Dónde comer en los puertos del Maresme: guía de restaurantes
No hay mejor experiencia gastronómica de kilómetro cero que la de comer pescado fresco en un puerto de pesca: en primera línea de mar, sabiendo que entre la pesca de las gambas y el emplatado de estas no han pasado más de 7 horas. Lo siento por los carnívoros, pero no hay carne que pueda superar esto. ¡Por esto, y porque nos encanta comer con olor a mar, te seleccionamos cinco restaurantes en cinco puertos del Maresme que harán realidad esta fiesta de frescura y proximidad!
El Portinyol (Arenys de Mar)
La palabra “portinyol” es una forma cariñosa de decir puerto pequeño, como el de Arenys de Mar. A pesar de su nombre, El Portinyol es grande en muchos sentidos, empezando por sus más de 50 años de historia, pasando por su extensa carta o sus increíbles vistas al mar. Su ubicación, a primerísima línea de mar, lo convierte en un espacio gastronómico único, donde no podrás dejar de mirar por las ventanas. La carta huele y sabe igual a mar, ya que cuenta con los clásicos de todo restaurante de puerto, pero con una vuelta creativa y divertida que se agradece. Destacan el bacalao ahumado travestido con huevos de pez volador, su arroz del ‘senyoret’, la tortilla de setas y papada Duroc, el timbal de pulpo o cualquiera de sus postres.
La Cuina del Port (Mataró)
Hay que decir que con el nombre no se rompieron la cabeza, pero, por qué hacerlo, si lo que son es justo esto: la cocina del puerto; el producto del mar a la cocina y de la cocina a la mesa. Sin trampa ni cartón, pero con una propuesta juguetona y creativa que busca darle una vuelta a los platos de siempre. Debería estar prohibido ir y no probar el arroz del 'senyoret’, los pies de cerdo o los espárragos verdes con un huevo crujiente a baja temperatura.
Recién reformado y de un gusto excepcional, La Cuina del Port cuenta con una preciosa terraza con vistas al puerto y una cocina abierta que debe ser la envidia de muchos cocineros.
L’Ibèric del Mar (Sant Andreu de Llavaneres)
No os asustéis con el nombre, que aquí, más que ibéricos encontraréis un buen producto de lonja, fresco y cocinado con amor. Rodeado del puerto de Sant Andreu, la cultura marinera se respira con solo poner un pie en su gran terraza. La propuesta gastronómica se traduce con una carta no muy extensa, pero llena con los reyes del mar, como el bogavante a la Ibicenca, los calamares o los arroces arroces. El Ibéric es una de esas casas de comida donde las cosas saben a lo que deben saber, sin florituras, pero con la garantía de la base de buena calidad. Los judiones con espardeñas y el coc de Llavaneras son platos estrella junto con la ensaladilla, los calamares con seta o los guisantes con espardeñas.
Cal Tito (Cabrera de Mar)
Cal Tito es un conocido restaurante en la comarca: con tres locales y una larga experiencia en la cocina de arroces y pescado fresco han conseguido convertirse en un referente gastronómico. Variedad, frescura y buena mano con el pescado se unen en este acogedor restaurante que, a pesar de su tamaño, tiene reservado un lugar preferente a la vitrina de pescado fresco. Y es que aquí los pescadores son uno más del equipo, y se nota en el resultado final de platos excelentes como los tacos de atún ahumado, el arroz de sepionets, la merluza a la donostiarra o la lubina a la sal. La carta combina a la perfección los clásicos de siempre con alguna novedad sorprendente. Redondea la visita con algunos de sus postres caseros y déjate llevar por el olor a mar, a sal y a lonja.
Coloma (Masnou)
Cuando las comidas se encuentran en primera línea de puerto, playa o paseo, las cosas saben mejor. Eso lo saben bien en esta casa de comida que, curiosamente, también es una charcutería. Pero no os preocupéis, aquí tienen buena mano tanto para la carne como para los arroces y los pescados, que llegan frescos a diario del puerto del Masnou. Casi 50 años a pie de puerto, ofreciendo producto de proximidad, en el plato y en el trato. Abrid el apetito con las croquetas de gambas, dejaos seducir por cualquiera de sus arroces y redondead la comida con algunos de los principales como el lomo de bacalao o la lubina a la sal. Maresme y puerto en estado puro, dos elementos que saben defender en cocina y plasmar en el local, cálido y con una de las mejores terrazas de la zona.
El Maresme tiene un sabor especial
La esencia del Maresme se saborea mejor en sus puertos, donde tradición y frescura se combinan en platos que capturan la autenticidad del Mediterráneo. Si buscas una experiencia gastronómica que conecte los sentidos con el mar y sus historias, no dudes en visitar cualquiera de estos restaurantes. El Maresme no solo es un destino, sino también un sabor que perdura en la memoria.