Queso: disfrútalo al máximo con estas propuestas
"No hagas comida en exceso, ni con queso" o "Pan con queso, sabe a beso". Estos refranes son solo dos de los incontables dichos populares que tienen al queso como protagonista. Este apetitoso alimento, del que existen más de 2.000 variedades, celebra su Día Mundial el 27 de marzo. Imprescindible en cualquier mesa y en todo momento, el queso es la excusa perfecta para disfrutar solo o en compañía de su exquisito sabor.
Existen infinitas maneras de degustar el queso, cuyo nombre procede del latín caseus y el origen del cual se remonta a Mesopotamia hace más de 8.000 años. Hay quesos ideales para preparar tapas, algunos son la mejor opción para platos como pastas y arroces, y, otros, ingredientes principales en una fondue o una deliciosa tarta. Un amplio universo de olores, sabores, texturas y momentos solo apto para cheeselovers y paladares exigentes a los que les encanta vivir experiencias intensas. Te proponemos un apetecible recorrido gastronómico para conocer qué tipo de quesos encajan mejor en tus platos y recetas.
En ensaladas
Con la llegada de la primavera y la vista puesta en el verano, las ensaladas son una opción saludable, apetitosa e ideal para cuidarnos. Además de hojas verdes, tomate, pepino y zanahoria, el queso siempre alegra cualquier ensalada, como ingrediente principal o bien como aderezo.
Los quesos ligeros y de sabor suave, como el de Burgos, el queso feta o la mozzarella de búfala son muy utilizados en ensaladas, ya que que dan sabor y un toque especial. El queso de cabra, tanto recién cortado como a la plancha, también se ha hecho un merecido hueco en las ensaladas, a las que aporta una textura cremosa y un sabor genuino.
El queso también es un ingrediente muy habitual como aderezo. Dale a tus ensaladas un toque final con unas lascas de parmesano o de queso Idiazábal, ambos muy intensos y con personalidad.
Para tapear
¡Qué sería de los foodies si no existieran las tapas! Estos aperitivos, que tanto nos hacen disfrutar en bares y restaurantes, son una seña de nuestra identidad gastronómica a la que nadie puede resistirse. Desde la clásica tortilla de patatas, las bravas y los calamares, hasta tapas más sibaritas, elaboradas con ingredientes como el foie y los huevos de codorniz.
El queso también es un elemento muy a tener en cuenta cuando pedimos o preparamos unas tapas en casa. El Idiazábal, por ejemplo, combina muy bien con el dulce, por lo que resultan muy apetecibles unos canapés a base de este queso vasco y membrillo.
El queso tetilla, una deliciosa especialidad gallega elaborada con leche de vaca, es ideal para fundir, por lo que se convierte en una opción perfecta como aperitivo. Combínalo con anchoas y pimiento del piquillo y disfruta de esta apetitosa propuesta. El queso de Mahón, elaborado a base de leche de vaca y típico de las Baleares, es otro reclamo para el tapeo. Puedes comerlo solo, ponerle un poquito de miel encima o utilizarlo como relleno de unas croquetas. ¡Estarán de rechupete!
En pastas y arroces
Es -casi- imposible imaginar un delicioso plato de ñoquis o un risotto sin queso. Este lácteo es un indispensable en este tipo de recetas. Si hablamos de pasta, el queso puede formar parte de la salsa o servir como aderezo. El Gorgonzola, por su cremosidad y facilidad para fundirse, resulta ideal en platos como los macarrones y los espaguetis, acompañados por nueces, frutos secos con los que marida a la perfección. El queso ricotta, de sabor suave, también funde muy bien y es una opción muy utilizada en pasta rellena, como raviolis y tortellinis. Para espolvorearlo por encima, rallado o en escamas, el Parmesano es uno de los quesos más utilizados. Si quieres dar un toque picante y un sabor más contundente a tu plato de pasta, añádele un poco de queso Pecorino, un queso maduro de leche de oveja que combina muy bien con ajo y frutos secos.
En cuanto al risotto, existe un sinfín de opciones queseras que pueden acompañar a este delicioso plato italiano. Una de ellas es el queso suizo gruyer, que, por su gusto intenso y textura compacta, aportará al risotto un sabor potente. El Gorgonzola es otra gran elección si preparas un risotto, por la intensidad del sabor y la textura cremosa de este queso azul italiano, que combina muy bien con nueces y pera.
Para disfrutar de una fondue
Sin duda, saborear queso fundido es un gran placer gastronómico. Hoy en día, existen infinidad de quesos para derretir y acompañar con pan, vegetales y carnes. El Raclette francés es uno de los más populares. Su textura suave, sabor cremoso y especiado y olor característico convierten a esta joya láctea en una de las mejores propuestas para una fondue.
El queso Comté, el de mayor producción en Francia y con un olor similar al de las nueces, es ideal para preparar el tradicional fondue suizo y marida muy bien con cervezas de trigo. El Emmental, conocido por sus característicos agujeritos, es un gran queso para fundir. De sabor suave, con notas a nueces y frutas, este queso suizo de leche de vaca es el ingrediente perfecto para disfrutar de una exquisita fondue. Pincha un trocito de pan o una patata cocida y mójalos en esta fuente de sabor y texturas.
En deliciosos postres
Además de ser un ingrediente esencial en entrantes y platos principales, el queso es el alma mater de muchos postres, entre ellos, el clásico pastel de queso, que se suele elaborar con queso crema tipo Philadelphia. El cheesecake también admite otros tipos de queso en su receta, como el Mascarpone, un queso fresco del norte del Italia, y el Idiazábal ahumado, un queso de leche cruda de oveja de sabor fuerte y aroma ligeramente picante. El requesón y la ricotta italiana, por su consistencia blanda, también encajan muy bien como elementos principales de un pastel, unas tortitas e incluso unos buñuelos, tan típicos estos días.