carmela repitió tripa y se contentó con una rodaja de atún mechado.
-¿Cada día guisas así?
- Sherlock Holmes tocaba el violín. Yo cocino.
(Novela: Asesinato en el Comité Central)