Pan rallado vs. panko: descubre las diferencias
Croquetas, pechugas de pollo, mejillones tigre... son algunos platos que están muy presentes en nuestro día a día o solemos pedirlos cuando vamos a comer fuera. Todos están rebozados con pan rallado, un ingrediente clásico en nuestra gastronomía, que hemos usado toda la vida.
También conocido como pan molido, el pan rallado es pan duro que hemos rallado y aprovechamos para rebozados, empanados o gratinados. De textura harinosa, el pan rallado contiene altas dosis de hidratos de carbono y proteínas, pero también de sodio y azúcares.
Desde hace unos años, cuenta con un fuerte competidor, el panko, que significa miga de pan. Se trata del pan rallado japonés, que también se emplea en rebozados y gratinados. A diferencia del pan rallado convencional, la versión nipona se elabora con pan sin costra o con harina de trigo, es más gruesa y ofrece un rebozado más crujiente y especial. El panko también es más digestivo, ya que la miga de pan absorbe mucho menos aceite y permite elaborar platos más ligeros y menos calóricos.
Cómo elaborar panko casero
Estas virtudes han convertido al panko en un reclamo en nuestra cocina y en muchos restaurantes, que lo incorporan en sus elaboraciones. Puedes encontrar este pan rallado en muchos supermercados o elaborarlo en casa de forma muy sencilla. Toma nota de cómo prepararlo.
Ingredientes:
4 rebanadas de pan de molde sin corteza.
Preparación:
- Cortamos el pan de molde en trozos y lo trituramos con una picadora.
- Deshacemos poco a poco todo el pan hasta conseguir pequeñas migas, de unos 5 milímetros.
- Colocamos las migas de pan en una bandeja cubierta con papel de hornear y lo ponemos al horno, a una temperatura de 100 ºC durante 10 o 15 minutos. Vamos removiendo con frecuencia para que no se queme.
- Sacamos la bandeja del horno, dejamos que se enfríe y guardamos el panko en un recipiente hermético hasta que vayamos a utilizarlo.
- Ahora que ya sabes preparar panko casero, es el momento de incorporarlo a tus platos. Te proponemos 3 recetas: dos típicas de Japón y una de nuestro país.
Tonkatsu: cerdo empanado al estilo japonés
Ton significa cerdo y kotsu, corte. Estas dos palabras dan nombre a tonkatsu, lomo de cerdo empanado, un plato típico de la gastronomía nipona que queda muy crujiente por fuera y tierno por dentro.
Ingredientes (para 2 personas):
2-4 filetes de chuleta de cerdo deshuesada, un huevo, harina, panko, sal, pimienta y salsa tonkatsu.
Preparación:
- Chafamos con la mano los filetes de cerdo y salpimentamos por ambos lados.
- Los pasamos por harina, después por un huevo batido y los empanamos con panko, presionando ligeramente con la mano para que el pan rallado quedé bien adherido a la carne.
- A continuación, calentamos abundante aceite en una sartén a fuego medio y colocamos los filetes empanados.
- Los freímos por ambos lados y, cuando estén dorados, los retiramos y dejamos que escurran sobre papel de cocina.
- Cortamos los filetes en tiras de 1,5 cm de ancho y añadimos un poco de salsa tonkatsu por encima.
- Emplatamos y acompañamos las tiras de cerdo con ensalada o con salsa de mostaza.
Helado frito en tempura y panko
Es una forma distinta de saborear un helado. Prepara esta original receta y disfruta de tu sabor favorito con un toque especial
Ingredientes:
1 tarrina de tu helado favorito, tempura oriental, panko japonés, aceite de girasol, fideos de chocolate y sirope de caramelo.
Preparación:
- Mezclamos en un bol grande 300 ml de agua fría con 230 g de tempura con una varilla batidora manual o un tenedor hasta que quede una pasta ligeramente espesa.
- Ponemos a calentar aceite de girasol en un cazo o una freidora a unos 175 ºC. Sacamos el helado del congelador, formamos bolas uniformes y las sumergimos en la mezcla de tempura y agua.
- Escurrimos ligeramente el sobrante y pasamos las bolas de helado por un bol con panko.
- Después, las freímos en abundante aceite durante muy poco tiempo, solo hasta que el panko adquiera un color ligeramente dorado.
- Dejamos reposar sobre papel absorbente y servimos al momento. Emplatamos con sirope de caramelo y fideos de chocolate o frutos secos.
Croquetas de jamón ibérico con panko
No podían faltar entre nuestras recetas más típicas. Las croquetas de jamón ibérico son un clásico al que no podemos resistirnos. Si las rebozas con panko, el resultado aún será mejor.
Ingredientes:
80 g de taquitos de jamón ibérico, dos huevos, 120 g de mantequilla sin sal, 170 g de harina, 1 litro de leche, aceite de girasol, harina, panko, sal, pimienta y nuez moscada.
Preparación:
- Calentamos una sartén con aceite de girasol y mantequilla durante un minuto a fuego alto.
- Añadimos la harina y removemos con una cuchara de madera durante 2 o 3 minutos. Vertemos la leche y seguimos removiendo hasta conseguir la textura deseada de la bechamel.
- Incorporamos sal, pimienta y nuez moscada y, después, los taquitos de jamón.
- Colocamos la masa en un cuenco previamente mojado con agua fría y dejamos que se enfríe durante 2 o 3 horas.
- A continuación, formamos croquetas con la masa, y las pasamos por harina, huevo batido y panko.
- Las freímos en una sartén con abundante aceite de girasol y las colocamos en un plato o bandeja sobre papel de cocina para que escurran bien.