Cómo hacer chimichurri, la salsa más carnívora
Aunque parezca una paradoja, en estos momentos de auge del veganismo y de la concienciación sobre la necesidad de consumir menos carne, tanto para la protección de la salud como del medio ambiente, se ha puesto más de moda que nunca la carne a la brasa, especialmente el chuletón de ternera (o de buey o de vaca). Si hablamos de carne madurada, todavía mejor.
El chuletón (y, en general, las carnes a la brasa) no es un producto para consumir cada día, pero en comidas con amigos, festivas o al aire libre ocupa un lugar de privilegio que, en nuestro país, solo disputa la paella.
Ya hemos hablado largo y tendido sobre las claves para asar un buen chuletón, y a la hora de cocinar butifarras, costillas de cordero u otras piezas típicas a la brasa o a la plancha, cada uno tiene su truco, pero una buena carne necesita un buen acompañamiento y, sobre todo, una buena salsa.
¿Qué mejor salsa que la preferida por los argentinos, reyes de los asados? Aquellos que han hecho de las brasas un arte no dudan a la hora de elegir una salsa para mojar la carne: el chimichurri, que no solo usan para acompañar la carne, sino también para marinar pescados, aliñar ensaladas o condimentar el popular choripán, el famoso bocadillo de chorizo argentino, una especialidad diferente a la española, con más especias.
Wikipedia tiene claro el valor del chimichurri: “Esta salsa tiene la cualidad de realzar el sabor de la carne y se considera que ha contribuido a la fama internacional del asado argentino”. Ni más ni menos.
Aceite, vinagre, ajo, hierbas y especias
Como todas las recetas tradicionales que se han extendido por el mundo, no existe una sola receta de chimichurri, ni en Argentina ni en los países vecinos donde también reina, como Uruguay o Paraguay. Al contrario, también se puede aplicar el tópico de que cada casa tiene su propia receta.
Sin embargo, hay unos ingredientes básicos que llevan todas las recetas consultadas y probadas: aceite, ajo, vinagre, ají o guindilla, sal y perejil. Además de otras hierbas frescas (como el cilantro) o secas (orégano, tomillo, romero, albahaca), especias (comino, pimentón, pimienta) o incluso vino blanco. Importante: el ajo y las hierbas, sobre todo las frescas, deben picarse a cuchillo, nunca triturarse.
Ingredientes
- 100 ml de aceite de oliva
- 1 tacita de perejil picado
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de ají picado o de guindilla en copos
- 2 cucharadas de vinagre blando
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de orégano fresco o seco
- 1 cucharadita de tomillo
- 1 hoja de laurel picada
- Sal y pimienta negra al gusto
Elaboración
Picamos finamente los ajos y las hierbas frescas.
Mezclamos bien en un bol el aceite, el vinagre y el zumo de limón.
Añadimos el ajo y las hierbas, mezclamos bien y aliñamos con sal, pimienta y guindilla. Probamos hasta que esté a nuestro gusto y reservamos hasta la hora de servir.
Algunas sugerencias...
Si gusta a toda la familia o a los invitados, podemos añadir una cucharada de cilantro fresco picado, además de romero seco, pimentón rojo dulce o picante, un chorrito de vino blanco o un tallo de cebolleta verde picada.
Una forma práctica de emulsionar bien la salsa es poner todos los ingredientes en un bote hermético, cerrarlo bien y agitar fuertemente. De este modo, tendremos la salsa preparada en el mismo bote donde la vamos a conservar. El chimichurri se puede preparar con antelación y conservarlo en la nevera, pero es mejor consumirlo en las 24 o 48 horas después de prepararlo.