Huertos urbanos, campesinos de ciudad
No importa que vivas en un chalet con un jardín espléndido o en un apartamento con una angosta terraza. Los huertos urbanos están de moda y puedes adaptarlos a tu modo de vida y tus posibilidades. Un poco de amor y de paciencia es lo único que necesitarás para arrancar con un pasatiempo muy adictivo que, muy pronto, empezará a darte enormes satisfacciones. La bonanza del clima de Málaga pondrá el resto. El espacio no es problema si de verdad te seduce la idea de cultivar tus propios alimentos. Los germinados son una buena manera de empezar porque son sencillos de usar, económicos y en unos pocos días puedes empezar a disfrutar de ellos. ¿Os acordáis del experimento de las lentejas y el vaso de yogur que hicimos en el colegio? Tan fácil como eso. Tu éxito con los germinados te hará, sin duda, plantearte ir un poco más allá y buscar información sobre qué posibilidades se adaptan mejor a tu modo de vida y al espacio con el que cuentas. En una terraza pequeña, con unos sencillos envases de plástico reciclados y alambre, puedes crear un pequeño huerto vertical en el que ir seleccionando nuevas variedades, como plantas aromáticas. Reciclar envases, además de ser muy ecológico, te ayudará a que los gastos no se te disparen y que este hobby merezca verdaderamente la pena. Si tu casa cuenta con un arriate, mejor. Y si ya tienes un buen jardín, puedes reservar una esquina para hacer tu sembrado en el que plantearte todo tipo de hortalizas en sembrados rotativos estacionales. Incluso es sencillo que puedas hacer tu propio compost, completamente ecológico, con los deshechos del césped cortado, de la poda y parte de los restos orgánicos de nuestra cocina. En Málaga contamos con la posibilidad de utilizar uno de los cuatro huertos urbanos que el Ayuntamiento, a través del Área de Urbanismo, ha puesto a disposición de los ciudadanos en distintos distritos de la ciudad. El Huerto Molière es uno de ellos y cuenta con un solar distribuido en bancales de los que se ocupan los propios vecinos. Cada uno planta en su bancal las hortalizas que desea e, incluso, se favorece el trueque de productos entre unos y otros. Os podéis informar de cómo formar parte de la Asociación de Amigos del Huerto Moliere en la web del Distrito 7. Las ventajas de tener un huerto urbano son innumerables, empezando por la nueva conciencia que se genera en la familia acerca de la ecología y la gestión de residuos. Con niños en casa, es una manera muy entrañable de compartir tiempo con ellos y de que se sientan atraídos por el consumo de verduras, sobre todo si han sido parte del proceso. Pero, sin duda, la mayor de todas ellas es el poder comer lo que tú has cultivado con tus manos. ¡Como se ha hecho durante toda la vida! Artículo de Nacho Rodríguez para Gastronosfera