Cinco buenos sitios para comer coquinas en Madrid

El Pescador

Este veterano restaurante del grupo Pescaderías Coruñesas, próximo a cumplir cuarenta años de vida, se reformó por completo para dar un mayor protagonismo a su barra, convertida ahora en un acogedor y amplio espacio en el que, como es lógico, se pueden encontrar los mejores productos del mar, desde varios tipos de ostras hasta espectaculares cigalas de Marín. Entre su oferta destacan las coquinas, que solo tienen cuando las reciben de máxima calidad. Las preparan salteadas con perejil, ajo, aceite y vinagre.

La Giralda IV

Tras más de cuarenta años, se ha convertido en un clásico de la cocina andaluza en Madrid. Decoración típica a base de azulejos, forjas y cuadros taurinos. La oferta se centra especialmente en los grandes pescados que llegan del Estrecho (pargos, corvinas, lubinas). Pero también buen salmorejo, cola de toro, una amplia variedad de pescado frito y algunos arroces. Una de sus principales especialidades son la coquinas de Huelva, que preparan al modo tradicional, con aceite, vino blanco, ajo y perejil. Cuentan además con una excelente oferta de vinos generosos por copas.

Macarela

Un proyecto de dos socios gaditanos que decidieron traer a Madrid la cocina y el producto de su tierra. En su carta están todos los imprescindibles de Cádiz, tanto del mar como del interior. Su apuesta principal se centra en el atún rojo de las almadrabas de Conil, Zahara de los Atunes y Tarifa, presentado en muy diversos cortes. Pero en la carta no faltan otras especialidades y productos tradicionales. Entre ellos unas buenas coquinas, que suelen proceder de Conil y que preparan salteadas al vino fino de Jerez.

Taberna Bienmesabe 

Se definen como taberna andaluza del siglo XXI. Con seis locales en Madrid, este de la calle General López Pozas, muy cerquita de la plaza de Castilla, es el más amplio de todos, con una gran terraza cerrada en la entrada, una amplia zona de barra con mesas altas, y dos comedores interiores. Los cuatro espacios están habitualmente a reventar, especialmente los fines de semana. Buen producto y tratamiento en la cocina muy correcto. Junto a las logradas frituras de pescado, un fijo de la casa, muchos días (en función del mercado, ya que dependen de las capturas) ofrecen unas buenas coquinas, no muy grandes de tamaño pero sabrosas y sin rastro de arena.

Mar Rojo

Al final de la calle Padre Claret, este modesto bar es uno de esos sitos en los que raramente se entra si no se conocen. Una dirección medio secreta. Se trata de un establecimiento familiar que se anuncia como marisquería, pero con una oferta más amplia, incluidas buenas carnes. Entre sus especialidades destacan las gambas blancas a la plancha, francamente buenas, y, cuando las tienen, unas coquinas salteadas al ajillo, pequeñas pero con sabor y perfectamente tratadas.