¡Échale huevos al desayuno con estas recetas!
Desayunar de lujo es un placer dificil de superar. Dentro de las enormes opciones que tenemos para disfrutar con el desayuno, una de las más importantes y deliciosas es darles a los huevos un protagonismo especial. Te proponemos diez ideas para sacarle partido a los huevos y empezar el día con felicidad. Además, casi todas ellas son propuestas flexibles, en que puedes cambiar alguno de los ingredientes para aprovechar la receta en función de lo que tienes en casa disponible para cocinar.
Huevos revueltos con bogavante
Los huevos revueltos son uno de esos platos que pueden salvar cualquier desayuno, y cuya preparación puede adaptarse a todo tipo de combinaciones. La clave es cocinarlos con suavidad. Una combinación ganadora consiste en retirar el coral de la cabeza de un bogavante. Cocinar la carne del mismo y preparar unos huevos revueltos a los que añadimos la carne de bogavante en trozos en el último momento. Ya fuera del fuego, salseamos con el coral del bogavante para que el calor residual lo cocine ligeramente y los aromas perfumen intensamente.
Ensalada de huevo con mayonesa y mostaza
Ensalada de huevo: una versión de la ensalada de patata donde el huevo cocido se mezcla con una salsa mayonesa aderezada con salsa de mostaza. El huevo picado combina fantástico con este par y un poco de cebollino ayuda a refrescar la mezcla. Recuerda salpimentar, mejor con pimienta blanca para que no se vean bolitas en el resultado final.
Frittata de verduras
La versión italiana de la tortilla es gruesa y jugosa, cuajada en sartén o en horno, una ocasión para desayunar con huevos y conocer cocinas hermanas. Para cocinarla salteamos las verduras (tomates, calabacín, pimiento,...) y las reservamos. En la sartén cuajamos una base hecha con huevos batidos a la que se puede añadir un poco de crema de leche. Cuando empiece a cuajar por la parte de abajo, añadimos las verduras.
Tortillas rellenas
Según el gran cocinero Escoffier, una tortilla ha de ser unos huevos revueltos contenidos en una fina película de huevo coagulado. Un interior cremoso es garantía de felicidad palatal. Por ello en realidad una tortilla admite cualquier combinación que serviría para los huevos revueltos aunque terminemos la elaboración con una cocción intensa - en contraposición a la lentitud que antes comentábamos en los revueltos- para que se forme la fina corteza exterior. Algunas combinaciones de eficacia probada para convertir en ganador nuestro desayuno con huevos son:
- Tortilla rellena de bacalao. (bacalao desmigado y deshidratado, a punto de sal. Importante secarlo bien incluso pasándolo por un centrifugador para que no se nos agüe la tortilla). Obviamente, no añadimos sal al huevo porque este condimento ya lo aporta el bacalao.
- Tortilla con verduras. Cocinamos unas verduras, que pueden variar según temporada o disponibilidad y darán un toque distinto a la tortilla. Al ser una tortilla de desayuno, la queremos fina y ligera y por ello no mezclamos las verduras con todo el huevo sino que mezclamos una parte del mismo y añadimos esta mezcla como relleno cuando una lámina de huevo ya está cuajada y será nuestra "piel".
- Tortilla de espinacas con pasas y panceta. Cocinamos brevemente unas hojas de brotes de espinacas limpias en mantequilla a las que añadimos unas pasas -sin pepitas y deshidratadas- y unos cortes finos de panceta. Salpimentamos y ya tenemos nuestro relleno. Ahora preparamos la tortilla bien fina en la sartén y rellenamos con esta mezcla vegetal de alto valor sabroso.
- Tortilla biquini. Sobre la base cuajada de una tortilla ponemos láminas finas de un buen jamón cocido y de un queso de calidad que sea ligeramente fundente. Enrollamos y tenemos la fusión del mundo tortilla con el fabuloso mixto o biquini.
Huevos rellenos con garbanzos guisados
Los garbanzos guisados con tomate a menudo se complementan con huevo duro, así que en esta ocasión preparamos unos bocados ideales para desayunar que podemos tener cocinados des de la víspera anterior. Para ello, guisamos unos garbanzos con un buen sofrito (al que podemos añadir pimentón de la Vera para darle un toque ahumado, unos tacos de panceta salteada o cualquier plus que se nos ocurra para darle un toque personal) y los utilizamos para rellenar los huevos cocidos a los que quitamos las yemas que mezclamos con nuestro guisado.
