Pasta fría, energía ligera y fresca
¿A quién no le gusta la pasta? Este gran invento, de origen chino pasado por Italia debe ser uno de los alimentos más consumidos por la humanidad, tanto por la sencillez de sus ingredientes, harina y agua, como por las casi infinitas posibilidades que se abren en la cocina una vez mezclados estos ingredientes.
Pasta pequeña, grande, larga, corta, plana, rellena... casi podríamos comer cada día un tipo de pasta diferente, y no digamos ya las recetas, no nos las acabaríamos. Y cuando llega el buen tiempo y apetecen más los platos fríos, no tenemos por qué renunciar a la pasta si nos apetece, hay muchas maneras de preparar la pasta fredda, como dicen los italianos. Para comer en casa y o para llevarnos en el túper al trabajo o si vamos de excursión o a la playa. Si añadimos verduras u hortalizas frescas, carne o pescado, fresco o en conserva, nos puede servir de plato único completo. Y el éxito estará garantizado.
Formato y cocción
Para comer fría, en ensalada, se suele elegir pasta corta, como los macarrones, lacitos, espirales o pasta, y dejar para las preparaciones calientes otros formatos como los espaguetis, aunque, como veremos, también se pueden comer fríos.
Debemos tener en cuenta que si mezclamos la pasta con otros ingredientes en trozos, podemos elegir una pasta lisa, como los macarrones o los lazos (farfalle), pero si lo vamos a aliñar con una salsa, mejor que usemos pasta rayada como los penne rigate o con formas que faciliten que se les pegue la salsa, como los fussili o los codos pequeños.
A diferencia de los platos calientes, en los que siempre debemos tener lista la salsa porque este es la que tiene que esperar a que esté cocida la pasta, con los platos fríos coceremos primero la pasta. Lo haremos con la proporción clásica, 1 litro de agua y 10 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta, en una olla ancha, y así evitaremos que se pegue. Esperaremos que el agua hierva y echaremos primero la sal y, cuando vuelva a hervir, la pasta, y contaremos el tiempo que indique el fabricante a partir de que el agua vuelva a hervir.
Una vez cocida a nuestro gusto, la escurriremos rápidamente y la podemos enjuagar con agua fría, pero perderá algo de sabor. A mí me gusta más aliñarla con un poco de aceite y extenderla en una bandeja para que se enfríe más deprisa. Va bien sacarla del agua al dente, así si se cuece algo más con el calor residual mientras se va enfriando no se nos pasará.
De este modo, la pasta puede aguantar bien en la nevera, dentro de un túper, un par de días. Y cuando mezclamos el resto de ingredientes y la aliñamos, mejor hacerlo con antelación para que se impregne bien de todos los sabores.
Más que ensaladas
Comer pasta fría no significa sólo comer una ensalada de pasta, con los ingredientes típicos y aliñada con una vinagreta. Al contrario, podemos utilizar todo tipo de salsas, como mayonesa, pesto, putanesca, romesco... Y combinarla con infinidad de ingredientes, más allá del clásico atún en conserva, a nuestro gusto. A mi me gusta mucho juntar la pasta con todo tipo de verduras frescas crudas (tomate, apio, pimiento, hinojo) y con conservas, desde encurtidos (alcaparras, pepinillos y cebollitas en vinagre, verduras encurtidas en casa...) conservas de pescado (atún, bonito o caballa, mejillones, anchoas, berberechos) además de las clásicas aceitunas, desde las pequeñas arbequinas a las enormes gordal, las negras de Aragón, las típicas rellenas de anchoa o las griegas de kalamata.
La pasta, como el arroz, es agradecida, y admite todo tipo de salsas e ingredientes, aprovechémoslo para hacer comidas diferentes que sorprendan a los nuestros, por ejemplo, adaptando a la pasta otras recetas que no esperaríamos en este formato.
Lacitos (farfalle) caprese
Ingredientes:
400 g de lacitos
1 paquete de bolitas de mozzarella
250 g de tomatitos cherry
hojas de albahaca
aceite OVE, sal y pimienta
Elaboración:
La ensalada caprese es una de las más famosas del mundo, a la vez que una de las más sencillas. Sus tres ingredientes, tomate, mozzarella y albahaca, los podemos usar para condimentar un plato de pasta; proponemos unos lacitos, pero podrían ser unos espirales (fussili) u otra pasta similar.
