'Euskal Tomatea': aroma, color y sabor del tomate vasco con label
¿Quién no ha degustado alguna vez un tomate soso, insustancial o duro? Y es que es abismal la diferencia entre algunos productos que consumimos en nuestros hogares habitualmente. Sin duda, el tomate es uno de estos casos, una fruta -botánicamente hablando- en la que se aprecian sobremanera los matices, sabores, olores así como colores; de uno a otro hay grandes diferencias. No en vano, desde que esta planta originaria de América entró en los caseríos vascos hace ya generaciones, siempre se han degustado magníficas piezas, sabrosas y carnosas, ya que, además, es un producto con el que se preparan infinidad de suculentas recetas en Euskadi.
Con la etiqueta de calidad ‘Euskal Tomatea’ se pretende mantener dichas características y propiedades. ¿Cómo? Realizando, primeramente, una selección de las mejores variedades. Concretamente, esta denominación incluye tomates pertenecientes a las variedades Cabrales, Jack, Pio, Robin, Ramón así como Goloso.
Siempre destinadas al consumo en fresco, son producidos de manera respetuosa con el medio ambiente mediante las certificaciones de ‘Producción Integrada’ o ‘Producción Ecológica’, con el fin de que los tomates que lleguen a nuestro mercado ofrezcan una forma asurcada, de apariencia lisa, color entreverado, lleno de pulpa e intenso sabor. Pero, sin duda, una de sus características más remarcadas es, en concreto, su tamaño, puesto que cada pieza como mínimo deberá ser de 74 milímetros y 67 si se comercializan en bandeja.
Por si esto fuera poco, la concentración de azúcares en el momento de ofertarse ha de ser superior a 4,5º Brix -parámetro que se emplea para medir el dulzor de los alimentos-, o la dureza del mismo, expresada en kg./0,5cm2, que no superará, exactamente, el valor calculado entre la diferencia del Brix del lote menos 0,7. Para identificar el lote de tomate con el distintivo de calidad 'Eusko Label' fuera de temporada, es decir, desde los meses de mayo a noviembre, ambos inclusive, todas las partidas deberán ser analizadas cumpliendo los Brix y dureza establecidos.
Siempre, claro está, son recogidos en su punto óptimo de maduración por manos expertas, evitando las horas de demasiado calor. Solo las piezas que reúnan las condiciones concretas que recoge el reglamento podrán portar la etiqueta 'Eusko Label'. Un reglamento técnico que está regulado por Hazi Fundazioa, entidad con un firme objetivo: impulsar la sostenibilidad y competitividad del sector agroalimentario de la Comunidad Autónoma Vasca.
Este sello de calidad, además, posee un signo gráfico muy característico, llamativo y diferenciador: la K de 'Kalitatea'. No en vano, con dicha marca se identifican perfectamente bien los productos agroalimentarios producidos, transformados y elaborados en la Comunidad Autónoma Vasca. Un sello que asegura una calidad contrastada.
Por pieza o en bandeja
Este magnífico tomate se puede encontrar de dos formas. Por un lado, por piezas, con pequeñas etiquetas en cada una de las piezas, de modo que la clientela puede escoger cuáles y cuántas desea adquirir. Por otro, en bandejas de celulosa, con una etiqueta de control numerada bajo el símbolo del label.
A dicho sello se le suma un segundo: ‘Euskal Baserria’; etiqueta que garantiza la procedencia y producción de frutas y verduras de la Comunidad Autónoma Vasca, elaboradas en pequeñas explotaciones agrícolas con cuidado así como mimo. Por tanto, ¿qué les diferencia? Esta última etiqueta no se encuentra obligada a cumplir los requisitos de tamaño y azúcares que exige Hazi Fundazioa para recibir la etiqueta 'Eusko Label'; aunque el sabor, color y aroma son los mismos, ya que la planta de la que nacen es la misma; también su procedencia. Esto es, dispone también de todas las garantías de origen.
'Euskal Tomatea', un producto, en definitiva, cultivado con mimo y cariño en las huertas de los caseríos vascos para disfrutarlo después en ensalada, como base para una salsa o como magnífico desayuno. Sin duda, conquistará todo paladar en cualquiera de sus vertientes culinarias.