Ma Petit Creperie, el lado más dulce de la comida sobre ruedas
Muchos les tildaban de locos pero Ana y Blas decidieron jugárselo todo a una carta. Conocedores del éxito del movimiento food truck en Estados Unidos, sabían que sólo era cuestión de tiempo que esa tendencia llegase con fuerza a España. Por eso apostaron ir a contracorriente y hacer del street food su medio de vida en un momento en que los camiones de comida callejera y de calidad eran todavía unos auténticos desconocidos en nuestro país. Sólo les faltaba el medio con el que hacer realidad su sueño y de pronto, en la red la encontraron a ella, su caravana vintage, modelo Taylor Pradera del año 1973.
La adaptaron y la restauraron a su gusto con mucho mimo y el resultado no pudo ser mejor ya que esta pequeña caravana roja, a la que el joven matrimonio bautizó como Ma petite creperie, te enamora al primer golpe de vista. Como a ellos les gusta decir “es capaz de teletransportarte a una tranquila merienda en familia, a una recena entre amigos o a un momento de risas con la cara manchada de chocolate mientras se pone el sol”. Y como telón de fondo una gran sonrisa y un aroma que te lleva a París.
Ana vivió en la capital gala durante algún tiempo y quedó fascinada con los crêpes, un producto con una larga tradición que no puedes dejar de probar si viajas al país vecino.
La receta europea es de origen bretón y está hecha fundamentalmente de harina de trigo, además de huevos, leche, aceite, sal y, opcionalmente, azúcar. Con la mezcla de estos ingredientes se elabora una masa en forma de disco, de unos 16 cm de diámetro. Se sirve habitualmente como base de un plato o postre, aplicándole todo tipo de ingredientes dulces o salados. Así, a lomos de su Taylor, preparan las mejores crêpes, dulces o saladas, al estilo francés pero, eso sí, dándole un toque personal que hace que la visita a su food truck sea una experiencia diferente.
Entre sus platos estrella encontramos la crêpe mexicana rellena de pollo al pastor, cebolla dulce, piña, cilantro fresco y un chorrito de lima y la llamada ‘cala luna’ elaborada con queso emmental, jamón serrano, tomate seco, rúcula y salsa pesto. Otra de sus crêpes de referencia es la tradicional de nutella que puede acompañarse de otros ingredientes dulces como el helado de vainilla, las galletas oreo, nata o fresas. Además de en la caravana, Ana y Blas también tienen la opción de presentar sus crêpes en un carrito clásico, ideal para espacios reducidos donde ésta no cabe o no encaja con la decoración.
Para ellos es vital que el cliente quede satisfecho y ver las sonrisas que esbozan cuando prueban por primera vez sus suculentos bocados. En sus retinas han quedado grabadas imágenes de niños que se chupan los dedos o haberles servido una de sus creaciones a personajes públicos de la talla de Fernando Verdasco y Álex Hubago.
Food Nomads
Pero con Ma Petite Creperie, estos jóvenes emprendedores iniciaron un negocio que va más allá de la experiencia gastro que llevan a cabo desde esta pequeña caravana y al que llamaron Food Nomads. En la actualidad poseen otras dos marcas: Bread&meat, especializada en sándwiches, molletes, arepas venezolanas y focaccias italianas, y Pops, helados saludables de sabores auténticos y atrevidos.
Y es que si algo tenían claro Blas y Ana es que para lograr el éxito, el proyecto Food Nomads necesitaba asentarse sobre algunos ingredientes básicos como la pasión por la gastronomía, el diseño y el saber hacer bien las cosas. Porque en Food Nomads, y a lomos de su llamativa caravana, están preparados para llevar lo mejor a cualquier evento que se precie mostrando el lado más desenfadado del arte culinario.