Partimos por la mitad los tomates y las bolas de albahaca y las ponemos en un bol con la albahaca partida en trozos grandes. Aliñamos con aceite abundante y salpimentamos.
Cocemos la pasta, la colamos y dejamos enfriar como hemos explicado. La vertemos en el bol donde hemos mezclado el resto de ingredientes y servimos fría o a temperatura ambiente.
Ensaladilla rusa de pasta
Ingredientes:
500 g de pasta
150 g de atún en aceite
100 g de pepinillos en vinagre
50 g de aceitunas rellenas de anchoa
1 zanahoria
50 g de guisantes
2 huevos duros
150 g de mayonesa
aceite y sal
Elaboración:
Hervimos la pasta al dente y la enfriamos como hemos explicado. Podemos utilizar codos pequeños, macarrones cortos, conchas, lacitos o la pasta corta que más nos guste.
Hervimos también los guisantes y los huevos.
En un bol grande rallamos la zanahoria y los huevos duros, mezclamos los guisantes y los pepinillos cortados en daditos, y el atún desmenuzado. Lo aderezamos con un poco del aceite de la conserva. Añadir la pasta y la mayonesa y lo mezclamos todo bien.
Podemos utilizar una mayonesa comprada o hacerla en casa; en este caso, además del huevo, el aceite y la sal podemos añadir un chorrito del jugo de los pepinillos y un poco del aceite del atún, que le darán un toque muy especial.
Conchas (conchiglie) a la putanesca
Ingredientes:
500 g de conchiglie
600 g de tomate frescos, pelados, sin semillas
125 g de aceite OVE
45 g de aceitunas negras cortadas en rodajas
2 dientes de ajo
1 cucharada de alcaparras
8 hojas de albahaca picada
1 cucharada de perejil picado
1 cucharadita de sal
guindilla en polvo al gusto
Elaboración:
La putanesca es una salsa que en muchas regiones italianas se sirve caliente, pero en la Toscana se come fría. Para prepararla, mezclamos bien todos los ingredientes de la salsa y la dejamos reposar al menos una hora a temperatura ambiente. También la podemos guardar en una tupper en la nevera hasta tres días.
Ponemos la pasta a hervir en 5 litros de agua con 50 g de sal, vertemos la pasta y dejamos hervir a fuego alegre hasta que esté al dente. Escurrimos bien y vertemos en el cuenco de la salsa. Servimos a temperatura ambiente.
Espaguetis al pesto deconstruido
Ingredientes:
400 g de espaguetis
un puñado de albahaca
dos cucharada de piñones
tres cucharadas de queso seco tipo parmesano
1 diente de ajo
aceite OVE y sal
Elaboración:
Tomamos los ingredientes de la conocida salsa italiana y en lugar de triturarlos los trabajamos y los incorporamos a la pasta por separado.
Hervimos la pasta, escurrimos y dejamos enfriar.
Con un ajo partido frotamos el fondo de un bol y echamos la pasta. La regamos con aceite de oliva y añadimos los piñones partidos por la mitad, removemos bien y cubrimos con el queso rallado y las hojas de albahaca picadas. Servimos a temperatura ambiente.
Ensalada multicolor con tomates cherry y conservas
Ingredientes:
400 g de lacitos de colores
250 g de tomates cherry de varios colores
conservas: anchoas, aceitunas negras, rellenas, alcaparras y pepinillos en vinagre
orégano
aceite OVE, sal y vinagre
Elaboración:
En un bol ponemos los tomates, enteros los más pequeños, que suelen ser los amarillos, y cortados por la mitad o en cuartos los más grandes. Añadimos las aceitunas negras enteras, las rellenas cortadas en rodajas, las alcaparras y las anchoas y los pepinillos cortados pequeños. Lo mezclamos bien, salamos si hace falta, espolvoreamos con orégano y regamos con un toque de vinagre, aceite virgen extra y con el aceite de las anchoas.
Hervimos y enfriamos los lacitos, los mezclamos con el resto de ingredientes y dejamos reposar la mezcla un rato antes de servirla fría o a temperatura ambiente.