Sant Celoni: El fin de la Guerra Fría
Lo sabemos, no quedan heridas y los tatuajes tapan las cicatrices, pero hacía falta el detallito que antes nadie había pensado y que, tal vez, para que funcionara tenía que ser como quitar una tirita: ¡Zas!
Discípulo de Santi Santamaria, Oscar Velasco consiguió reunir en una misma cocina a Albert Adrià, de Enigma-El Barri; Oriol Castro i Eduard Xatruch, de Disfrutar, el restaurante de los tres últimos jefes de cocina de elBulli; Paco Pérez, del Miramar; RBR-Raül Balam Ruscalleda, de Moments; Paolo Casagrande, de Lasarte, y al pastelero Oriol Balaguer. Juntos realizaron un menú conmemorativo que acompañaron los platos de Oscar Velasco y Montse Abella, pastelera del Sant Celoni. Fue el 16 de julio, con la intercesión de la Virgen del Carmen y el influjo de un eclipse de luna, porque aquel día todas las agendas concordaban. Y lo bautizaron Conexión MAD-BCN.
En la sala estaban el sumiller David Robledo, y Abel Valverde, el maître de Arbúcies (Montseny) que, con 24 años, Santi Santamaría mandó a Madrid junto a Oscar Velasco para poner en marcha el Sant Celoni.
Me percaté que sería una noche mágica cuando vi llegar a Joan Carles Ibáñez, Jefe de Sala –en mayúsculas– de Santi Santamaria y de Lasarte, y lo confirmé cuando en la reunión previa al servicio resaltó la importancia del evento, la gente se emocionó y a Oscar Velasco le cayeron las lagrimas: “Yo comencé con él. Es algo fantástico que haya venido”.
Hasta el 27 de julio, Sant Celoni estará en el Hotel Hesperia Presidente, de Barcelona, aprovechando unas obras que hacen en Madrid. “Estoy abierto a nuevos proyectos”, dijo Velasco, tras recordar que Santi Santamaria ya se fijó en este hotel, antes de recaer en el OVNI de l’Hospitalet.
Es obvio el foco sobre Albert Adrià, Oriol Castro y Eduard Xatruch. Dijo el pequeño Adrià: “En este oficio somos solidarios. Si puedo ayudar, asistir y participar, me sumo a la fiesta. Creo en esto fielmente, porque somos un gremio que nos tenemos que ayudar, viendo la competitividad como un aliciente para que a todos nos vaya mejor”.
Oriol Castro y Eduard Xatruch recordaron que jamás participan en cuatro manos, pero que, además de las muchas cosas que ha representado, el encuentro, no podían fallar por muchas razones: “Nos lo han pedido nuestros vecinos (Disfrutar está a seis manzanas del Hesperia) y hay que apoyar a un equipo que admiramos y al gran restaurante de cocina y sala que sale de Madrid y decide organizar un pop-up en Barcelona”.
Consciente de ello, Joan Carles Ibañez destacó las complicidades de todos los asistentes al evento: “Estamos todos, nosotros y los de elBulli de toda la vida, y todos los que viajan en el tren de la excelencia, sean clásicos o creativos. Burdeos y Borgoña son muy diferentes, pero coinciden en la finura y la calidad”.
Oriol Balaguer, Raül Balam, Paolo Casagrande y Paco Pérez destacaron el honor de participar en el gran momento que representa esta Conexión Madrid-Barcelona y el regreso de Oscar Velasco y Abel Valverde donde comenzó todo. “Noche importante y emocional, rodeado de amigos y muchas complicidades”, coincidieron todos.
Sobre la cena, todo platos que, además de ser representativos de sus establecimientos, puedan viajar, a pesar de que todos tengan restaurante a un kilómetro, dos o cinco. Como dijo RBR: “Sant Celoni nos ha brindado la oportunidad de sacar los platos a pasear”.
Fue una cena en la que lo más importante fue el relato y el momento estelar de la historia de la gastronomia.
Fotos: Flaminia Pelazzi.