Huevos con aguacate y tortilla
El aguacate es otro elemento que funciona muy bien con el huevo. En este caso le podemos dar un toque distinto preparando un huevo frito que pondremos junto al aguacate recién cortado en láminas (para que no se ennegrezca) sobre una tortilla de maíz. Unas aceitunas de Aragón (o unas kalamata) le darán un contraste fantástico a la mezcla final.
Huevos en cazuelita con guisantes negros y sobrasada
Los guisantes negros son una legumbre típica de la comarca del Berguedá, de carácter recio y potente, también podemos utilizar cualquier legumbre que nos guste. Para un desayuno fuerte es ideal la combinación de cuchara: la yema del huevo se convierte en una salsa espectacular. Para prepararlo salteamos los guisantes negros o la legumbre escogida con sobrasada de calidad y añadimos unas cucharadas de sofrito que tengamos preparado. Ponemos esta base en una cazuela y encima el huevo que cuajaremos en el horno durante siete u ocho minutos.
Huevos al horno con tomate
Los huevos cocinados al horno tienen el peligro de la sobre cocción. Si nos pasamos de tiempo las proteínas se coagulan excesivamente y quedan gomosos y secos. Una buena protección es utilizar una salsa líquida para protegerlos ligeramente, y recuerda situarlos en una zona central del horno para que se cocinen igual por encima que por debajo.
Para preparar la salsa de tomate ponemos a calentar en una sartén un poco de aceite en el que sofreímos unos minutos la cebolla rallada y los ajos laminados. Añadimos unas cucharadas de brandy -opcional- y un poco de pimentón de la Vera, el tomate en conserva y cocinamos hasta que se reduzca y concentre. Ponemos la salsa y los huevos en una cazuela o fuente apta para el horno y cocinamos a fuego medio unos minutos vigilando: en cuanto la clara se coagule, lo mejor es retirarlos. ¿Quieres una mejora en la receta? Añade dados de bacon tras cocinar la cebolla en el sofrito.
Helado yema de huevo
La yema de huevo es parte de la mayoría de recetas de helado, por ello es muy natural convertir este ingrediente que ayuda a dar textura en el principal sabor del mismo helado. Para ello, mezclamos 300 g de yema de huevo con 150 ml de leche y 100 g de azúcar glass. Opcional unas semillas de vainilla natural. Cocinamos la mezcla -mejor al baño María- justo hasta el punto en que va a empezar la ebullición. Ponemos en la heladora y si no tenemos, en el congelador y batimos la mezcla cada dos horas hasta formar el helado cremoso.
Huevos Benedict
Los huevos benedictinos son probablemente el gran estándar del desayuno con huevos. Pueblan los brunch del mundo y por algo será. La combinación crujiente de la base tostada y los sabores ahumados del bacon combinan de maravilla con el huevo escalfado y esa especie de 'mayonesa hecha con mantequilla' que es la salsa holandesa.
INGREDIENTES:
- 4 huevos grandes
- 50 ml de vinagre
- 4 rebanadas de pan de molde
- 4 lonchas de bacon o jamón
- Sal y pimienta negra
Para la salsa holandesa
- 4 yemas de huevo
- 250 g de mantequilla clarificada
- Zumo de limón
- Sal
PREPARACIÓN:
Clarificamos la mantequilla fundiéndola en un cazo de fondo grueso, a fuego bajo y sin remover. Con una cuchara vamos retirando la espuma que se forma en la superficie y vertemos en un tarro dejando el fondo blanco de residuos en la sartén. Mezclamos las yemas con el agua y un poco de sal, cocinamos al baño María muy suave mientras batimos con varillas hasta que espese. Añadimos poco a poco la mantequilla clarificada y montamos como si hiciéramos una mayonesa. Aliñamos con zumo de limón. Escalfamos los huevos en agua con vinagre y sal y tostamos el pan. Colocamos las tostadas, el huevo, unas lonchas de jamón y cubrimos con la salsa holandesa.