¿Sabes cómo dan la bienvenida al año nuevo en el resto del mundo?
Como no podía ser de otra manera, empezamos este repaso con la tradición española de las doce uvas de la suerte que empezaron a consumirse de manera masiva en nuestro país en la Nochevieja de 1909. Esta circunstancia fue provocada por un excedente de la cosecha en Alicante y Murcia.
Sin embargo, cuenta la historia que ya a finales del siglo XIX existía la costumbre entre los burgueses españoles de comer uvas y brindar con champagne para despedir el año. Posteriormente un grupo de madrileños, como mofa o protesta ante esta actitud burguesa, acudieron a la Puerta del Sol para comer uvas acompañándolas del sonido de las campanadas.
Es justo aquí donde podemos encontrar el origen de las famosas uvas de la suerte tal y como las conocemos en la actualidad, 12 uvas coincidiendo con las últimas 12 campanadas antes de que el reloj marque las 00:00 y entremos en un nuevo año. Nos encontramos ante una práctica típicamente hispana que con el paso de los años se extendió a otros países hispanoamericanos como México, Venezuela, Argentina, Chile o Ecuador.
Comer lentejas en Nochevieja en Italia es una tradición tan antigua o más que la de las uvas. De hecho, se conocen también como las lentejas de la suerte. Su origen se remonta a la Edad Media italiana donde había como costumbre regalar una pequeña bolsa con esta legumbre a los amigos y familiares para desearles buena fortuna. En la actualidad se consumen la noche de Fin de Año cocinadas con cotecino (un fiambre típicamente italiano elaborado con carne de cerdo).
El Hogmanay es el nombre que le dan los escoceses a su fiesta de Fin de Año. En ella el first-footing es el protagonista de una velada donde la primera persona que te visite durante el nuevo año puede marcar la suerte del mismo. Según la superstición escocesa, el first footer ideal es un hombre moreno y apuesto que debe llevar un shortbread (hogaza de pan de pasas) y una pieza de carbón para que el año comience con prosperidad. Tampoco puede faltar el whisky durante toda la noche.
Para los griegos conseguir un próspero año depende de encontrar, durante la cena de Fin de Año, una moneda de oro o de plata que se esconde en un pan con aspecto de bizcocho llamado vasilopita. Así el que encuentre esta moneda será la persona con más suerte del año que se avecina. Podríamos decir que esta tradición se asemeja mucho a la española del Roscón de Reyes.
Y seguimos en Europa para encontrarnos con una de las costumbres alemanas más arraigadas que consiste en regalar un bollo de leche con forma de trenza como símbolo de buena fortuna para el Año Nuevo.
Ya en otro continente, concretamente en Asia, llama la atención como China despide el año aunque hay que tener en cuenta que no coincide con el nuestro porque ellos lo celebran haciéndolo coincidir con la primera luna llena. Durante esta noche, las mandarinas y naranjas se ven por todas partes ya que representan buena suerte y prosperidad. De hecho, no regalar estas frutas cuando visitas a familiares o amigos se considera una falta de respeto. Además las mujeres chinas, para asegurarse que encontrarán al hombre ideal, tiran al mar una mandarina con su nombre.
En la cena de Nochevieja de los brasileños no puede faltar la típica feijoada. Un guiso, considerado también como plato popular, hecho a base de frijoles negros y trozos de cerdo que trae suerte si se come en la última cena del año.
Y aunque no típicamente gastronómica, cabe reseñar la curiosa forma que tienen en Dinamarca de dar la bienvenida al año entrante. Los daneses despiden el año rompiendo la vajilla en la puerta de las casas de familiares y amigos como señal de prosperidad y afecto.
Así que ya sabes, si estás cansado de las tradicionales uvas de la suerte, prueba a exportar alguna de estas tradiciones internacionales y empieza el año con buen pie.